Calistenia, el deporte callejero de moda al que Jerez dio la espalda
Aficionados a esta modalidad deportiva recogen firmas para que se renueve el parque urbano habilitado en la ciudad para su práctica
Piden un suelo de arena para no dejarse la piel en el intento con la gravilla del parque, cuyo equipamiento está ya muy deteriorado por el uso y el paso del tiempo
El actor Adrián Lastra dejó embobado a Pablo Motos con una exhibición de calistenia hace unos años en el plató de El Hormiguero, uno de los programas de televisión de más audiencia, con puntas de hasta tres millones de espectadores. La exhibición tuvo mucho eco en las redes sociales, en las que muchos de los que no están al día de los deportes urbanos de moda, los deportes callejeros que proliferan en parques y playas de todo el país.
En Jerez tampoco pasó desapercibida la exhibición, sólo que por entonces en la ciudad ya había un nutrido grupo de jóvenes aficionados a la calistenia, que ganó adeptos después de que el Ayuntamiento habilitara, hará cuestión de ocho años, un parque con el equipamiento necesario para la práctica de ejercicios calisténicos en la zona de Renfurbis, junto al tramo elevado de las vías del tren.
Jerez se convertía así en una de las primeras ciudades de la provincia en contar con una instalación, aunque modesta, para la calistenia, un método de entrenamiento físico muy estético que utiliza el peso del cuerpo en lugar de la fuerza bruta o la potencia para, con ayuda de barras y otros elementos, realizar dominadas, sentadillas, flexiones y todo tipo de acrobacias o ‘trucos’, como se denominan en el argot.
Con el tiempo, este equipamiento urbano se ha quedado obsoleto, además de presentar no pocas deficiencias por el desgaste y el uso, que enumeran Pablo y Sergio, dos jóvenes aficionados a la calistenia y asiduos del parque jerezano, que se quejan de la movilidad de las barras, su excesivo grosor o la mala disposición de los postes que las sujetan, entre otros.
Estos dos quinceañeros pasan horas y horas en el parque entrenando junto a otros jóvenes y no tan jóvenes –los hay de treinta y muchos años–, para lo que se tienen que turnar por lo limitado de la instalación y el auge de estas modalidades deportivas, cuya difusión en las redes no tiene fin.
Además, Pablo, Sergio y compañía se juegan literalmente la piel cuando entrenan en el parque, para el que piden un suelo acolchado o, en su defecto, una capa densa de arena en lugar de la gravilla con la que se cubrió el terreno y que deja huella en sus cuerpos en forma de heridas cuando sufren alguna caída, motivo por el que han realizado una recogida de firmas, hasta alcanzar el medio centenar, para pedir la renovación del equipamiento o uno nuevo, aunque sea en otro lugar de la ciudad.
Los aficionados a la calistenia en Jerez, donde hay incluso una asociación del ramo –Catabars Jerez Street Workout–, ven con cierta envidia como otras poblaciones de la provincia que se han sumado recientemente a la moda de los deportes urbanos o callejeros cuentan con instalaciones mucho más dignas, caso de las habilitadas por el Ayuntamiento de Cádiz en la playa de la Victoria, junto al hotel del mismo nombre, y cuyo diseño consideran un modelo a seguir.
Según Pablo, “Cádiz no contaba con ningún parque de calistenia y desde que lo abrieron, está petado; y ahora tienen más parques en proyecto”. Puerto Real, Chiclana, San Fernando y hasta La Barca de la Florida cuentan con instalaciones modernas en las que se puede realizar un completo circuito de ejercicios, no así en Jerez, donde únicamente hay barras en tres alturas, según Sergio: “la alta, la mediana en la que la barra gira y la pequeña para hacer el pino”.
El gobierno local planteó en su día incorporar un parque de calistenia al Skate Park de Chapín, el más grande de Andalucía, pero en el proyecto final, ya inaugurado, no quedó ni rastro del mismo y, pese a sus intentos, en el Ayuntamiento, hasta la fecha, nadie da la cara ni siquiera para escuchar sus quejas.
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