España da la cara por el jerez
Las ventas de vino en enero remontan un 8% en el mercado nacional, que mantiene el tipo en el último año con un ligero descenso del 3%, mientras Reino Unido y Holanda dan un respiro a las exportaciones
El mercado español se ha convertido en el principal aliado de la industria vinatera de Jerez para amortiguar el impacto de la crisis, capear el temporal que arrasa todas las actividades económicas, sin distinción. Frente a todo pronóstico, las ventas de vino de Jerez en enero en el país registran un aumento de más del 8 por ciento respecto al mismo mes del año anterior -evolución interanual-, mientras que en el acumulado de los últimos doce meses la merma se sitúa por debajo del 3%, un logro sin duda en los tiempos que corren.
No hay que llamarse a engaño. El jerez no ha tocado suelo porque la evolución de las exportaciones, que representan más de dos tercios de las ventas totales, mantienen su evolución negativa, pero el inicio del ejercicio en España -aunque sea un dato poco significativo aún-, es una buena noticia, que se traduce en un ligero descenso del 0,72% en las salidas totales de bodegas del primer mes, según los datos facilitados por fuentes del sector.
Dentro de las exportaciones, los mercados tradicionales europeos en los que se concentra la caída del jerez presentan en el arranque del año una evolución muy desigual, en la que el fuerte retroceso de Alemania solapa el descenso de la caída experimentada tanto por el Reino Unido como por Holanda, otra noticia positiva que no hay que pasar por alto.
El mejor comportamiento de los mercados británico y holandés reducen el retroceso de las salidas a Europa en el primer mes del año en curso al entorno del 4%, mientras América, con Estados Unidos como principal destino, baja un 5% y Asia se desploma con casi el 12% menos. Estos dos últimos destinos representan, sin embargo, volúmenes bastante limitados de ventas. Por tipos de vino, los jereces tradicionales sufren el castigo frente a los caldos de crianza biológica, el fino y la manzanilla, que aumentan sus ventas, al igual que los dulces.
Es un asomo de recuperación, que no de crecimiento, un soplo de aire fresco en la prolongada asfixia que sufren las ventas de los caldos jerezanos, que también restan medio punto en el acumulado del último año, para situar la caída en el 8,29% -al cierre de diciembre el quebranto era del 8,79%-, con un volumen de 42,4 millones de litros comercializados.
Europa, con 27,4 millones de litros -más de la mitad de las ventas totales- pierde en los doce últimos meses cerca del 11%, mientras el continente americano, con un volumen infinitamente menor, se deja otro 10% en el camino, al que se une la bajada del 8,5% en Asia y la del casi 3% en España, en este caso con una salidas al mercado de 12,2 millones de litros. El descenso, por otra parte, alcanza a casi todos los tipos de vino de Jerez.
En la caída generalizada de ventas, España es el mercado que mejor resiste en la larga distancia, y en la corta, en la que sería deseable que la ligera mejora mostrada por Reino Unido y Holanda se convierta en tendencia en los próximos meses.
2,3
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