Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sancionó ayer con multas que suman casi 550.000 euros a subsectores productivos del Marco de Jerez tras acusarles de pactar el precio de la uva, en una actividad que a su juicio es constitutiva de una práctica restrictiva de la libre competencia. Según pudo saber este medio, la CNC considera que en los acuerdos del Plan de Viabilidad que acordó la Junta de Andalucía para garantizar la actividad productiva del Marco de Jerez se recomendaba la fijación de un precio mínimo de garantía. Como consecuencia de la aplicación del referido Plan de Viabilidad las diferentes partes (subsectores) fueron acordando precios. Por tal motivo, Competencia abrió varios expedientes de los cuales el ayer resuelto es el tercero que se abre al sector del vino de Jerez. Para la CNC, tras investigar el proceder de Fedejerez, Asaja, Asevi, Coag, Aecovi y todos los subsectores del sector productor y comercializador, se ha producido la ya referida "práctica restrictiva de competencia".
El referido expediente, que ahora ha culminado con multas que superan el medio millón de euros, se abrió hace aproximadamente unos diez meses, después de que a unos subsectores se les abriera a primeros de año y a otros más tarde.
Lo que más ha llamado la atención -y ha levantado indignación también- es que la Junta de Andalucía no ha sido sancionada por la Comisión Nacional de la Competencia, a pesar de que este organismo considera reprobable su actuación. Es más, entiende que su actuación en este asunto constituye una infracción de carácter grave. Cabe destacar a este respecto que la Administración andaluza fue la que invitó al sector a obedecer lo estipulado en el Plan porque en caso contrario no habría ayudas.
¿Por qué no se sanciona a la Junta con la contundencia que se hace con los productores de uva y de vino? Pues básicamente porque entiende que la administración autonómica no ejerce labor comercializadora alguna y, por tanto, queda fuera de dicha actividad y su conducta no es sancionable aunque sea reprobable desde el punto de vista de la CNC.
La sorpresa, como es lógico, ha sido enorme a este respecto. No en vano, las principales alegaciones realizadas por los subsectores se basan en que cada una de las partes entendía que no había lugar a infracción y consecuentemente a sanción pues lo que se había hecho "no fue otra cosa que seguir las recomendaciones fijadas por la propia Junta de Andalucía". Otra de las alegaciones presentadas por los productores radicaba en que, a su juicio, los motivos por los que se pretendía sancionar "ya habían sido objeto de sanción en los expedientes anteriores".
El reparto de las sanciones ha venido a ser el siguiente: a la federación de bodegas, Fedejerez, se le multa con 300.000 euros. Al Consejo Regulador de las denominación de origen Jerez y Manzanilla de Sanlúcar se le sanciona con 108.000 euros de multa, mientras que a la asociación de empresas manzanilleras Arjeman, se le castiga con 24.000 euros. La asociación de cooperativas Aecovi es sancionada con 60.000 euros mientras que a la asociación de viñistas Asevi se le impone 30.000 euros y a la organización agraria Coag, 22.000. Cabe destacar se a este respecto que a la organización agraria Asaja también se le pedía multa, si bien Competencia entendió finalmente que Asevi ya forma parte de por sí de Asaja.
Una de las principales quejas que ayer se recogían en el sector hacen referencia al hecho de que las sanciones vienen a saltarse la propia filosofía de la política comunitaria basada en garantizar unas rentas mínimas a los productores.
Todos los sancionados dan por seguro que recurrirán la sentencia en las próximas semanas (tienen dos meses de plazo). A su favor, un dato: "El precio del vino no subió, que es lo que Competencia debería tener más en cuenta".
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