La Fundación González Byass celebra la historia con el Día de los Archivos en Jerez
Patrimonio
La bodega organiza una jornada de puertas abiertas por sus fondos documentales, cargados de anécdotas y datos
Entre los documentos se muestra el libro copiador con la frase original del fundador, Manuel María González Ángel, de 1836: "No conozco negocio más bonito que el de los vinos y a él exclusivamente me quiero dedicar"
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Jerez/La Fundación González Byass se ha sumado este lunes a las celebraciones del Día Internacional de los Archivos (9 de junio) con una jornada de puertas abiertas y visita guiada por sus instalaciones con el objetivo de conocer el fondo documental y artístico que está al cuidado de la Fundación.
Los visitantes pudieron ver diversos documentos relacionados con la historia de González Byass, en los que este año se hizo especial hincapié en la vinculación con Teresa Rizo (Cádiz, 1739), primera mujer que se conoce dedicada al negocio del vino. También se mostró documentación relativa a la costumbre que existía en las bodegas jerezanas de contratar a las viudas de los trabajadores que fallecían para garantizar el sostenimiento de la familia.
La visita, guiada por Patricia Mateos y Jesús Anguita, comenzó con un repaso por la historia de la bodega González Byass con la exhibición del libro copiador con la frase original del fundador, Manuel María González Ángel, de 1836: "No conozco negocio más bonito que el de los vinos y a él exclusivamente me quiero dedicar". Él mismo compra la finca El Altillo y la Fundación conserva el plano original de 1884, que también se expuso.
Divididas en dos salas, el público fue recorriendo la documentación: legajos diversos y libros de contabilidad para retratar la historia de la viticultura en la zona y su relación con la navegación; libros originales de escrituras con compras de viñas como la 'Romano', en 1854, adquirida a Francisco Javier Romano, nieto de Teresa Rizo y Velasco.
Los visitantes también pudieron ver el libro de gastos generales, en los que aparecen, entre otras cosas, las docenas de huevos que se compran para la bodega, con el uso de las claras para clarificar el vino; libros de cuentas corrientes, por ejemplo, con Pedro Manjón, que era el dueño de la bodega Manjón, que fallece en 1865, y su viuda, Leona de Mergenila, se hace cargo del negocio. La firma la comprará González Byass.
Finalmente, se mostraron los libros de préstamos y anticipos (1885-1901), una de las pocas documentaciones que se guardan sobre el personal, en las que rezan 16 mujeres, 6 de ellas viudas de trabajadores de la bodega, que son contratadas para que sean el sostén de la familia.
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