Buena acogida del singular cartel creado por Samuel Martínez

Jerez/El cartel presentado el sábado pasado y tras casi una semana de análisis por el mundillo cofrade, la opinión generalizada hacia el mismo -ya se sabe que el cartel es objeto de polémica cada año- es muy favorable a la obra que firma Samuel Martínez.

Con enorme expectación se esperaba esta obra dado que el autor no figura entre los artistas de la pintura local más convencionales o conocidos e incluso tampoco destaca por su filiación cofrade, pero sí cuenta con gran fama como tatuador y, antes, como grafitero.

Su elección como cartelista, por tanto, era toda una incógnita. Lo cierto es que a día de hoy los comentarios en las redes sociales son muy favorables. La obra toma como base principal el rostro del Santo Crucifijo sobre el que se eleva una corona de espinas en tono rojizo y unas manos en disposición de colocarla en la frente del genial crucificado. Ya en la presentación causó gran impresión y nada más correr por las redes sociales las reacciones son muy positivas tanto por parte de profanos en la materia artística como de expertos.

El Consejo acertó con su elección y Samuel Martínez dio una lección artística usando el máximo realismo como estilo de su cartel, amén de los signos que forman parte de un conjunto montado sobre negro. La Hermandad también se suma a la corriente positiva en cuanto a la aceptación de la obra.

De hecho el hermano mayor, Rafael Jorge Racero, apostilla que estamos “ante un gran trabajo y una magnífica obra” opinión que se comparte en la misma cofradía. Jorge señala que ha sido “un cartel muy trabajado por parte del autor” e incluso subraya que “desde el principio tenía la sensación de que ya había perfilado en su mente el cartel que quiso crear”.

El conocido historiador sevillano José de León reflexiona así en torno al cartel: “Mejor no podía cumplir su función. Los hospitales, las casas, los comedores, el INEM, los tanatorio a son hoy el Gólgota. En este Calvario sufren los sanitarios, enfermos y familiares en los que está presente Cristo. Como testimonio de ello surge la pintura de Pol, apelándonos, llamándonos, agitándonos para que seamos nosotros ahora quienes la completemos dándole sentido”.