Cortijo de Jara repite triunfo en los premios andaluces con más solera
La bodega jerezana de la Tierra de Cádiz se alza con sendos galardones en los Premios Mezquita El tinto 'Roble 12 meses' logra la Medalla de Oro y 'Roble 2013', la de Plata
Cortijo de Jara lo ha vuelto a hacer. La bodega jerezana prestigia a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) 'Tierra de Cádiz' allá donde quieran que vayan sus vinos, caso de los Premios Mezquita de Córdoba, el único concurso vinatero de Andalucía que se celebra anualmente desde hace veinte años de forma ininterrumpida y uno de los más prestigiosos de la escena vinícola española.
El fallo del jurado, dado a conocer días atrás, reconoce la calidad de dos vinos de Cortijo de Jara, distinguidos con una Medalla de Oro y otra de Plata en la XXI edición del concurso. El metal dorado se lo cuelga 'Cortijo de Jara Roble 12 meses', la joya de la corona de la bodega de los García Angulo, ya que fue el primer vino que sacaron al mercado, hace ahora una década, y de cuyo cuello cuelga también la medalla de bronce que se granjeó en el concurso Internacional Wine Guide entre 1479 vinos de 29 países. Este tinto con doce meses en barrica es un coupage en el que predomina la uva 'tempranillo', que ocupa prácticamente la mitad de la mezcla, cuya otra mitad se la reparten a partes iguales las varietales 'syrah' y 'merlot'.
La Medalla de Plata, cuya entrega se hará el próximo 30 de octubre en la capital cordobesa, recae en el 'Roble 2013' y redunda en el reconocimiento al buen hacer de los García Angulo, que con la anterior cosecha de este vino -la de 2012- también lograron una medalla de plata en la última edición del premio de la Asociación Española de Enólogos 'Tempranillos al Mundo' y una de bronce en el Internacional Wine Guide 2014, fruto de la acertada decisión de ampliar de cuatro a seis meses la crianza en barrica de este tinto.
Rafael García Angulo, uno de los hermanos al frente de Cortijo de Jara, la marca bajo la que comercializa sus vinos y aceites la empresa familiar Puerta Nueva, muestra su satisfacción por el nuevo éxito de sus tintos, cuya alta calidad atribuye a la madurez alcanzada por la viña en los diez años transcurridos desde que se iniciaron en el mundo del vino.
La firma jerezana cuenta en la actualidad con unas 16 hectáreas de viñedo, que comparten explotación con el olivar y los productos agrícolas en una finca de origen romano ubicada a escasos kilómetros de Torremelgarejo, en la carretera que enlaza a esta barriada rural con Gibalbín.
Según el portavoz de la familia, las ventas van viento en popa, también fuera de las fronteras españolas y, en particular, en Bélgica, Holanda y Polonia, principales mercados exteriores de 'Cortijo de Jara'. El caso, prosigue Rafael García Angulo, es que "estamos vendiendo ya más de lo que producimos", motivo por el que recientemente ampliaron en un 35% la superficie de viñedo, en la que además de las varietales tintas producen 'gwürztraminer' y 'sauvignon blanc', con la que elaboran un blanco "muy diferente a lo que se acostumbra en la zona y que está muy bueno", apunta Rafael.
Los hermanos García Angulo adaptaron los graneros y naves del cortijo para convertirlos en bodega y para iniciarse en el segmento del enoturismo, actividad complementaria que también ha experimentado un fuerte auge. De hecho, explica Rafael, de cara al Día Europeo del Enoturismo que se celebra en la primera semana de noviembre, Cortijo de Jara ha organizado una jornada de puertas abiertas en la que por primera vez cobrarán una entrada simbólica de 4 euros para no verse desbordados, como en anteriores ediciones.
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