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Broncano
Bag in Box
Jerez/La Asociación de Bodegas Artesanas de Sanlúcar se despachó ayer a gusto contra el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el Consejo Regulador y la patronal bodeguera Fedejerez al hilo de la sentencia del alto tribunal andaluz sobre el ‘Bag in Box’, que ratifica la prohibición del uso del envase de cartón para la comercialización en el canal Horeca de los vinos amparados por las Denominaciones de Origen del jerez y la manzanilla.
Lejos de encajar el revés judicial –que asume a regañadientes–, la asociación que integra a siete pequeñas y medianas bodegas sanluqueñas -Argüeso, Francisco Yuste, Sánchez Ayala, Hidalgo-La Gitana, La Cigarrera, Barón y Elías González, que representan del orden del 30% del volumen de comercialización de la manzanilla -, arremete contra una resolución judicial que dicen acatar, pero que califican de “errónea”, “insensible” e “injusta”.
“Se acata la sentencia, si bien lamentamos el contenido de la misma por realizar una interpretación absolutamente errónea de los hechos en relación al actual pliego de condiciones” –de la manzanilla, se entiende–, señala el colectivo en un comunicado, en el que critica la “total insensibilidad” del fallo en un asunto de “gran trascendencia económica para una parte significativa del sector”.
Del mismo modo, el colectivo sostiene que el TSJA vulneró “los más elementales principios de seguridad jurídica” al no resolver los recursos presentados por los manzanilleros afectados contra el auto de medidas cautelares, dictado hace dos años por el mismo tribunal, igualmente contrario a sus intereses.
“En solicitud de la Justicia que erróneamente le ha sido denegada”, la asociación sanluqueña anima a la parte demandada –la Junta– y a sus miembros personados en la causa a interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Tras el repaso a la resolución judicial, el grupo de manzanilleros vierte duras críticas contra Fedejerez y su presidente, Evaristo Babé, al que se refiere como “el dueño y señor del cortijo”. Acerca de Babé, los que se denominan ‘artesanos’ de la manzanilla le reprochan sus declaraciones sobre la sentencia que da la razón a la patronal bodeguera al entender que “en modo alguno contribuye a pacificar las relaciones entre las DD.OO. –la del jerez y la de la manzanilla– que integran el Consejo Regulador.
En su reacción a la sentencia, la asociación sanluqueña “clama” igualmente contra la patronal bodeguera, a la que acusa de “beneficiar a una Denominación competidora”, la del vino de Jerez, en detrimento de la D.O Manzanilla de Sanlúcar, a la que “son ajenos” los operadores que integran Fedejerez.
Es decir, los manzanilleros niegan categóricamente la representatividad de Fedejerez en la manzanilla pese a contar la patronal entre sus asociados con la firma sanluqueña La Guita –de las principales en volumen de ventas de manzanilla, junto a Barbadillo y Delgado Zuleta, que van por libre–, así como con otras grandes bodegas que también cuentan con instalaciones propias en Sanlúcar, como Lustau, o que comercializan manzanilla sin tener presencia física en la vecina localidad, caso de Williams & Humbert, Fundador...
Acto seguido, en tono irreverente, el colectivo llega a plantear “un relevo generacional de las personas que dirigen las instituciones que están llevando al Marco a la ruina” –en clara alusión a Evaristo Babé y cabe entender que a los responsables del Consejo Regulador–.
En una interpretación sui generis de las normas de funcionamiento interno de la institución jerezana del vino, los ‘artesanos’ hacen extensivas sus críticas al reparto de vocalías en el pleno del Consejo, para calificar de “ridículez” que la manzanilla, “pese a tener el mismo peso” –siempre en comparación con el vino de Jerez–, cuente únicamente con un vocal de los veinte que se sientan en el máximo órgano de decisión.
Cabe recordar, en este sentido, que la regulación de las elecciones en los consejos reguladores corresponde a la Consejería de Agricultura y que, si bien la manzanilla tienen asignado un vocal propio, como el Vinagre de Jerez, sus intereses están representados a través de las vocalías de otros operadores del sector productor y bodeguero que también elaboran y comercializan el vino sanluqueño.
Sin embargo, los manzanilleros partidarios del ‘Bag in Box’ señalan que “un simple análisis de las estructuras de poder en el Marco permite reconocer que un pequeño grupo de grandes empresas mantienen el control sobre el pleno, donde el señor Babé es el dueño y señor del cortijo” y pese a reconocer la dificultad de la empresa por lo arraigado en el tiempo, se aventuran a presagiar que “será cuestión de tiempo que esta situación cambie”.
“Tocan tiempos de cambio en el Marco, no sólo normativos, sino también generacionales”, insiste el comunicado, en el que apuntan a a la necesidad de “adaptarse a los mercados para volver a una etapa de crecimiento sobre pilares sólidos, que coloquen a nuestro prestigioso vino en el lugar que merece en cuanto a calidad y precio”.
Los ‘artesanos’ en cuestión dejan entrever sus aspiraciones a lograr apoyo suficiente para que la D.O. de la manzanilla tenga “capacidad propia de decisión en el seno del Consejo y no estar sometida a decisiones de operadores de otra D.O. –nuevamente en alusión a la del jerez– con intereses contrapuestos”, al tiempo que deslizan su firme convicción de que volverán a llevar a pleno para su votación la autorización del uso del ‘Bag in Box’, rechazado ya hasta en ocho ocasiones por el órgano de decisión del Consejo.
El extenso comunicado, emitido el miércoles a medianoche y que no tiene desperdicio, culmina con una velada advertencia acerca de lo que consideran que “vulnera las más elementales normas que regulan el libre mercado y supone un acuerdo entre empresas, eventualmente restrictivo del principio de libre competencia”, asunto éste de ingrato recuerdo para el sector por las sanciones impuestas antaño por la Comisión Nacional de la Competencia a instituciones y operadores del sector productor y el bodeguero. “Ante tan contrario proceder (...), se insta a la Junta a tomar las iniciativas que correspondan en derecho para evitar la desaparición del sector”.
Por alusiones, y aunque hoy tiene previsto emitir un comunicado oficial, el Consejo Regulador recriminó las "descalificaciones" realizadas por un grupo de bodegas sanluqueñas contra las instituciones del sector y sus responsables, que calificó de "lamentables". Puestos en contacto con la institución jerezana del vino, desde la misma manifestaron su rechazo a la pretendida "guerra de denominaciones" en términos de "productos competidores" a la que aluden los manzanilleros con el propósito de fragmentar el sector. El Consejo, en cualquier caso, deja clara su satisfacción ante una sentencia que, en este caso y frente a las tesis de la Junta, avala que actuó conforme a derecho.
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