'Desórdenes Íntimos', de Manuel Delgado, llega este viernes a Espacio Abierto Jerez

La editorial independiente jerezana Prima Luce Natus, proyecto de Espacio Abierto Jerez, presentará este viernes, 26 de abril, a las 20:00 horas, en su sede, un nuevo poemario titulado 'Desórdenes Íntimos' de Manuel Delgado i Jiménez.

El autor, con sus propias palabras se define así, "nací a la ribera de un verso sonoro y enamorado, bajo el gorjeo del Genil y el Dauro. Ay de mi tierra, ay de mi Granada. Crecí acompañado de luces y colores, de ayes y de zambra. Rodeado de versadores de lunas, enamorados e ilustres por su nombre. Léanse Cernuda, Machado, Lorca, Hernández, y tantos. De ellos la ilusión y la esperanza fueron labrando, en cada gota de mi sangre, un sentimiento de soldado, que en décimas legiones aprendió a amar la vida y la palabra.

Escribiente de sones, ilusionador de amadas y en un poco de todo, enredado en mi alma, al fin y al cabo, es Granada. Con el tiempo recorrí en mil y una vuelta las tierras castellanas y andaluzas, hasta asentarme en esta campiña Jerezana. Desde niño me recreé en la palabra y desde la edad se ha ido plasmando, en los cientos de versos que, agrupados, han constituido, al momento presente, cuatro actos editados: Del árbol de la vida (2014), Poemas francos (2016), Poemario de desencuentros (2023) y Desórdenes Íntimos.

El poemario en sí trata de expresar los sentidos que se agarran en el ser humanamente herido por la soledad, abandonado de realidades, sujeto a sueños y esperanzas, por lo que fue y pudo ser en cada caso. El amor, el desamor, la nostalgia, la esperanza y la desesperanza, conviven en cada verso, deseando formar parte del ideario personal de cada uno.

Es una reflexión sobre el ser humano y sus quimeras, sus verdades íntimas y el sueño roto. Siempre con la esperanza de volver a resurgir como el ave fénix desde los infiernos más inhóspitos del alma, hasta volver a estar vivo, suficientemente vital para rearmar la soledad y recuperar la memoria personal.

Una añagaza crítica recorre cada verso. No cabe una sola lectura. Ni rápida. Hay que asentar el pensamiento y dejarse llevar por la oscura tempestad de los sentidos, dejando alcanzar la sonora soledad de cada uno.

"El verso libre. La mente inquieta. Los deseos del ser humano, vivos. Ahí dejo el interés del verso y su ruptura. A tu juicio, quedo".