Dentro y fuera del Alcázar
Recepciones, almuerzos informales, trasnoches... el tentador programa paralelo de Vinoble
JEREZ/La vida de los profesionales que acuden a Vinoble es muy dura. El comentario en tono irónico reproduce literalmente la frase que le dijo ayer alguien del Ayuntamiento a uno de los visitantes que trasnochó la víspera en una fiesta 'outsider' organizada por Sánchez Romate, flamenco incluido, y que se prolongó hasta las tantas de la madrugada. De hecho el sujeto le confesó que alguno de sus compañeros decidieron perdonar la mañana del Alcázar para reponerse de la resaca con unas horas más de sueño y un desayuno que, por la hora a la que tuvo lugar la conversación, debía tratarse más bien de un brunch.
En estos casos viene que ni pintado, y esto es ya de cosecha propia, el 'bloody mary', que en estos días cambia uno de sus ingredientes principales, el vodka para más señas, por fino u oloroso para pasar a llamarse 'bloody sherry'. Y la combinación resulta convincente a juicio de los que ayer tuvieron oportunidad de probarlo en otra de las propuestas fuera del programa oficial, la organizada en este caso por Faustino González en su bodega de calle Barja y que reunió a un buen número de restauradores y sumilleres. Eso sí, tras el 'bloody sherry' de recepción, los invitados se entregaron a los vinos en rama de la casa (Cruz Vieja), que quitan el sentío en palabras de un sumiller madrileño.
Mientras en González Byass se presentaba también fuera de programa "el botellero más grande del mundo" -la cita también es textual y puede consultarse toda la información de este acto en la página 6-, en Díez Mérito se congregaban a mediodía distribuidores, profesionales de la restauración y amigos de la familia Espinosa, que desde que cogió la casa del Fino Imperial y el oloroso Victoria Regina ha devuelto todo su esplendor a unos vinos de cuyas excelencias hablan sus resultados en los más prestigiosos concursos.
Tapas y jereces para recuperar fuerzas en Díez Mérito, que pone el broche al encuentro informal con el 'Sherry & Tonic' elaborado con Pedro Ximénez de la firma y que comercializa bajo la marca 'Pedrino' un británico que está encantado en su primera visita a a Vinoble.
Otra británica, la Master of Wine Sarah Jane Evans, disfruta también de su estancia dentro y fuera del Alcázar. Esta apasionada de los jereces, a la que abordamos en el stand de Fernando de Castilla mientras conversa con el bodeguero noruego afincado en Jerez Jan Petersen, corrobora que el sherry despunta en el Reino Unido, sobre todos los tipos secos, auge al que se suma en los últimos tiempos, gracias al empujón del hombre Parker en España, Luis Gutiérrez, los vinos de Montilla-Moriles, que empiezan a desempolvarse su mala fama de antaño debido a los precios irrisorios a los que se vendían. Y esto al jerez le quiere sonar de algo.
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