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Dentro de la preocupación que suscita la emergencia sanitaria, el vino de Jerez ha logrado mitigar el impacto inicial de la crisis económica gracias al impulso de las exportaciones, que resisten mucho mejor que el mercado nacional el mazazo del coronavirus. Así se puso ayer de manifiesto en el pleno ordinario del vino, del que se desprende que la diversificación de mercados está ayudando a capear el temporal, entre otros motivos, porque en las exportaciones del jerez tienen más peso las ventas en el canal alimentación que en la hostelería, justo lo contrario de lo que ocurre en España, donde el cierre del canal Horeca, del que depende el 70% del consumo de vinos y espirituosos, hace mella en el sector.
El Consejo Regulador carece aún de datos sobre la evolución de las ventas en abril, primer mes completo de aplicación del estado de alarma y en el que se espera peor resultado. Pero la caída de marzo, con la primera quincena dentro de la normalidad, se mantiene dentro de lo previsto, con un descenso global respecto al mismo mes del año anterior del 27,4%. El descenso en el acumulado del primer trimestre se limita a menos de la mitad, también con el mercado español como principal artífice de la bajada experimentada en el periodo enero-marzo.
El Consejo Regulador, con la debida cautela, estima que la caída en el conjunto del año podría rondar el 30%, cifra que supera con creces el retroceso registrado en marzo en España, donde el jerez se deja un 40% de sus salidas por el cierre de la hostelería, no compensado por el leve incremento en los lineales de los supermercados –las ventas online son anecdóticas dentro de los volúmenes que mueve el sector, que cerró el año pasado en plano con poco más de 30 millones de litros comercializados–.
Las exportaciones cierran marzo, sin embargo, con un descenso mucho más moderado, en concreto del 18,5%, lo que supone un respiro para el sector, dentro siempre de la gravedad del impacto económico del Covid-19 que, sin ir más lejos, puede llevarse por delante a más de una empresa del sector, en particular pequeñas bodegas con escaso pulmón financiero y un negocio menos diversificado.
Con todo, y sin los previsibles paupérrimos datos de abril, el Consejo Regulador es optimista y, según trasladaron sus responsables a los vocales del vino, confía en la paulatina recuperación en el mercado nacional de la mano de la hostelería, aunque el inicio de la desescalada en el sector vaya al ralentí.
El repaso y la adaptación a la situación actual ocupó el grueso del pleno, el primero que se celebra en el marco del estado de alarma y que podría definirse como mixto –asistieron 13 vocales y otros siete participaron telemáticamente–. En este punto del orden del día, el plenario acordó un reajuste presupuestario de las cuentas de la institución jerezana del vino, que sufren un drástico recorte del 40% por la paralización de buena parte de las actividades de promoción y participación en eventos ya suspendidos, entre ellos Vinoble.
El recorte también viene motivado, en parte, por el cambio de estrategia, pendiente del visto bueno por parte del Ministerio de Agricultura y las autoridades europeas, para la ejecución del programa para la promoción del jerez para el trienio 2020-2022 cofinanciado por la UE y dotado con un presupuesto total de 7,5 millones de euros, de los que Bruselas aporta el 70% –por cada euro que pone el jerez, Europa aporta 2,33 euros–.
Según informó el director general del Consejo al término del pleno, César Saldaña, el acuerdo adoptado por los vocales contempla posponer buena parte de las inversiones previstas el primer año y concentrarlas en el último bienio (2021-22), de forma que se puedan reservar 1,5 de los 2,5 millones del presente ejercicio ante la excepcionalidad del escenario actual.
“Se trata de posponer las inversiones, pero manteniendo el presupuesto total de 7,5 millones de euros posponiendo inversiones a los años 2 y 3 del programa para no perder las ayudas europeas”, explicó Saldaña, quien detalló que, pese a la rigidez que acompaña al desarrollo y control de este tipo de subvenciones, el Ministerio de Agricultura entiende que, en las circunstancias actuales, cabe ser flexibles, más cuando junto al jerez, hay importantes programas de productos agroalimentarios españoles subvencionados, entre ellos el presentado por Origen España.
Dentro del reajuste, el Consejo Regulador entiende que no podían dejar pasar en blanco este año, el primero del programa, para el que en principio se mantiene la inversión de un millón de euros porque “si queremos que la economía empiece a reactivarse, hay que ayudarla, eso sí, sin gastar a tontas y a locas”. Por citar un ejemplo, entre las inversiones del primer año había una partida destinada a publicidad en cines que se pospone para mejor ocasión por razones obvias.
El pleno del vino pasó ayer de puntillas por las elecciones del Consejo Regulador, que siguen sin poder convocarse por la prórroga del estado de alarma. Cuando se anunció el orden del día del pleno ordinario celebrado ayer, aún no se había aprobado la prórroga, motivo por el que se incluyó este punto, si bien la convocatoria queda aplazada hasta que se levante definitivamente el estado de alarma, momento hasta el que las elecciones del vino seguirán en el limbo, según informó el director general del Consejo, César Saldaña.
Cabe recordar que el próximo mes de junio se cumple el actual mandato de los vocales del pleno, si bien los plazos para la convocatoria de nuevas elecciones se han visto paralizados por causas de fuerza mayor. Los vocales aprobaron ayer que, una vez culmine el estado de alarma, el Consejo Regulador convocará pleno extraordinario para iniciar el proceso de renovación del pleno.
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