Cáritas atiende en Jerez a más de 9.000 personas
memoria de Cáritas 2018
Cerca del 70% demanda ayuda para necesidades básicas
La institución pone el énfasis en las dificultades para acceder a una vivienda digna y la precariedad laboral como causas de la exclusión social
Jerez/Cáritas atendió durante el pasado año a un total de 20.303 personas de la Diócesis, de las que 9.086 pertenecen al término municipal de Jerez. El director de Cáritas, Francisco Domouso, y el obispo José Mazuelos han presentado este jueves la memoria de la institución correspondiente a 2018 poniendo el énfasis en que la exclusión social se ha enquistado en la sociedad.
Contribuye a ello, según aseguró Domouso, el hecho de que el acceso a una vivienda digna se haya convertido en un derecho inaccesible para muchas personas y también en la precariedad existente en el empleo, como ha dejado claro el VII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado recientemente.
La memoria, como es habitual todos los años, se hace pública en el marco del Día de la Caridad, que este año lleva por lema 'Pon en marcha tu compromiso para mejorar el mundo'.
De las personas atendidas en la Diócesis, el 64% son mujeres frente a un 36% de hombres, lo que constata un año más que la pobreza tiene rostro femenino. En relación a la nacionalidad, el 90% de las personas que acuden a Cáritas son españoles y casi el 70% se encuentran en la franja de edad entre 30 y 64 años.
Las necesidades básicas ocupan el primer lugar en las demandas que llegan a Cáritas, con un 68,46%, seguidas por la escucha, ayuda e información (39,30%), el empleo y la formación (26,81%), ayudas para vivienda y recibos (un 20,98%) y gastos sanitarios (un 10,06%).
Por otro lado, durante el pasado año, Cáritas Diocesana, a través de sus proyectos dirigidos a mayores acompañó a 90 personas, en los de Mujer y Familia a 206, a través del programa de Infancia y Juventud trabajó con 238 menores y el proyecto de Personas sin Hogar atendió a 61 usuarios.
Domouso explicó que las cifras de personas atendidas se mueven en niveles parecidos a los de hace un año, y reconoció que aunque se intenta dar respuesta a toda la demanda no es posible debido a la insuficiencia de los recursos. No obstante, manifestó que eso no significa que se abandone a las personas ya que se producen también derivaciones a otras entidades.
El director de Cáritas fue especialmente crítico con el estado de muchas de las viviendas de las personas que atiende la institución y echó en falta la existencia de un plan de vivienda en el municipio. También denunció la burocratización administrativa de la atención social y tendió la mano a la colaboración con los servicios sociales municipales, después de que hace unos meses, Domouso mostrase su malestar por considerar que a Cáritas no se le daba la importancia y el lugar que le corresponde en base a la labor que realiza. "Creo que eso está cambiando y la intención es trabajar de forma transparente y conjunta".
También puso sobre la mesa la "invisibilidad para los partidos políticos" de las personas con bajos ingresos y en exclusión social, ya que participan menos en los procesos electorales ( en los barrios más desfavorecidos la abstención llega al 75% ) y esto provoca que "su voz desaparezca de los procesos electorales, no se les escucha", agregó Domouso.
El obispo José Mazuelos, por su parte, destacó la transparencia de las cuentas de Cáritas, admitió que "siempre queda mucho por hacer" e hizo una mención especial a los jóvenes inmigrantes que se ven desprotegidos en la calle al cumplir los 18 años. "Ahí tenemos que estar muy pendientes, porque los centros de menores no pueden estar sólo para acogerlos sino también para darles formación y que salgan de allí con un futuro. Tenemos un primer mundo en el que vivimos bien porque en parte nos hemos aprovechado un poco de ese tercer mundo y ahora tenemos la obligación de atender a esas personas".
El obispo valoró la importancia que para Cáritas tiene el voluntariado, cuyo trabajo no es cuantificable y también agradeció "la generosidad de los católicos y las personas de buena voluntad porque de esa generosidad vive Cáritas". La institución cuenta con 721 socios y donantes, 857 voluntarios, un número que se ha incrementado y 135 empresas y entidades colaboradoras.
Ingresos y gastos
Durante 2018, la institución ingresó 2.712.347 euros, procedentes en un 60% de los socios y donantes, de las colectas, las donaciones en especie, los legados y aportaciones diversas de la Iglesia Diocesana y la Conferencia Episcopal. Un 34% de los ingresos corresponden a las subvenciones públicas y el 6%, a las privadas.
Buena parte de estas aportaciones se destinaron al programa de acogida, que es en el que se atienden la mayor parte de las demandas, y en el que se invierten un 55% de los recursos. El resto se destina a los programas de empleo, a Mujer-Escuela de familia, personas sin hogar, infancia y juventud, voluntariado, mayores, colaboraciones con otros entidades y administración y servicios generales.
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