El Circuito de Jerez vuelve a los números negros

Cerró con un positivo de 423.000 euros tras dos años en negativo por la caída de actividad por el covid-19

El gobierno asegura que se ha "normalizado" la actividad en el trazado tras la crisis sanitaria

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Momentos previos a la carrera de MotoGP celebrada en el Circuito de Jerez.
Momentos previos a la carrera de MotoGP celebrada en el Circuito de Jerez. / Miguel Ángel González

El Circuito de Velocidad de Jerez volvió a los números positivos al cierre del pasado año tras concatenar dos ejercicios de pérdidas debido a la bajada de actividad por la pandemia del covid. Según las cuentas aprobadas en la jornada de este jueves en el consejo de administración de Cirjesa, la empresa que gestiona las instalaciones de la Carretera de Arcos, 2022 cerró con un superávit de 423.206,07 euros.

De este modo, el resultado de explotación del trazado (la magnitud que no tiene en cuenta los ingresos y gastos financieros) volvió a dibujarse en negro por el incremento de la actividad tras la eliminación de las medidas restrictivas que se decretaron en ejercicios previos para contener la pandemia y que afectó al desarrollo de actividades y a la asistencia de público a este tipo de eventos.

No en vano, durante el pasado año el Circuito jerezano ingresó unos 3,6 millones de euros por la venta de entradas (el mayor volumen se produce por el Gran Premio de España de Motociclismo), una cifra muy superior a la de 2020 y 2021 cuyos importes por este concepto fueron de 32.700 y 104.000 euros aproximadamente.

Ahora bien, el trazado no ha alcanzado aún la facturación que tenía antes de la pandemia (2019 lo cerró con una cifra neta de negocios de 4,5 millones), pero, según la vicepresidenta de la sociedad y delegada de Economía, Laura Álvarez, la “normalización” de la actividad en el trazado se empezó a notar a partir del segundo semestre del pasado año. De hecho, en el informe de gestión se apunta que esto ha sido posible por una “sobreactividad durante los últimos seis meses del año” en los que el trazado “rozó el lleno de ocupación”, una circunstancia que motivó que se compensara la menor actividad que hubo durante la primera parte del ejercicio.

A lo largo del pasado año, la pista estuvo ocupada 263 días, 15 días menos que en 2021. Así, de estos, 103 fueron de tandas libres organizadas, 53 para entrenamientos de coches, 51 para entrenos de motos, 20 para carreras de motos nacionales e internacionales y 13 para competiciones de automovilismo, entre otras. El arrendamiento de la pista le supuso a Cirjesa unos ingresos de 2,7 millones de euros durante el pasado año, unos 200.000 más que en 2021. Mientras, se mantuvo la subvención de 1,5 millones de euros que anualmente realiza el Consistorio.

En cuanto a los gastos, las cuentas reflejan unos costes de 6,3 millones de euros, de los que 3,5 millones fueron para el pago de canon de pruebas (el mayor importe se lo lleva la parte que pone el Ayuntamiento del Gran Premio de Motociclismo). No obstante, el gobierno municipal destacó que se ha podido rebajar los costes al no celebrar la prueba del Mundial de Superbikes, que era deficitaria, una media incluida dentro del plan de viabilidad económica que actualmente está en vigor.

La deuda del Circuito

Las cuentas aprobadas por el consejo de administración de Cirjesa recogen que la sociedad, que continúa con la obligación de cumplir con el convenio de acreedores acordado con el Juzgado de lo Mercantil, cerró 2022 con una deuda a largo plazo de 4,5 millones. Mientras, los débitos a corto plazo pasaron de 5,2 a 5,6 millones.

En este epígrafe están incluidos los pagos pendientes con los proveedores que, al finalizar el año, rondaba los tres millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la de 2021. Durante el pasado ejercicio, Cirjesa se acogió a un nuevo plan de pago a proveedores a través del Ayuntamiento por un importe de 500.000 euros.

En cuanto a los gastos financieros, la mercantil pública tuvo que abonar unos 342.000 euros, un importe vinculado a la deuda del convenio del concurso de acreedores, además de intereses de demora emitidos por varios proveedores, según se recoge en las cuentas.

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