La demanda de paternidad afecta a la familia de Juan Galán

Jerez/El abogado sevillano Fernando Osuna es el encargado de llevar en instancias judiciales la demanda presentada por el jerezano Carlos Aguilar en un juzgado de nuestra ciudad para ser reconocido como hijo del torero y empresario ya fallecido Juan Galán, que lo acogió en su casa y cuyos hijos biológicos lo han excluido del testamento, ya que en su día no fue inscrito en el registro de adopciones.

Juan Galán, además de torero -aunque no llegó a tomar nunca la alternativa y toreó en plazas pequeñas, las llamadas ‘talanqueras’-, fue un empresario muy activo que llegó a tener clubes de alterne y fincas muy conocidas en Jerez y en otras provincias andaluzas, que al fallecer dejó en herencia a sus hijos. Precisamente el próximo día 29 de enero se cumplen dos años de su fallecimiento.

Juan Galán fue detenido en el año 2010 y llegó a ingresar en el centro penitenciario ‘Puerto 2’ acusado de pertenecer a una red de explotación sexual desarticulada por la Guardia Civil en la denominada ‘Operación Toscana’, en la que también fue detenido su hijo y ex torero Juan Pedro Galán. La causa fue finalmente archivada 8 años después.

Fernando Osuna, natural de Écija y nacido en 1954, y que defiende ahora la demanda de paternidad de Carlos Aguilar, es el abogado de los casos de paternidad más sonados de los últimos años. Sin ir más lejos, es el abogado que logró que un juez reconociera al valenciano Javier Sánchez Santos como hijo de Julio Iglesias, fruto de una relación con María Edite Santos.

Este letrado comenzó a hacerse famoso por el caso del hijo no reconocido del terrateniente Rafael Ostos con una costurera. A continuación siguieron otros muchos casos, como el del torero Manuel Díaz, que consiguió que el juez le reconociera como hijo de Manuel Benítez ‘El Cordobés’.

Osuna abrió su primer despacho de abogados en Écija en 1981 y actualmente el bufete tiene ocho despachos repartidos por la geografía española, la mayoría de ellos en Andalucía.

Fernando Osuna ha solicitado ahora a un juzgado de Jerez que reconozca su condición de hijo de Juan Galán a Carlos Aguilar, que asegura, según su abogado, que convivió “durante más de 45 años” en el hogar del torero en Jerez, y que la madre biológica incluso tuvo una relación sentimental con su padre ‘adoptivo’.

En la demanda, el letrado sevillano recuerda que Carlos Aguilar nació en 1972, pero el padre biológico “desapareció” y la madre “tuvo que soportar todos los problemas de esa situación, agravada por no tener trabajo”, tal y como se publicó ayer en este Diario.

A los tres años, el menor salió del Hogar Infantil y el matrimonio formado por el torero y su esposa lo recogieron para trasladarlo a su domicilio, en Jerez, donde, curiosamente, al mismo tiempo empezó a trabajar la madre biológica del demandante.

A partir de entonces, según la demanda, Carlos Aguilar “convivió y fue criado como uno más de la familia” junto a los tres hijos del matrimonio, “con los que tiene un trato igual al de hermanos”.

En 1976, Juan Galán se quedó viudo y “se establece una unidad familiar” en la que “se comportará como uno de sus principales referentes afectivos y, en lo referente a todas las esferas de la vida, ejercerá todas las funciones de un auténtico padre” a pesar de no serlo biológicamente, según explica el abogado sevillano.

De hecho, según la demanda, el padre “mantuvo una relación sentimental con la madre biológica” de Carlos Aguilar, por lo que “ha ejercido las funciones de padre de forma continuada durante más de cuarenta años”.

“Además, lo ha hecho de forma pública, sin ocultar este hecho mediante su comportamiento”, destaca el abogado, quien recuerda que el niño acogido “iba al colegio con los hijos” del matrimonio “como si fueran hermanos”, por lo que “era tratado como un hijo y hermano más, sin distinción alguna”.

Los hijos deJuan Galán, que falleció en 2018, “se niegan a incluir” al demandante en la herencia de su padre, por lo que Carlos Aguilar “tiene puesto un interés real respecto al reconocimiento de la filiación, como el de la unidad y la estabilidad familiar”.