Desembalse histórico

El pantano de Guadalcacín abre el desagüe de fondo por primera vez para aliviar agua al rozar el 98% de ocupación. El Guadalete se sitúa en cinco metros tras una ligera crecida

Desembalse histórico
Desembalse histórico
F. Sánchez Zambrano

04 de abril 2013 - 07:02

No fue espectacular, porque no podía serlo. Pero el acontecimiento histórico vivido ayer en el embalse de Guadalcacín que alivió agua por vez primera en sus 18 años de vida, está cargado de una simbología enorme. Porque ese hecho insólito viene a atestiguar que la provincia de Cádiz ya no puede almacenar más agua, que está al límite. Y las previsiones meteorológicas apuntan, además, a que aún quedan por llegar nuevas precipitaciones que, incluso, pueden ser de cierta relevancia.

Precisamente por esa razón, por lo que puede estar aún por venir, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía decidió ayer de manera algo sorpresiva quitarle el tapón al embalse de Guadalcacín, el más grande de la provincia y el segundo de Andalucía, por detrás del de Iznájar (Córdoba). Terminado de construir en 1995, el mar interior de la provincia de Cádiz, como es conocido por los lugareños, llevaba casi dos décadas dedicándose exclusivamente a almacenar agua. Fue hace tres años, en abril de 2010, cuando alcanzó su récord de llenado, al rozar el 92% de su capacidad total, cifrada en 800,3 hectómetros cúbicos. Pero la alta pluviosidad registrada en la provincia en lo que va de año ha hecho que el pantano de Guadalcacín haya superado ya –y con creces– esa marca.

Sin ir más lejos, su capacidad rozaba ayer el 98%. Por ello, la Administración andaluza decretó un desembalse preventivo como medida de seguridad para garantizar el resguardo de la presa. Y aunque Guadalcacín carece de compuertas superiores –no fueron incluidas en su proyecto constructivo– sí posee dos conductos de desagüe de fondo. Y la Junta decidió ayer abrir uno de esos dos tapones, aunque, eso sí, de manera moderada.

Desde la Junta se informaba ayer que el caudal máximo que puede llegar a desembalsar Guadalcacín a través de ese desagüe de fondo es de 50 metros cúbicos por segundo, aunque el límite máximo alcanzado ayer fue de la mitad. Esta cifra de 25 ómetros cúbicos por segundo, unidos a los 11 que desde hace varias semanas se viene soltando por el canal de riego, vendrían a equilibrar los algo más de 35 metros cúbicos que viene desagüando otro pantano que también está hasta los topes, el de Los Hurones. Y es bueno recordar que toda ese agua excedente de Los Hurones llega precisamente, a través del río Majaceite, a Guadalcacín. En cualquier caso, no deja de ser llamativo que a lo largo de la jornada de ayer, y pese al desembalse de fondo iniciado en Guadalcacín, el pantano no dejó de ganar agua, ya que la aportación por la cola procedente de Los Hurones, más las precipitaciones registradas, fue mayor de lo que alivió. A última hora de ayer, el embalse rozaba el 98% de su capacidad, con más de 783 hectómetros cúbicos almacenados.

El desembalse histórico vivido ayer en el pantano de Guadalcacín provocó una subida inesperada del río Majaceite, que se une al Guadalete en la Junta de los Ríos, sin que se registraran problemas al tratarse de un desagüe controlado. Del mismo modo, la normalidad fue la nota predominante en las barriadas rurales de la zona inundable del Guadalete Bajo, en las que siguen pendientes de la evolución del río, que al cierre de esta edición rozaba los cinco metros de altura, entre medio metro y un metro por debajo del nivel de riesgo de desbordamiento.

La ligera tendencia al alza, ocasionada por los desembalses desde Bornos y Guadalcacín, y el anuncio de fuertes precipitaciones para hoy mantienen en alerta a los vecinos afectados por las últimas inundaciones, algunos, como los de los Cejos del Inglés, con dos desalojos en menos de un mes.

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