Castigo por difundir una foto de una adolescente desnuda
El juez impone un año de libertad vigilada a uno de los compañeros de la menor, así como servicios a la comunidad a otros dos más que difundieron la imagen

Un año de libertad vigilada es la medida que ha impuesto el juez de Menores de la ciudad, José Miguel Martínez, a un menor jerezano por difundir la imagen de una compañera desnuda a través del teléfono móvil, haciéndola llegar a más de uno de sus compañeros.
La sentencia ha sido dictada recientemente por este órgano judicial y se puede recurrir en apelación. En ella se imponen también medidas a otros dos adolescentes, compañeros de los dos primeros, por los mismos hechos, un delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen, aunque en este caso el castigo ha sido bastante inferior, en concreto, de cuarenta horas de prestaciones en beneficio de la comunidad.
El juez considera probado que el menor sobre el que ha pesado la medida más severa había mantenido relaciones íntimas con la perjudicada, que era compañera de colegio, por unos dos años. En una determinada ocasión el acusado le pidió una foto a la adolescente en la que apareciera desnuda, a lo que en principio se negó. El menor le dijo entonces que si no se la daba, contaría a todos que había mantenido relaciones sexuales con ella. Finalmente la menor accedió tras escuchar a una amiga y le envió la foto por un teléfono móvil, "sin que en ningún momento le autorizara para difundirla o mostrarla a terceras personas". Poco después de recibir la foto, el encausado comenzó a distribuir la imagen entre varios amigos del mismo centro docente. La borró de su teléfono algunos meses después cuando se lo ordenó el director del centro, una vez supo de lo sucedido. El magistrado estima que no consiguió la foto bajo ninguna coacción, de hecho lo ha absuelto de ese delito, algo que quedó claro con las mismas manifestaciones de la joven. Ésta dijo que no recordaba nada de que el adolescente la obligara a hacer en contra se su voluntad bajo la amenaza de difundir la foto. No obstante, el menor sí es considerado por pura lógica y por indicios como la persona que puso en marcha el mecanismo de difusión y reproducción de la imagen en cuestión, de ahí que se le imponga la medida de un año de libertad vigilada que se le ha fijado.
La chica acabó cambiando de colegio al curso siguiente y, poco después de haber empezado el curso, varios compañeros del nuevo centro recibieron la imagen a través de sus móviles o bien a través de la propia Internet.
Los otros dos menores que han sido castigados también recibieron la imagen y la difundieron de alguna manera, bien con su teléfono móvil o colgándola en el messenger.
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