Emotivo homenaje a Álvaro Domecq Romero en el colegio salesiano Oratorio Torres Silva
El rejoneador e hijo predilecto de Jerez recordó el 75 aniversario del estreno y bendición del campanario
Este viernes, si el tiempo lo permite, se celebra una zambomba familiar benéfica en el Oratorio Festivo
El Oratorio, más festivo que nunca
Jerez/Dentro de los actos que conmemoran los 75 años de apertura del Colegio Salesiano Oratorio Juan Torres Silva y la llegada de los Salesianos a nuestra ciudad, se ha realizado un homenaje a Álvaro Domecq Romero, hijo del también ilustre rejoneador y alcalde Álvaro Domecq y Díez, benefactor de la Obra Salesiana, que gracias a su aportación económica pudo concluirse su construcción que comenzó en 1939.
En aquel momento fue una labor social de renombre, ya que se contribuyó a culturizar y alfabetizar a jóvenes de las clases más desfavorecidas de nuestra ciudad, en los difíciles tiempos de la postguerra. Del mismo modo que se impulsó el crecimiento integral de cientos de jóvenes, hoy en avanzada edad, que aún permanecen ligados con el carisma salesiano y muy agradecidos con la congregación salesiana.
Fue un 7 de diciembre de 1947, cuando Álvaro Domecq Romero, con apenas 7 años, tras la bendición por Juan Torres Silva de la espadaña que culminaba la peculiar edificación, en perfecta consonancia con las construcciones bodegueras del entorno, en equilibrio, tañó repetidamente la campana que 75 años después ha vuelto a repicar manualmente al compás marcado por nuestro Hijo Predilecto, acompañado en esta ocasión de salesianos, docentes, antiguos alumnos de aquella época y familiares, herederos del mismo espíritu que erigió en aquellos tiempos esta obra salesiana.
Antes, en la capilla, tras la celebración de la Eucaristía escolar por la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, se le han entregado a Álvaro Domecq Romero varios detalles: una fotografía enmarcada tomada hace 75 años tiñendo la campana; una réplica en miniatura del gran azulejo en honor a su padre que se encuentra en el patio del centro educativo y una maqueta de la espadaña, campanario y veleta. Veleta en la que también aparece el benefactor rejoneando un toro de lidia, emblema de las celebraciones del 75 aniversario de la obra.
El Centro Educativo y la Familia Salesiana le están muy agradecidos a la familia Domecq, que impulsó el camino y la labor formativa de los salesianos de Don Bosco en nuestra ciudad, hoy presentes en dos presencias, y así han querido materializarlo en este día, homenajeando al Hijo Predilecto de la ciudad y del mismo Oratorio, ahora que recientemente la UNESCO ha querido honrar el oficio del campanero.
El Oratorio Festivo continuará este viernes haciendo honor a su apodo, con la celebración de una zambomba familiar benéfica, si la lluvia lo permite, con degustación de distintos platos y bebidas a precios populares y actuación de muchos grupos que animarán la fiesta hasta bien entrada la noche, desde las dos de la tarde, con la participación de todos los alumnos que aportarán su granito de arena cantando un villancico por curso a primera hora de la tarde.
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