El Guadalete se mantiene a raya

La alerta amarilla por las lluvias registradas en las últimas horas en la campiña jerezana se levantó el domingo por la tarde y la única incidencia en la zona inundable ayer era el corte de tráfico en la carretera del conocido como 'Puente Chico' en la Barca, que se mantendrá hasta hoy. El río Guadalete se fluía ayer lejos de los niveles de riesgo de inundaciones y, tras un corte puntual de tres horas, a primera hora de la mañana de ayer se reabrió al tráfico la CA-3109, que une Las Pachecas con El Portal.

El resto de carreteras de la ribera del Bajo Guadalete que suelen verse afectadas en las riadas no sufrió restricción alguna, caso de la CA-3113 (Lomopardo-Cartuja-El Portal), la CA-4107 (Torrecera-Paterna) la carretera de La Ina (CA-3110) o los viales de servicio y accesos del entorno de Las Pachecas.

Las informaciones facilitadas por el Ayuntamiento y la Junta apuntan a una situación de normalidad, también de la cota del río, que según los datos de una y otra administración, se situó ayer en 3,85 metros, caso dos metros por debajo del nivel de riesgo de desborde, establecido en 5,50 metros.

Desde la delegación provincial de Agricultura y Medio Ambiente detallaron que la lluvia acumulada en el Bajo Guadalete desde primera hora de la madrugada del domingo hasta mediodía de ayer rondaba los 64 litros por metro cuadrado, lo que provocó un aumento gradual del nivel de agua en el río a su paso por Jerez. Los marcadores de la Junta en distintos puntos del río situaban el nivel del Guadalete a su paso por La Barca medio metro sobre la lámina de agua, mientras que en La Junta de los Ríos se superaban ligeramente los dos metros y en Cartuja se alcanzaban los 3,86 metros.

Pero no hay motivo de alerta y la prueba, según explicaron desde el gabinete de prensa de la delegación territorial de Agricultura y Medio Ambiente, está en que no ha sido necesario abrir las compuertas del azud de El Portal, actuación que junto a la limpieza del cauce del río con la retirada de miles de eucaliptos y de toneladas de sedimentos, contribuyen decisivamente a aumentar la capacidad de desagüe del Guadalete para dar salida al agua en caso de que se repitan nuevos episodios de riadas.

La delegación provincial corroboró la utilidad de las medidas adoptadas con carácter preventivo por la Administración autonómica para aumentar la caja del río y eliminar gran parte de los obstáculos que, con anterioridad, dificultaban la evacuación del agua tras los desbordamientos, anegando tierras de labor y viviendas de la zona regable durante días.

En cuanto a la situación de los embalses de la cuenca del Guadalete, las lluvias aumentaron las reservas hasta rebasar ayer el 77% de ocupación, con algo más de un millar de hectómetros embalsados. El delegado provincial de Medio Ambiente, Federico Fernández, explica en un comunicado que "las lluvias de ayer -el domingo para el lector- se han producido tras unos meses de diciembre y enero bastante secos, si bien las previsiones para este trimestre señalan que será más húmedo que la media", al tiempo que subraya que "el agua embalsada garantiza el abastecimiento humano para un periodo de cuatro años y el riego para las siguientes campañas agrícolas", lo que califica de "muy buena noticia".

Desglosado por embalses, la cuenca del Guadalete arrojaba ayer una ocupación del 91% en Zahara, mientras que Bornos y Arcos se encontraban por debajo del 66%, el primero, y por encima del 90%, el segundo. Los Hurones, por su parte, rebasaba el 71% y Guadalcacín, el gigante de los embalses de la provincia, rondaba el 77%.

De momento, la Junta no tiene previsto desembalsar agua en la cuenca del Guadalete, no así en la del Barbate, donde no se descarta aligerar el agua acumulada en Celemín, que supera el 82% de su ocupación. Esta cuenca, en su conjunto, rozaba ayer el 77% de ocupación, que en términos de abastecimiento humano se traduce en dos años de garantía.