El mercado del boca a boca digital

¿Quién no ha buscado alguna vez en su círculo familiar o reunión de amigos una recomendación sobre un restaurante, una tienda de ropa o un destino al que viajar?. Internet hizo del boca a boca tradicional una poderosa herramienta de marketing digital y Pablo García de León, emprendedor jerezano afincado en Madrid, le dio otra vuelta de tuerca para convertirlo en la piedra angular de ‘Frinket’, su proyecto fin de carrera que decidió llevar a la práctica.

‘Frinket’, acrónimo de friends y market, es lo que su propio nombre indica, un mercado de amigos en versión digital que, según este joven ingeniero de Telecomunicaciones, se diferencia de otros ‘market places’ en la fusión de la tienda on line con una red social en la que consumidores y vendedores se relacionan como en un “boca a boca digital”.

‘Frinket’ comenzó a funcionar en abril del año pasado y con muy buen resultado hasta la fecha, explica este joven emprendedor, quien detalla que el signo distintivo de su proyecto es la comunidad que se crea alrededor de este mercado digital, en el que “los compradores intercambian impresiones sobre los productos a la venta como en una comunidad familiar o de amigos”. “Es como un Amazon mezclado con Facebook, pero 100% español”, añade.

Este tipo de comunidades entre personas que suelen tener gustos afines o entre prescriptores –influencers en el mundo digital– y sus seguidores ofrece un plus de confianza, indica el CEO y cofundador junto a otros dos socios, también de Jerez, de ‘Frinket’, que se caracteriza por su amplia oferta de productos únicos y diferenciados ‘made in Spain’, con un toque innovador.

Moda y accesorios, alimentación y bebidas, y hogar y arte forman la columna vertebral de los productos que se venden en este ‘market place’, en el que también se pueden encontrar, entre otros, artículos de salud y belleza, para animales... La oferta comprende, por ejemplo, salsas elaboradas con vinagre de Jerez de la empresa jerezana Quiole, gazpacho de la firma sevillana Majao, barritas energéticas de harina de grillo o ginebra con taquitos de aloe vera.

“La variedad es importante”, afirma García de León, quien puntualiza que, por norma general, los vendedores en ‘Frinket’ son también emprendedores o ‘start ups’, en resumidas cuentas, “empresas jóvenes, ya sea porque están empezando –tiene de dos a cinco años de media–, ya sea por el perfil del consumidor al que se dirigen”.

Mientras otros market places cobran una cuota mensual a los vendedores, ‘Frinket’ sólo percibe una comisión por venta, luego no supone gasto añadido alguno para los emprendedores que se inician en el comercio electrónico y para los que sirve de trampolín. “Frinket gana cuando el vendedor gana, y tampoco hay permanencia”, significa García de León, quien entre otras ventajas cita que su plataforma proporciona comunicación de marca en redes sociales, hacen mailings para dar a conocer nuevas incorporaciones y novedades de los vendedores, tienen apariciones en medios de comunicación...

Y para el comprador, el único coste es el de las compras que realice, es decir, tiene “coste cero”, pues sólo requiere registrarse.

Superada la fase inicial, “ahora es momento de acelerar el proyecto con la búsqueda de nuevos socios que aporten experiencia y capital”, explica este joven emprendedor, que de momento cuenta con el respaldo de medio centenar de tiendas y un millar de usuarios registrados en la plataforma, aunque su objetivo pasa por llegar a los diez mil a final de año.