Desarrollar habilidades de cálculo

El método de cálculo abierto basado en números (ABN) nació en el curso 2008-2009, con un único grupo de alumnos de 1º de Primaria en un colegio de Cádiz. Desde entonces ha tenido una propagación extraordinaria. Cientos de docentes y miles de niños trabajan las matemáticas con esta metodología, no solo en nuestra provincia, sino en las restantes de Andalucía y en muchas provincias españolas. También se ha expandido por Hispanoamérica, especialmente por Méjico, Colombia, Chile, Argentina y la población hispana de Estados Unidos. Es posible que en el presente curso solo en la provincia de Cádiz más de cien colegios desarrollen esta forma de trabajar.

¿A qué se debe esta enorme difusión? Como ha ocurrido en tantas ocasiones, el boca a boca ha resultado determinante. Eso y las nuevas tecnologías, que permiten una transmisión instantánea de la información. Los elevados rendimientos que alcanzan los alumnos en el área de Matemáticas han sido la base del éxito. No es poco tratándose de las Matemáticas, pues no en vano es una materia que es la primera en el número de suspensos y en la actitud negativa que genera hacia sus contenidos. El método tradicional de cálculo tiene buena parte de culpa en esta situación, y por ello su renovación resulta urgente.

La actual enseñanza del cálculo está basada en el aprendizaje de algoritmos de papel y lápiz (las cuentas de toda la vida) que ya hace años que nadie usa. Consigue tres efectos difíciles de reunir a la vez: el niño no adquiere cálculo mental (que es el único que va a necesitar en la vida), no sabe resolver problemas y, por último, aparta a los niños de su práctica, cansados y aburridos de cálculos repetitivos, abstractos y carentes de sentido. El método ABN, según dicen los que lo trabajan en el aula, consigue lo contrario: que los niños alcancen una gran capacidad de cálculo, que se conviertan en unos buenos resolutores de problemas y, tal vez lo mejor, disfruten con las tareas de cálculo y que conviertan las Matemáticas en su asignatura favorita. Ello desemboca en dos grandes novedades: la desaparición de alumnos con dificultades de aprendizaje y el que, prácticamente, no suspenda nadie.

Lo más llamativo es la gran capacidad de cálculo mental que alcanzan los niños. Llaman la atención. Suelen ir un curso o más por delante del que les corresponde, pero además entendiendo lo que hacen. El ABN no elimina de las escuelas las tareas de cálculo. Todo lo contrario, subrayan los docentes. Los niños que desarrollan esta nueva metodología superan con mucho las habilidades de cálculo que adquieren los que trabajan con el método tradicional.

Para los interesados, padres y docentes, el creador del método, el inspector de educación Jaime Martínez Montero, explicará en qué consiste. El nuevo método, auspiciado por la Consejería de Educación y apoyado por la Inspección Educativa, seguro que va a encontrar en los colegios de Jerez un campo abonado para su desarrollo.