Maldito año
Un año del estado de alarma | El impacto de la pandemia en Jerez
La cultura jerezana cumple doce meses de pandemia con algunas buenas noticias pero con un telón de fondo marcado por la crisis en el sector
El 14 de marzo de 2020 se inicia en el mundo cultural de la ciudad (y en el resto del planeta, pero ahora tenemos que hablar de Jerez) un goteo de cancelaciones y aplazamientos de actos a causa de la flamante pandemia, que luego se convertiría en chorreo.
Al Festival de Jerez casi le pilla por los pelos, ya que concluyó unos días antes y salió airoso de la situación, pero el Primavera Trompetera Festival, que iba a acontecer en abril, aplazó la cita a junio que, obviamente, y visto lo visto, no se celebró. Y así será hasta 2022. No es el caso del certamen flamenco jerezano, que se ha presentado esta semana y que tendrá lugar en el próximo mes de mayo.
Y así comenzó la paralización de la programación cultural presencial. El vértigo a una situación nueva y a una amenaza invisible entraron en nuestras vidas y empezaron a cambiar la forma de ver cada día.
Artistas de todo tipo veían (y ven aún) cómo sus agendas se iban cayendo. Y ahora, ¿qué? Sin capacidad de movimiento en el exterior, la solución había que buscarla dentro. Y así, el mundo digital abrió una gigantesca puerta y todas las ventanas de un castillo a que las propuestas artísticas que se habían quedado congeladas pudieran salir del confinamiento, llegar a las casas vía telemática. Era (es) una forma de mantener con vida a la cultura, en cierto modo, aunque el batacazo económico en general haya sido brutal. De hecho, por ello surgió el movimiento Alerta Roja, un colectivo de ámbito nacional que pretende dar visibilidad a la preocupante situación del sector de la música y espectáculos en vivo.
“En realidad, estar en mi casa encerrado trabajando es la vida que hago siempre”, decía entonces el compositor jerezano Manuel Alejandro, que aprovechó este encierro para terminar el libreto del que será su primer musical, ‘Amor a mares’, que en tono de comedia repasará su vida a través de veinte de sus canciones. El jerezano iba a ser nombrado Hijo Predilecto de Jerez en el Teatro Villamarta el 17 de abril de 2020, acto que se aplazó finalmente a este pasado 28 de noviembre, a lo que se sumó un homenaje además de la mano del XVIII Festival de Música Española de Cádiz ‘Manuel de Falla’.
Sin embargo, la cultura fue ganando adeptos, se leía más (aunque no siempre buena literatura), se veían más películas, series... por eso de estar tanto en casa. Se programaron numerosos conciertos 'caseros' online, lecturas literarias, clases de flamenco, conferencias... todo lo que las redes dieran de sí. Fue Internet, para muchos, un recurso para subsistir.
Hasta el Día del Libro fue virtual, con 'El Quijote en casa', con actividades organizadas por el Ayuntamiento junto al sector y otras entidades, porque el libro nunca deja de ser protagonista.
Tras el fin del confinamiento, el Villamarta presentaba su búnker programación de la nueva temporada 2020-2021
, para garantizar que "la cultura es segura". Y se fue desarrollando como pudo (y como puede), atada a las diferentes restricciones que se iban estipulando por la Junta de Andalucía, con aforos reducidos históricos.
Por desgracia, este año de pandemia se ha llevado al presidente del Coro del Teatro Villamarta, José Ramón López, fallecido hace semanas atrás por coronavirus. También, al guitarrista Juan Parrilla.
También acataron normas las salas de exposiciones, bibliotecas, que adaptaron horarios; la Academia San Dionisio, Ateneo de Jerez, Fundación Caballero Bonald... que se reinventaron y fueron amoldando las programaciones al mundo online y, todo hay que decirlo, con muchos seguidores. Y en este tiempo, llegó nuevo director a la Biblioteca Municipal: Ramón Clavijo Provencio se jubilaba y llegaba Natalio Benítez Ragel. Cristóbal Orellana se hacía cargo del Archivo Municipal.
Las zambombas también vieron paralizada su celebración
, hasta nueva orden, y dejaron a la Navidad jerezana sin su sonido más característico.
Una virus que desde el 14 de marzo pasado ha protagonizado canciones y libros. Un tiempo en el que han nacido discos como ‘Capricornio’, del jerezano David DeMaría, de Juan Peña 'A mi gente', Jaime Candié, Flecha Valona...
En cuanto a flamenco, la Fiesta de la Bulería se celebró en un formato reducido, al igual que otras citas, y hubo un importante recorte en la programación de las peñas.
El Tío Pepe Festival, una de las citas principales de cada verano, se reinventó para 2020, veladas que se convirtieron en noches flamencas con distancia de seguridad, de la mano de Tomasito, Macanita, Jesús Méndez y Felipa del Moreno.
Una gran noticia sin duda fue la concesión del Grammy Latino a Antonio Rey por 'Flamenco sin fronteras'; el estreno de la película 'Mi gran despedida' en el Festival de Málaga con la actriz jerezana Rocío Marín; la reapertura en julio del Teatro Real de la mano del tenor jerezano Ismael Jordi y 'La Traviata'; el Premio Nacional de Narrativa para el jerezano Juan Bonilla, la presentación en González Byass de la película 'El verano que vivimos'... o la apertura de un nuevo espacio para el arte en la ciudad, Bretón Artespacio.
Pero la esperanza es lo último que se pierde, y aunque sea una frase muy trillada, es la pura verdad. Así que, pronto estará aquí la primavera y, con ella, el deseo de que sea un poquito más alegre que la de 2020. Aún así, son muchos los artistas que reconocen que algo se mueve ya en el mundo de la cultura presencial y que sus agendas van retomando cierta actividad. Que así sea.
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