El Ayuntamiento asegura que hay "dos interesados" en comprar el edificio de Esteve

A la tercera tampoco ha sido posible. El Ayuntamiento sigue sin tener un comprador para el edificio de la plaza Esteve que hace décadas albergó el desaparecido IARA (Instituto Andaluz para la Reforma Agraria). La pasada semana, en una reunión de la junta de gobierno local, tuvo que volver a declarar desierta la licitación ya que no volvieron a presentarse ofertas. Ahora bien, el gobierno municipal ha asegurado a este periódico que hay, al menos, “dos interesados” en el edificio con los que, incluso, piensa reunirse a lo largo de esta semana.

Estos pretendientes no se presentaron al proceso de enajenación, cuyo plazo de entrega de ofertas concluyó el pasado día 1, por "distintas casuísticas", según explicaron fuentes del ejecutivo. Así, hay quien ha alegado que no sabía que el plazo se había retomado tras la suspensión de los procedimientos administrativos por el estado de alarma y hay quien dijo que no había podido presentar su propuesta debido a la pandemia.

Ante esta situación, el ejecutivo asegura que ya baraja la posibilidad no ya de poner en marcha una nueva licitación, que sería la cuarta, sino de proceder a una adjudicación directa con las condiciones económicas que se estableció en la última licitación realizada. Esta posibilidad está permitida en este procedimiento de procedimientos, tal y como marca la Ley de Bienes de Entidades Locales de Andalucía.

Pero, a la espera de lo que ocurra en los próximos días, por ahora ha quedado desierto el tercer intento de venta de este inmueble a pesar de que se había realizado no solo una importante rebaja económica sino también se ha dado la posibilidad de permitir la implantación de viviendas en él.

La primera vez que el Ayuntamiento lo sacó a la venta fue en 2018 a un precio de 1,7 millones de euros. En aquella primera enajenación exigía que el inmueble se destinara a un uso turístico (apartamentos) durante, al menos, 10 años. Tras este primer intento fallido, la Delegación de Patrimonio convocó una segunda licitación en 2019 rebajando el precio de salida hasta los 1,3 millones, aunque manteniendo la obligatoriedad del uso turístico del edificio. Tampoco tuvo éxito y no hubo licitadores.

Ante esta circunstancia, el ejecutivo decidió realizar un tercer intento haciendo una nueva rebaja y flexibilizando los usos que puede albergar el inmueble. De este modo, eliminaba la cláusula del uso turístico obligatorio y dejaba así que el edificio pudiera albergar viviendas ya que así lo permite el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente.

Este nuevo proceso de enajenación, que se inició en marzo, fue uno de los que se tuvo que paralizar con la declaración del estado de alarma. Eso sí, pudo retomarse a mediados del pasado mes una vez se levantaron las suspensiones de los procesos administrativos en las administraciones públicas. El plazo concluyó el día 1 y, ante la falta de ofertas, ha tenido que declarar desierta la licitación nuevamente en una junta de gobierno que se celebró el pasado jueves día 4.

El edificio lleva varios años sin uso —las últimas dependencias municipales que albergó fue la Delegación de Medio Ambiente— y el gobierno no tiene planes alternativos para este inmueble. En la venta, claro está, no están incluidos los bajos comerciales, que no son de propiedad municipal.

El gobierno local sustenta la venta del inmueble en la necesidad de cumplir con la petición del Ministerio de Hacienda de “generar ingresos por ventas patrimoniales”. De hecho, en estos días también tiene en venta otro inmueble, concretamente la bodega que alberga el Museo Taurino, en la calle Pozo del Olivar. También trató meses atrás de vender una parcela edificable en El Carrascal, aunque también tuvo que declarar desierta la licitación.