Comienza el juicio por el atentado a los caballos de Luis y Antonio Domecq

Los hermanos jerezanos se verán hoy cara a cara con la familia del rejoneador José Miguel Callejón, acusada de quemar vivos a los doce ejemplares toreros

Comienza el juicio por el atentado a los caballos de Luis y Antonio Domecq
Comienza el juicio por el atentado a los caballos de Luis y Antonio Domecq

Siete años y medio después del brutal ataque que sufrieron los doce caballos toreros de Luis y Antonio Domecq, los rejoneadores jerezanos se verán por fin cara a cara con quienes están acusados de quemar y matar a seis ejemplares de la imbatible cuadra. El juicio se celebra hoy a partir de las diez y media de la mañana en las dependencias judiciales de Toledo, término municipal en el que se produjo el asalto la noche del 1 de junio de 2001.

En la sala habrá sitio para la acusación particular, compuesta por Luis y Antonio Domecq Domecq, que estarán acompañados por José Barrios (chófer del camión) y por Manuel Mena y Cristóbal Sánchez (mozos), así como por seis testigos cuyas identidades no han trascendido.

El juez de lo Penal de Toledo va a sentar en el banquillo de los acusados al rejoneador madrileño José Miguel Callejón Martín (30 años) y a su padre, José Antonio Callejón Amorós, como presuntos responsables e inductores del incendio del camión de los rejoneadores jerezanos, así como a una tercera persona que trabajaba para la familia Callejón. Los acusados se desplazarán hasta Toledo acompañados de varios testigos. La acusación particular, la familia Domecq en este caso, va a solicitar al fiscal del caso "una pena de tres años de prisión por un delito de daños, así como indemnización por la muerte de seis caballos, otros daños y gastos y las pérdidas sufridas por no haber podido actuar en la temporada de 2001".

Tanto Luis como Antonio Domecq llegaron ayer a Toledo invadidos por "la tristeza del recuerdo de un episodio tan triste para la familia" pero con "la esperanza de que por fin se haga justicia. Esperamos que haya condena". Por eso, el señalamiento del juicio oral para el 5 de noviembre de 2008 fue una noticia muy bien acogida por la familia de los hermanos Domecq a principios del pasado verano, que sufrió un duro varapalo judicial tras el auto dictado en 2006 por el Juzgado de Instrucción de Ocaña de sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones sobre el caso. Luis y Antonio Domecq decidieron entonces interponer un recurso de apelación que la Audiencia de Toledo admitió a trámite y falló de manera favorable, por lo que la familia se aseguraba que finalmente habría juicio y sentencia.

Una vez el juez de lo Penal de Toledo dicte sentencia, fallo que en principio se hará público hoy mismo, se pondrá fin a una batalla judicial que ya dura casi siete años y medio. Todo empezó la fatídica noche del 1 de junio de 2001. El camión de Luis y Antonio Domecq fue brutalmente asaltado por una banda de sicarios colombianos e incendiado en la carretera N-IV, a la altura del término municipal de Ocaña, Toledo, mientras el conductor y el mozo de los caballos cenaban en la venta Los Amigos. Alertado por las explosiones salieron del restaurante y fue cuando se encontraron el camión en llamas en el parking. A pesar de la rapidez con la que actuaron, algunos caballos murieron fulminados en el interior del vehículo, aquellos sobre los que se arrojó los cócteles molotov. Otros tantos pudieron descender del camión con un hilo de vida, aunque en un estado dantesco y en serio peligro de muerte. Todos los animales fueron automáticamente desplazados a la vanguardista clínica madrileña Hospital Sierra de Madrid, donde se pudo salvar la vida de seis caballos.

Según las investigaciones de la Guardia Civil, que se encontró con un caso que no encontraba precedentes en nuestro país y al que bautizó como "Operación Góndola", los sicarios se equivocaron de camión. El objetivo era eliminar la competencia que suponía la cuadra del joven toledano Sergio Galán para José Miguel Callejón Martín, que por aquel entonces compartía escalafón taurino con el torero de Tarancón, y no la soberbia cuadra de los hermanos, que en aquella época no tenía rivales.

Al parecer, la banda de colombianos siguió por error al camión de los hermanos jerezanos, pues se dio la coincidencia de que esa tarde de toros madrileña Luis y Antonio Domecq compartieron cartel con Sergio Galán. De este modo, los colombianos aprovecharon la parada que los mozos hicieron en la venta Los Amigos para asaltar e incendiar el camión y darse inmediatamente a la fuga. Las investigaciones demostraron que el plan estaba escrupulosamente elaborado, pues para materializar el ataque se eligió a un menor colombiano a fin de que nadie pudiera pagar por este delito, dada la benevolencia de la Ley del Menor. Pero un contratiempo desbarató los planes. El joven colombiano de 17 años se abrasó la mano y hubo que llevarlo al hospital, hilo del que la Guardia Civil tiró con excelentes resultados.

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