Energía en estado puro
Mal empezamos el curso, el verano nos ha privado de algunos compañeros que han sido referencia insoslayable. Todavía no nos habíamos recuperado de la pérdida de Nacho, cuando nos quedamos sin Miguel.
Según nos contaron, las leyes de la física dicen algo así como que "la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma". La vocación didáctica se tiene y nos transforma. Miguel Hernández Zarandieta nos ha enseñado (algunos hemos tenido la inmensa oportunidad de ilustrar sus explicaciones en libros y artículos) y nos ha preparado para continuar el camino con interés investigador, capacidad crítica y observadora y grandes dosis de ingenio.
'Cuando el Sol se apague', así titulaban un artículo Miguel y Montse. Ahora, cuando ese título se nos antoja apropiado por el sentimiento que nos embarga, tenemos que recordar los momentos luminosos que nos ha dejado y sentir que su espíritu emprendedor y perseverante nos acompaña en todo momento.
Tenemos sus libros, sus experiencias didácticas, sus publicaciones para el Centro del Profesorado y en las páginas de este Suplemento de Educación.
Tenemos sus ejemplos y trayectorias, nos quedan sus líneas de investigación y su capacidad de organizar y coordinar equipos de trabajo y la fuerza y el tesón con el que se dedicaban a preparar las experiencias con las que hacían que el alumnado atendiera asombrado y el resto del profesorado valoráramos su entrega.
Vocación y entusiasmo, creatividad y constancia. Fuerza.
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