Un poco de brandy es mucho

EL REBUSCO

Un destilado que salvó al sector bodeguero

La publicidad de sus marcas crearon tendencias

Antonio Pica y Jean Shrimpton, "la gamba".
José Luis Jiménez

22 de marzo 2021 - 06:00

En un cartel publicitario de los años `40 de la casa Domecq, se puede observar a un elegante personaje vestido de época, entre alegre y sorprendido, ante una botella de brandy "Fundador" que descansa sobre una bota en una vieja bodega.

El título del poster anunciador, firmado por D. Nadal, es: "Hallazgo feliz".

En clara alusión a la historia que se cuenta sobre Pedro Domecq Loustau, al que se le atribuye el honor de ser el pionero a la hora de comercializar su destilado espirituoso en 1874.

Otros nombres de bodegueros jerezanos que hay que relacionar en estos primeros años del brandy español, como fue conocido en sus inicios - el periodo comprendido entre 1874 y 1882 -, son los de Juan Vicente Vergara Lassaleta, Francisco Ivison O´Neale y Juan Hernández-Rubio y Gómez.

La autora del trabajo La industria del alcohol y el brandy en la provincia de Cádiz hacia el primer tercio del siglo XX, María Vázquez Fariñas, remarca en sus conclusiones que "a partir del siglo XX, el Brandy de Jerez viviría una etapa de expansión y reconocimiento en todo el mundo, convirtiéndose entonces en la principal bebida espirituosa de cuantas se fabricaban en España, y en la más exportada de todas las que se producían en nuestro país".

Tal fue su fama que ni el mismo Azorín pudo sustraerse a su influencia, y en 1927 escribiría una obra de teatro titulada Brandy, mucho brnady.

La genealogía de este espirituoso singular, con tantas conexiones con nuestros vinos, queda bien reflejada en el ameno libro de José de las Cuevas, Historia apasionada del Brandy de Jerez, publicado en fecha tan temprana como 1952 fue reeditado por el Consejo Regulador del Brandy de Jerez en el 2003.

Del coñac al brandy

La amplia difusión que adquirieron las revistas ilustradas, como la implantación de la Radio a finales de los años `20 del pasado siglo, hizo que las bodegas del Marco pusieran en marcha incipientes campañas publicitarias para anunciar sus brandies, bruscamente interrumpidas por la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial.

Un ejemplo de ello es el coñac Caballero, que se anunció profusamente a finales de los años 10 del siglo XX en revistas como Mundo Gráfico y La Esfera, contando para ello con la agencia de publicidad madrileña Helios.

Fátima Ruiz Lassaletta, Jesús Aguirre, y el brandy Duque de Alba.

Esto cambiaría a partir de la segunda mitad de los años `40, tal como indica Miguel Ángel Pérez Ruiz en su trabajo La transición de la publicidad española. Anunciantes, Agencias, Centrales y Medios (1950-1980): "A estas inversiones publicitarias habría que añadir otro detalle: parece que gozaron. incluso, de protección oficial en las décadas de los `40 y `50, debido a las cantidades de licor suministradas al bando sublevado, que fueron empleadas para calmar el frío e inflamar los ánimos de los soldados del frente. Cuatro marcas, muy conocidas y habituales en los hogares españoles, realizaron los mayores desembolsos publicitarios: Centenario -de Terry, Fundador -de Domecq, Veterano -de Osborne, y Soberano -de González Byass. En segundo lugar, algo más rezagados se situaban Decano, - de Caballero, 103 de -Bobadilla, Felipe II - de Agustín Blázquez, Espléndido de -Garvey - y Cinta de Oro -de Emilio Lustau".

Por su parte, Antonio Checa Godoy, en su aportación en el libro colectivo La comunicación en Andalucía (2011), se lamenta de la nula presencia en Andalucía de las empresas responsables de las campañas millonarias para promocionar los brandies del Marco: "En 1957 doce casas del Marco de Jerez, con 13 de marcas, invierten, solo en prensa, por encima de los 2 millones de pesetas de la época. En 1962. esa cifra se ha triplicado. Pero la mayoría de esas campañas están en manos de agencias de ámbito estatal, a veces sin presencia alguna en Andalucía: Alas realiza la de Fundador; Rasgo, la de Soberano; Gisbert, la de Terry; Publinsa, la de Alvear; Lledó, la del Felipe II (de Agustín Blázquez)".

Por nuestra parte añadir que la cuenta de Garvey la llevaba también Gisbert, y más tarde, con Rumasa, su propia agencia, Publicidad 2000.

Del periodo de Rumasa es el anuncio interpretado por la pareja cómica Tip y Col para el brandy Espléndido.

La irrupción en España de la televisión, en 1956, será un medio de comunicación hábilmente explotado por las marcas más importantes de aquellos años.

En 1958 España contaba con 7.605 aparatos de televisión. Dos años después, en 1960, el número de receptores se había casi multiplicado por cuatro. En 1970 había en el país más de cinco millones. El aumento de aparatos, con ser alto, no creció de manera tan extraordinaria como la inversión publicitaria en el medio, que pasó de 85 millones de pesetas en 1960-61, a casi 8000 millones en 1974-75.

Consideremos que en 1970 el primer anunciante privado en TVE era el Veterano de Osborne, con 48´8 millones de pesetas, por encima de Coca-Cola.

El brandy se mueve

Durante muchos años al Brandy de Jerez se le ha conocido con el nombre de coñac, la versión españolizada del afamado espirituoso francés cognac, cuya apelación está protegida con denominación de origen desde el año 1909.

En España se creó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen "brandy de Jerez" en 1989. Debido a la relevancia que adquirió esta bebida a lo largo del siglo XX. La denominación Brandy de Jerez se reconoce el 4 de octubre de 1985 y el Reglamento se aprueba el 6 de agosto de 1987. El primero que se creaba en España para una bebida espirituosa, y la quinta en europea con denominación geográfica reconocida.

Su primer presidente fue (y lo es actualmente) Evaristo Babé Romero, y como secretario general, Ricardo Rebuelta, que lo fue hasta el 2010.

Un intenso trabajo llevado a cabo en estos más de treinta años en defensa de este singular aguardiente obtenido de la destilación del vino Peñín publicaría en 1993 la Guía del brandy de Jerez, y el propio Consejo realzaría la imagen del producto con El brandy de Jerez (1995), de Vicente Fernández de Bobadilla, que tuvo una edición revisada y ampliada en el 2002, con un nuevo formato y mayor contenido gráfico.

Al cumplir su treinta aniversario, en el 2018, se presentó El libro del brandy de Jerez, una atractiva publicación que ofrece un ameno contenido sobre esta bebida de calidad excepcional.

Ejemplar de la revista Brandy de Jerez.

El Consejo tendría su propia revista corporativa, Brandy de Jerez. Entre 1990 y 1999 vieron la luz unos veinticinco ejemplares.

Durante estos años, el Brandy de Jerez se ha ganado una reputación entre sus adeptos, bien para disfrutarlo solo, o en combinados. Incluso como condimento gastronómico.

Una buena parte de ese imaginario, botellas, etiquetas, carteles, propaganda, y todo tipo de artículos de souvenirs, relacionados con el Brandy de Jerez han sido recopilados durante años por el coleccionista de Logroño, Roberto Amillo, en su Galería del jerez, inaugurada el pasado año. No contento con ello ha elaborado su propio brandy solera gran reserva.

El brandy en la pequeña pantalla

Los `60, y parte de los `70, serán los años gloriosos de la publicidad de los brandies elaborados en las bodegas del Puerto y Jerez.

Osborne encargaría al mismísimo Salvador Dalí el diseño de la botella y etiqueta de su selecto brandy Conde de Osborne. Corría el año 1964.

Parece ser que en el contrato incluía la grabación de cuatro anuncios para la televisión, pero para el más popular de su gama, el Veterano. El rodaje se llevó a cabo en los Estudios Moro, siendo emitidos por la televisión en 1965.

Los hermanos Moro, Santiago y José Luis, serían los responsables de otros éxitos publicitarios para diferentes marcas de las bodegas jerezanas.

Uno de ellos fue el que anunciaba Veterano con aquello de "tiene eso". La pareja formada por el modelo jerezano, Antonio Pica y Elena Balduque, sería la que más años se mantuvieron en televisión española con esta campaña publicitaría; de 1966 a 1968.

Para Domecq crearían al simpático personaje de animación don pedrito, también conocido como el zapatones, que durante los años `60 sería la mascota de Fundador del disco sorpresa con aquello de "está como nunca".

En 1967, y con la agencia del director de cine José Luis Borau, El imán, los Moro brindarían a Domecq otro gran éxito con lo de "Redondo es el sabor de Fundador". En ello jugó un papel importante el juvenil rostro de modelo norteamericana, Patty Sheppard.

Menos afortunado estuvieron cuando la agencia Rasgo, que tenía la exclusiva con González Byass, les propone a los Estudios Moro el anuncio conocido como La pitonisa, interpretado por la presentadora Laura Valenzuela.

Tanto este, como el del Soberano es cosa de hombres, representaban el status al que el franquismo sometía a las mujeres. Eso no fue óbice para que la campaña, y la modelo, Montserrat Betrian Hidalgo, recibieran en 1967 los premios popularidad y publicidad instituidos por el diario Pueblo.

Ese mismo año llegan a España la modelo más cotizada del momento, la inglesa Jean Shrimpton, conocida como La gamba, y el actor Roger Moore.

Vienen para anunciar el brandy Soberano, ella, y el 103, de Bobadilla, él. La gamba se embolsará 750.000 ptas. de aquel tiempo, y el "Santo" recibirá de la agencia Carvis diez mil dólares.

La misma Bobadilla contaría, unos años después, con una madura Ursula Andress (ex-chica Bond), para su etiqueta negra 103.

Las bodegas compiten unas con otras para ampliar las cuotas de mercado, y las agencias en su creatividad. Y en esto que el fotógrafo catalán, Leopoldo Pomés, asociado con la agencia Tiempo/BBDO, desembarca en El Puerto de Santa María en los primeros años de los `60.

Nico y el Centenario Terry.

El lema de Terry me va...usted sí que sabe, se repetirá como una cantinela por todos los bares del país, y los parroquianos embelesados, tanto por la atractiva rubia que pone su rostro junto a la botella, como por la salvaje amazona que cabalga, melena al viento, a lomos de un caballo cartujano. Dos nombres emblemáticos los de estas modelos: Nico (Christa Päffgen), con su acompañante masculino, Hans Meyer, y Margit Kocsis.

Antes de la llegada de Roger Moore, Carvis diseñó para Bobadilla una amplia campaña con la expresión "la próxima vez 103" o "103, un brandy con ángel", donde un simpático angelito animado revoloteaba en torno a una atractiva morena. Más tarde vendría: "¿Qué hora es?. Es la hora 103".

Otro rostro de joven rubia, pero esta vez catalana, será el de Teresa Gimpera, para el brandy Valdespino, con la agencia Balena.

El aspecto más varonil lo aportaron los campeones del boxeo de Urtain y Pedro Carrasco, que en 1970 fueron la imagen del Soberano. Impensable en estos tiempos.

A principios de los ' 70, concretamente en 1972, Gisbert se hará con la cuenta del brandy Espléndido, de Garvey. Al lema “Trasplántese a Espléndido”, se sumaba la genialidad en el dibujo del polifacético Manuel Summers. Aquel mismo año la campaña recibía uno de los premios a la mejor campaña de publicidad otorgados por el Diario Pueblo. El dibujo animado del perrito con acento andaluz llamaba la atención.

El lema que da título al artículo, "un poco de brandy es mucho" se hizo popular a principios de los `70 con motivo de la campaña ideada por Marçal Moliné para el brandy Magno de Osborne.

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