V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo
EL REBUSCO
Se ha solicitado una calle con su nombre. Ginés de Mafra, el jerezano que participó en la Primera Vuelta al Mundo. Dejó un relato escrito de esta aventura
Jerez/Este año del 2019 es una fecha señalada para España. Será el comienzo de una serie de celebraciones que se llevaran a cabo para conmemorar el quinto centenario de la Primera Vuelta al mundo, la que inició Magallanes en 1519, y finalizó Elcano en 1521, regresando al mismo lugar de partida, Sanlúcar.
Además del embarque en sus bodegas de buena cantidad de nuestros vinos, entre sus atrevidos tripulantes estaba el jerezano Ginés de Mafra, un avezado marino, que llegaría a ser piloto y maestre de navíos.
Lamentablemente, en su lugar de nacimiento, Jerez, el Ayuntamiento aún están considerando la rotulación de una calle con su nombre, propuesta realizada por la asociación cultural Cine-Club Popular hace más de un año.
Valga esta breve semblanza para recordar a este aventurero indómito que navegó por rutas desconocidas hasta entonces, y exploró nuevas y lejanas tierras, por primera vez, para los occidentales. De los pocos, que por aquellos tiempos, dio dos veces la vuelta al mundo.
Un pionero del Océano Pacífico, que une su nombre al de otro paisano, Francisco de Paula Marín, uno de los primeros colonizadores de las islas Hawai, donde llegó a ser consejero del rey Kamehameha I.
Este último ‘disfruta’ de una escondida calle, aún sin rotular, al lado del cementerio. Los responsables municipales no encontraron un lugar más lejano para que Jerez, y los jerezanos, le recordáramos. Esperemos que no ocurra lo mismo con Ginés de Mafra.
El jerezano (y el vino) que dio la Primera Vuelta al Mundo
De Ginés de Mafra se sabe que nació en Jerez de la Frontera en 1493, con vínculos familiares en Palos, donde residía, y casado con Catalina Martínez del Mercado. Esta población de Huelva era un gran centro de la navegación a principios del siglo XVI.
En 1519, con 26 años, Ginés de Mafra se incorpora como marinero en la tripulación del buque insignia de Fernando de Magallanes, el Trinidad, como un marinero. Su experiencia en esta singular travesía le valdría el grado de piloto.
Ginés de Mafra sería uno de los cinco sobrevivientes de la Trinidad quienes completaron la vuelta al mundo, aunque no regresaron a Europa hasta 1525-26.
Con él se alistó en la expedición otro pariente suyo de Palos, su primo Juan Rodríguez Mafra, y el hijo de éste, Diego, como paje.
El libro de bastimentos que se conserva en el Archivo de Indias da cuenta del embarque en las naves de la expedición de 253 botas y 417 odres de vinos de Jerez al coste de 594.790 maravedíes.
A mitad del trayecto, y muerto Magallanes en Mactán (una isla de las Filipinas), Elcano proseguiría el viaje hacia España en la Victoria, pero Ginés de Mafra debe quedarse en las Molucas reparando su nave junto con otras 60 personas. Tras cuatro meses de trabajo, la Trinidad zarpa también hacia España, pero no siguiendo la estela de Magallanes sino hacia las tierras españolas más cercanas, en este caso la costa del Pacífico descubierta en Panamá por Vasco Núñez de Balboa tan solo 9 años antes.
Después de cinco meses de dura travesía por el Pacífico, y al no conseguir su objetivo, deciden volver a las Molucas, donde llegarían a los siete meses de haber zarpado. Allí son interceptados por los portugueses. La Trinidad se hunde y sus ya solo 17 supervivientes son apresados.
Mafra estaba a bordo de lo que quedaba de la Trinidad cuando los portugueses lo capturaron en Benaconora, hoy Jailolo, en las islas Molucas.
Los lusos encerraron a Mafra cinco meses en una jaula en la isla de Banda, otros cinco en Malaca, ambas en Indonesia, y luego dos años más en Cochin, en la India. El jerezano prosiguió su terrible peregrinar hasta la cárcel de Limonejo, en Lisboa, de donde fue rescatado por la mediación del emperador Carlos I, junto a otros pocos compañeros de padecimientos, y devuelto a España después de cuatro años de penalidades.
Algunos de estos datos se desprenden de la documentación existentes en el Archivo de Indias, con fecha de 1527, originada de su proceso de separación matrimonial, ya que la que fue su esposa, dándole por muerto, se había casado de nuevo, y malversado los bienes que le había dejado antes de partir.
Otros viajes y lugares
De vuelta en España tuvo que hacer frente a diversos litigios, por lo que decide partir rumbo a las nuevas tierras de América, primero, y al Pacífico, después.
En 1531 lo encontramos en Guatemala, como piloto de Pedro de Alvarado, y un tiempo después se dirigiría al Perú.
Dos años más tarde regresa a las islas que descubrió con Magallanes en el Pacífico; para ello se enrola en la expedición del malagueño Ruy López de Villalobos.
Esta flota, que partió del virreinato de Nueva España el 1 de noviembre de 1542, estaba compuesta por 370 a 400 tripulantes, con cuatro navíos mayores, un bergantín y una goleta: Santiago, Jorge, San Antonio, San Cristóbal, ésta pilotada por Ginés de Mafra, San Martín y San Juan de Letrán.
Por causa de un temporal, entre el 6 y el 23 enero de 1543, el San Cristóbal se separó de la flota cuando la misma navegaba el océano Pacífico. El San Cristóbal llegó finalmente a la isla de Mazaua.
Tras muchos percances los barcos lograron de nuevo reunirse, pero fueron capturados por los portugueses. Unos 117 miembros de la tripulación sobrevivieron, entre ellos Mafra.
En ese tiempo, según indican los investigadores Mafra redactó un manuscrito sobre la circunnavegación de Magallanes y fue enviado a España por un amigo a bordo. Se embarcaron para Malaca, donde los portugueses les pusieron en un barco con destino a Lisboa. Unos treinta optaron por permanecer allí, incluyendo a Mafra. Presumiblemente terminó sus días en Malaca por su propia voluntad, aunque no tenemos la certeza de qué fue de él después. Le perdemos la pista. Su fallecimiento se fecha en 1546, tenía 54 años.
El documento permaneció en el olvidado hasta 1920, después de sufrir muchos avatares, ya que los portugueses incautaron sus papeles, con los diarios de su navegación y la ruta. Esta documentación sólo llegaron a España setenta y cinco años después, cuando los dos reinos se unieron temporalmente para ser uno solo bajo la corona de Felipe II.
La relación del viaje según Ginés de Mafra
Ginés de Mafra, hombre al que se le reconoce cierta formación, unida a una inteligencia natural y un carácter decidido, nos legó una interesante historia del primer viaje que dio la vuelta al mundo, donde él participó, sobreviviendo para contarlo.
Como hemos indicado, sus escritos no fueron descubiertos hasta varios siglos más tarde, ya iniciado el siglo XX, publicándose en 1920 con el título: Libro que trata del descubrimiento y principio del estrecho que se llama de Magallanes. (Ed. de A. Blázquez y D. Aguilera: Madrid, [s.n.]1920).
En el 2012, Mariguanos Ediciones editaría el texto junto a los de Antonio Pigafetta, Juan Sebastián Elcano, Francisco Albo, Maximiliano Transilvano, con el encabezado de La Primera Vuelta al Mundo.
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