Cáritas reclama acabar con la “triste lacra” de la siniestralidad laboral
Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 de octubre), la plataforma 'Iglesia por el trabajo decente' pone el foco en el empleo digno
Subrayan que la falta de seguridad en los lugares de trabajo es "especialmente preocupante en los empleos feminizados"
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Jerez/El aumento de la siniestralidad laboral es una de las caras de la actual precariedad laboral que viven muchas personas trabajadoras en nuestro país y en otros rincones del mundo. Frente a esta “triste lacra”, la plataforma Iglesia por un Trabajo Decente (ITD), a la que pertenece Cáritas, recuerda que la salud laboral es “un problema que requiere de soluciones colectivas”.
En su manifiesto 'Un trabajo decente tiene que ser un trabajo', hecho público con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, de este 7 de octubre, recuerda que el trabajo es siempre un "medio imprescindible para el reconocimiento de la sagrada dignidad de las personas" y nunca "un castigo para las personas". Por ello, lamenta que muchas veces algunos puestos de trabajo estén planteados "exclusivamente desde el punto de vista económico y no desde la perspectiva humana".
La situación de precariedad que sufren muchas personas trabajadoras es una de las causas del aumento de la siniestralidad. De ahí que ITD subraye que la falta de seguridad en los lugares de trabajo es "especialmente preocupante en los empleos feminizados" (limpieza, cuidados, enfermería…), ya que, "son numerosos los casos de cargas esqueleto-musculares, así como los problemas de salud mental".
El bienestar mental -señala el manifiesto- se ha convertido, según revela un estudio de ESADE, en "una de las causas prioritarias a la hora de abandonar un puesto de trabajo, seguida de la búsqueda de mejora de condiciones y las mayores posibilidades de conciliación".
Por todo esto, los movimientos promotores de ITD reclaman al Gobierno y a los agentes socioeconómicos "un trabajo en el que no sufra la salud" de las personas trabajadoras. "Exigimos, junto a otros colectivos de trabajadores, la implantación y el cumplimiento de los medios de prevención de riesgos laborales que defiendan la vida de los trabajadores", señala en el manifiesto.
Asimismo, pide a las instituciones y administraciones un compromiso de promoción del trabajo decente que evite la exclusión y la precariedad.
Dignificar el empleo
Desde Cáritas Diocesana continúan apostando por poner en marcha acciones que favorezcan la empleabilidad de las personas que acompañan. De este modo, durante el pasado año, tal y como se refleja en su memoria de actividad, desde el programa de Empleo se acompañó a 481 personas en orientación laboral, a 143 a nivel de intermediación y 155 personas participaron en 11 acciones formativas y 106 formaciones en el puesto de trabajo.
Gracias a esta inversión en el ámbito del empleo se logró la inserción laboral con contrato de trabajo del 17% de las personas acompañadas por Cáritas, 81 personas.
También se impulsó la economía social a través de la empresa de inserción Casa Común S.L.U. con 22 contratos de inserción a personas que están siendo acompañadas por Cáritas Diocesana. Actualmente, cuentan con un taller de restauración de muebles, una nave de tratamiento textil, dos tiendas Moda re- y una marca de reciclaje creativo denominada Fantoche. En el ámbito del reciclaje textil, durante el pasado año se recogieron 330 toneladas de ropa de 83 puntos de recogida en la Diócesis y se comercializaron 28.000 prendas con una segunda vida.
La iniciativa Iglesia por el trabajo Decente (ITD) comenzó su andadura en 2014 a nacional y está formada por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente "hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad".
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