“Queremos que el desarrollo de la zona rural sea una realidad”

Jerez/Jerez ha acogido esta semana un día histórico para las mujeres de la zona rural. En concreto, se ha puesto en marcha la nueva Coordinadora de Mujeres Rurales (Coamur). Un colectivo formado por más de un centenar de asociaciones procedentes Jaén, Almería, Málaga y Cádiz. “Después de un proceso de conocimiento, acuerdos y acciones, nos decidimos a unir nuestras realidades y potencialidad para formar esta coordinadora con el fin de trabajar por la igualdad y el desarrollo rural, la convivencia positiva y la colaboración mutua”, han anunciado desde Coamur.

Entre los objetivos y por su condición de rural, han dejado claro que “velaremos por la igualdad y calidad de vida de nuestros territorios, con una postura activa de colaboración mutua con las administraciones y entidades que correspondan, asumiremos compromisos y representación de los Grupos de Desarrollo Rural”. Asimismo, “reivindicamos igualdad real entre hombres y mujeres e igualdad entre los territorios para evitar la temida despoblación rural”.

La secretaria del nuevo colectivo y presidenta de la federación ‘Sol Rural’, la barqueña Francisca Gago, recalca que el reto de Coamur no es otro que “unir las fuerzas de las mujeres rurales”. De hecho, asegura que “es la primera organización de este tipo que se hace”. Entre los objetivos a corto plazo, Gago señala que lo más importante ahora es “fortalecernos internamente” así como participar en los proyectos que pongan en marcha las diferentes federaciones y asociaciones integrantes. “El capital que tiene la coordinadora somos las asociaciones y somos nosotras las que tenemos que buscar los recursos para sacarla adelante, entre todas”, apunta Gago. Por ello, trabajarán en reuniones itinerantes y en la divulgación dentro del proceso de consolidación de la coordinadora.

“Esto es solamente el principio, hay mucha fuerza y buenas energía. Estamos para trabajar por las mujeres y para que toda la zona rural se tenga en cuenta, para que el desarrollo rural sea una realidad”, apunta. En este sentido, hace hincapié en la necesidad de que “no se pierdan los pueblos para que esto no vaya a menos, sino que vaya a más”. “No nos puede ocurrir como pasa en La Mancha o Teruel que se pierden los pueblos, porque son el granero de las ciudades, de la vida sana, del medio ambiente... No podemos dejar que se pierdan porque es una pérdida para nuestro futuro y para las futuras generaciones”.