Cáritas ayuda ya a más de 7.000 familias, un 70% más que en 2008
Cada parroquia atiende una media de ocho personas nuevas al mes · Alimentos, demandas relacionadas con problemas de vivienda y empleo y ropa y calzado son las necesidades prioritarias de los más desfavorecidos
Las cifras que maneja Cáritas no pueden ser más alarmantes: más de 7.000 familias son atendidas por la institución en Jerez, unas 12.000 en todas las localidades de la Diócesis y el número lejos de estancarse sigue en aumento. Desde 2008, con el comienzo de la crisis, hasta este año, el incremento ha sido de un 70%. La mayoría de las parroquias atiende a una media de dos familias nuevas por semana y las bolsas de alimentos ya no son la única demanda de las personas que se acercan a las Cáritas. "No paran de llegar temas de desahucio", advierten desde la institución, cuyo secretario general, Juan Pérez González, no ocultaba ayer su temor ante lo que ocurrirá cuando en febrero de 2011 desaparezca la ayuda de 426 euros a los parados que han agotado las prestaciones.
Parroquias como Santa Ana prestan ayuda en estos momentos a 140 familias, cuando hace un año eran la mitad, San Pablo llega a atender a entre 70 y 80 familias cada lunes, Madre de Dios asiste a 126, el doble que el pasado año y en Santiago son ya 85 familias las que acuden a las Cáritas parroquiales, que han decidido dar sólo alimentos porque no cuentan con ingresos para otro tipo de atenciones.
Cáritas afirma que las familias "nos llegan con más de un frente y muy avanzado: retrasos en facturas, alquiler, cortes de luz". La vivienda se ha convertido en un problema importante y desde la institución lamentan la escasa oferta de casas en alquiler en todas las zonas, pero sobre todo en la zona centro "donde se ofrecen viviendas a precios elevados y en muy malas condiciones de habitabilidad. Ante esto muchas familias se ven obligadas a alquilar habitaciones que comparten con otras en una misma vivienda".
Buena parte del peso del empobrecimiento que ha causado la crisis la soportan personas mayores que se convierten en el sustento económico e incluso de vivienda de sus hijos, que en situación de desempleo no tienen ingresos y están inmersos en procesos judiciales por desahucios. La crisis ha hecho emerger además otras situaciones, según desvela Cáritas: cada vez más mujeres que no han trabajado anteriormente acuden buscando trabajo en el sector doméstico ante el fracaso de sus parejas en la búsqueda de empleo.
La pobreza tiene también nuevos rostros: los que han perdido su empleo y no habían acudido nunca a Cáritas y los que vuelven a recurrir a la institución después de haber finalizado procesos de inserción social, porque se ven excluidas de nuevo. Los perfiles, en definitiva, son variados: desde mujeres, especialmente solas con cargas familiares y mujeres inmigrantes reagrupadas, hombres que han perdido su empleo en la construcción y la hostelería, inmigrantes con autorización de trabajo, familias jóvenes con niños pequeños, mujeres mayores con pensiones mínimas que no llegan a cubrir sus necesidades básicas o inmigrantes en situación irregular .
Cáritas mantiene que, por otro lado, han aumentado las derivaciones desde los servicios sociales públicos, porque no hay suficientes ayudas económicas directas y muchos de los programas de la institución están saturados, caso de los de orientación laboral de Jerez y la campiña. "Llegan personas con formación y que acaban de perder el empleo, en muchas ocasiones vienen desesperados y al menos valoran la escucha y la atención que se les presta desde nuestros servicios".
Según un informe de la institución, en términos generales en los servicios sociales municipales el tiempo medio para concertar una primera cita o entrevista inicial es de un mes, y tras ella, la respuesta efectiva no se produce hasta dos meses después, dependiendo de las gestiones que se tengan que hacer. "En general hay perfiles que no reciben una respuesta efectiva de los servicios sociales municipales, porque se priorizan a las familias con hijos y hay tres necesidades que no obtienen respuesta efectiva: vivienda, farmacia y material escolar". Por contra, en los servicios de acogida de Cáritas el tiempo medio para concertar una cita es de un día a una semana y la respuesta es inmediata si la demanda es de urgencia.
Sólo en el primer semestre de este año, Cáritas recibió en Jerez, en sus servicios de acogida y asistencia, 16.390 solicitudes de ayuda. Las principales demandas por orden de importancia, son alimentación, vivienda, con una amplia problemática desde pago de hipotecas, desahucios, alquileres, suministros; empleo, con petición de orientación, formación e intermediación laboral y ropa y calzado o enseres en general. En esos seis meses, Cáritas gastó 176.377 euros en ayudas económicas directas, distribuidas entre 529 peticiones relacionadas con la vivienda, 7.946 de alimentos, 122 de ropa y calzado, 405 de educación y formación, 87 demandas relacionadas con el transporte, 256 para gastos sanitarios y 273 de otro tipo de peticiones.
9 Comentarios