La Guardia Civil halla en las casas del clan de los Flores 5.000 euros y joyas

Los seis miembros del 'clan de los Flores' permanecen detenidos en dependencias de la Guardia Civil de Cádiz, a donde fueron trasladados, en espera de ser puestos durante las próximas horas a disposición de la autoridad judicial, que mantiene la operación, que tiene un nombre en clave, bajo secreto de sumario. Los seis presuntos delincuentes detenidos en las distintas operaciones y registros en Jerez y comarca son finalmente tres varones y otras tantas mujeres: Carmen Navarro Mesa, su hermano Serafín, José Flores Heredia y los hermanos Rafaela, Isabel y José Flores Nieto. Precisamente estos últimos son los hermanos de Manuel y Fernando, que están en prisión tras ser detenidos después de un tiroteo con la Guardia Civil en Alcalá de los Gazules el pasado verano donde falleció su hermanastro Cristóbal Flores Arenas, presunto cabecilla de la organización delictiva.

Ante el secreto de las actuaciones, no se ha concretado qué cargos pesan sobre estos seis presuntos delincuentes, aunque la Guardia Civil investiga su posible implicación en el crimen de la Junta de los Ríos, cerca de Jédula, y otras actividades delictivas.

El instituto armado intervino 5.000 euros en metálico y joyas en los dos registros desarrollados el jueves, uno en la barriada de San Juan de Dios, donde residía uno de ellos, "que no había dado problemas", indicaron vecinos, y en el bloque de viviendas sociales de la avenida de La Serrana (denominado despectivamente como "Puerto II") donde vivía la pareja compuesta por Rafaela Flores y Serafín Navarro. Los investigadores de la policía judicial de la comandancia de Cádiz han hallado también otros indicios para continuar las investigaciones que llevan meses abiertas. Al parecer, los apresados podrían ser un segundo escalón de la banda, también muy violentos, pero que no tiraban tanto de las armas de fuego como los otros cuatro sujetos.

El 'clan de los Flores' se radicó en Jerez en la década de los 90 en plena efervescencia de la droga dura. Han vivido en la Sierra de San Cristóbal, Vallesequillo II, Mopu, El Pandero y en los sitios registrados, entre otros. Procedían de Sevilla capital y localidades de esa provincia donde huyeron tras verse implicados en un ajuste de cuentas. La comisaría no los ha tenido entre su 'clientela' habitual pero, al parecer, algunos de ellos sí han sido detenidos en operaciones antidroga. Era la Guardia Civil quien les seguía la pista tras violentos asaltos en localidades rurales especialmente.