La calidad y la cantidad de los comedores, otra vez en entredicho
Educación
Un grupo de padres y madres del CEIP La Unión denuncia la situación ante Sanidad y cuestiona el servicio que se oferta en el comedor del colegio
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Padres y madres del CEIP La Unión han denunciado la situación que están viviendo sus hijos con el servicio de comedor de dicho centro educativo. Las familias se quejan de la "mala calidad" de la comida y también de las cantidades que se sirven en algunos platos, una situación que no es nueva y que vuelve a poner de manifiesto la necesidad de cambiar de modelo.
Desde hace unas semanas, el Ampa viene advirtiendo al cátering responsable de dicho servicio, la empresa Aramark, de la situación, algo que pese a las advertencias "no se ha corregido", apuntan.
Por esta razón, muchas familias decidieron, a título personal, realizar las pertinentes denuncias ante Sanidad, que ha contestado a sus peticiones y en los próximos días "tomará cartas en el asunto", destacan desde el Ampa.
Las quejas más comunes sobre este servicio radica en "la escasez" de comida que se sirve en algunos platos, "porque se sirve lo mismo a un niño de 3 años que a uno que está en 6º de Primaria, y eso no puede ser", aseguran.
Asimismo, también han denunciado que en muchas ocasiones y en lo que tiene que ver con el consumo de fruta, "no se les da ni siquiera un plátano entero, sino que se les da la mitad porque no hay suficiente para todos, según nos dicen".
La misma historia
Este tipo de situaciones se vienen repitiendo en muchos centros educativos de la ciudad desde hace años. Los más recientes tuvieron lugar en 2019 en el CEIP Gloria Fuertes, cuyo caso saltó incluso a la pequeña pantalla con la aparición en un programa del mediático cocinero Alberto Chicote.
En 2023, por contra, también con la misma empresa, Aramark, fue el colegio Pablo Picasso de Estella quien denunció, a través de su ampa, "las deficiencias" que se estaban encontrando en dicho servicio, llegando incluso a realizar un estudio pormenorizado de las comidas que se servían.
La empresa adjudicataria de este servicio, que controla el 80% de los centros educativos de Andalucía en diferentes lotes, esgrime su versión en que se cumple "con el gramaje establecido en los pliegos de preinscripciones técnicas y el plan Evacole".
La realidad, en cambio, "es que los niños se quedan con hambre, a veces por la mala calidad de la comida, porque no se la comen", y otras veces "por que falta cantidad".
Cambio de modelo
Desde la Federación Local de Ampas de Jerez, la Flampa, se lleva desde hace años trabajando en esta cuestión, denunciando las situaciones que se dan a diario y tratando de encontrar una mejoría a este servicio.
Sin embargo, como ellos consideran, la única posibilidad de girar hacia una mejor calidad está en la recuperación de las cocinas in situ (como ocurre en Jerez con el Manuel de Falla o el Antonio Machado) o las cocinas de gestión propia, un cambio de modelo que permita introducir novedades al respecto.
Entre las cuestiones más criticadas, que en el caso de Aramark se pueden poner como ejemplo, está en la de lejanía de los centros de producción y sobre todo la baja calidad de los productos, "porque a la hora de ofrecer pescado, se ofrece el de segunda categoría, algo que pasa también con las proteínas". "Lo ideal es que los niños comieran comida hecha en el día y distribuida a diario, pero claro en los pliegos se especifica que la distribución de los menús se deberá hacer al menos dos veces por semana y al final lo que comen es comida recalentada".
A día de hoy, muchos padres y madres de centros educativos están intentando introducir de una vez esos cambios, incluso muchos de ellos hablan de que debería haber "una mayor implicación" por parte de las direcciones de los centros a la hora de que estas empresas adjudicatarias cumplan incluso con el plan pedagógico que estipula la ley, algo que tampoco se cumple.
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