El Centro Tecnológico del Motor: el proyecto de la discordia
Hace cinco años se anunció la construcción de un vivero empresarial junto al Circuito de Velocidad
La iniciativa ha acabado derivando en un enfrentamiento institucional entre la Junta y el Ayuntamiento
El pasado domingo se cumplían cinco años desde que la entonces presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunciara en una visita institucional al Ayuntamiento que Jerez iba a tener un “centro de excelencia e innovación del motor”. La idea era aprovechar que a la provincia de Cádiz se le habían asignado una importante bolsa de fondos europeos a través de la denominada Iniciativa Territorial Integrada (ITI) para ejecutar este proyecto por la vinculación de la ciudad a este sector gracias al Circuito de Velocidad.
Un lustro después, el organismo autonómico se ha desvinculado del proyecto; mientras, el Ayuntamiento lo ha asumido en solitario por lo que sigue buscando vías de financiación para tratar de ejecutarlo. Ahora tiene puestas sus miras en otros fondos europeos, los llamados ‘Next Generation’ encaminados a ayudar a las economías europeas a salir de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Incluso, ha contratado a una empresa para que le haga el proyecto que pueda presentar cuando salgan las convocatorias de ayudas.
El ahora llamado Centro Tecnológico del Motor se proyecta sobre unos terrenos de propiedad municipal situados frente al trazado de velocidad. En un principio se planeó un edificio que albergara las empresas y que estuviera complementado por un trazado de reducidas dimensiones para la realización de pruebas. A día de hoy es una incógnita si existe o no proyecto (solo hace unos años se mostraron unos bocetos) y lo último apuntado en una entrevista concedida por la alcaldesa, Mamen Sánchez, a este medio fue que se estaba trabajando con el “sector privado” para readaptar la idea a los nuevos fondos europeos. De hecho, ya se descartaba la pista de pruebas pues se vislumbra que la inversión no cumpla con los requisitos de los fondos europeos.
La propuesta originaria, al menos de cara a la opinión pública, fue avanzando hasta 2019. Hasta ese momento, el Ayuntamiento había tramitado una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para permitir que los suelos elegidos pudieran albergar este vivero. Mientras, la Junta incluía el entonces llamado Centro de Innovación del Motor en sus presupuestos. Para la previsión de 2017 le reservó medio millón de euros y para el de 2018, 3,2 millones.
En 2019, sin embargo, el proyecto desapareció de las cuentas autonómicas. Unos meses antes, el gobierno de la Junta de Andalucía (ya gobernada por Partido Popular y Ciudadanos) tomó la decisión de excluirlo de los fondos a ejecutar con la ITI alegando que el anterior ejecutivo andaluz no había elaborado el proyecto y que ya no daba tiempo para poder ejecutar las obras en el plazo marcado por la ITI (fijaba 2020 como límite).
Sin embargo, esta decisión fue considerada por el ejecutivo municipal como una afrenta del Gobierno andaluz a la ciudad. En su defensa, aseguró que llevaba meses en conversaciones con los anteriores responsables de la Junta para asumir la redacción del proyecto. Además, negó, y sigue negando, que las obras debieran estar listas en 2020 sino que había tiempo hasta 2023.
Eso sí, el Centro Tecnológico del Motor fue el acicate para el inicio de la guerra que mantienen ambas administraciones desde entonces. Igual suerte corrió tiempo después otro proyecto ‘ITI’ jerezanos como el sendero fluvial por el entorno del río Guadalete.
Así, mientras el ejecutivo andaluz señalaba que la Agencia Idea, en tiempos del PSOE en San Telmo había ya renunciado al proyecto al considerarlo “ruinoso” (fue el calificativo utilizado por el consejero de Economía en una comparecencia en el Parlamento en 2019), el Ayuntamiento anunciaba que lo haría por su cuenta.
Para ello, incluyó en el capítulo de inversiones del presupuesto del pasado año una partida de 300.000 euros para el proyecto de centro de innovación del motor. Ahora empezará a gastarse parte de ese importe con la contratación que se ha realizado de una consultora afincada en Madrid para que adapte el proyecto para que pueda financiarse con los ‘Next Generation’. El importe de este contrato rondará los 18.000 euros.
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