Hermanas sin fecha de caducidad

La sala Julián Cuadra del Museo Arqueológico acogerá desde el próximo día 22 hasta el 7 de diciembre una muestra sobre las localidades peruanas de Pisco y Moqueua, con las que Jerez está hermanada. Esta actividad ha sido organizada por la asociación cultural Albatros, que se creó en 1996 para, en palabras de su presidenta, Pilar Chico, "darle una continuidad al hermanamiento que Jerez tiene con distintas ciudades para que no se quede únicamente en el acto oficial que se celebra un determinado día".

Lo primero que hizo esta asociación fue recopilar la documentación sobre todas las ciudades con las que Jerez se ha hermanado desde Córdoba, siendo alcalde Miguel Primo de Rivera y de la que queda como recuerdo el monumento al potro que hay frente a la plaza de La Asunción. Luego vinieron Tequila (México), hermanamiento promovido por la bodega Domecq también antes de la democracia, Arlés (Francia) en los años 80, localidad con la que todavía se siguen haciendo intercambios. En 1993 se produjo el hermanamiento con Kiyosu (Japón), localidad que ha recibido a delegaciones de Jerez y que también ha enviado en varias ocasiones a sus representantes a esta ciudad. Se da la circunstancia de que tanto de Kiyosu como de Arlés se han hecho exposiciones en esta ciudad, en 1999 y 2001 respectivamente.

Jerez también está hermanado con Biatrriz (Francia), El Paso (México) e Iguazú (Brasil). El hermanamiento con Jerez de García Salinas en México no se llegó a hacer oficialmente y el último hermanamiento fue con los municipios de Pisco y Moqueua, en Perú. "Este hermanamiento -explica Pilar Chico- fue propiciado por el peruano Luis Montes, que se lo propuso a los consejos reguladores del brandy y el pisco (bebida peruana) y ellos lo llevaron a cabo".

El Ayuntamiento dio el visto bueno, y el acta de hermanamiento se firmó en septiembre de 2006. En agosto de 2007 se produjo en Perú un terremoto que dejó en ruinas el 70% de Pisco, y Jerez volvió a volcarse con dicha localidad. "Ante esta respuesta -cuenta la presidenta de Albatros- nos propusimos realizar una exposición sobre estas dos localidades. Llevamos trabajando mucho tiempo en ello y por fin se ha cumplido nuestro deseo".

Pilar Chico reconoce que "el Ayuntamiento, siempre que hemos acudido, nos ha atendido. En este caso ha sido el Instituto de Cultura, pero nos gustaría tener alguien directo a quien acudir siempre y que no se olvidaran de nosotros como ocurrió este verano cuando vino la delegación de Kiyosu, que no nos dijeron nada".

La exposición sobre Pisco y Moqueua va a constar de cuadros, fotografías y trajes típicos. Además, habrá cuatro conferencias también en la sala Julián Cuadra: El día 26, a las ocho de la noche, José Arcas de los Reyes dará una charla titulada 'Aportación peruana a la cocina española', el día 27 será Evaristo Babé quien hablará sobre el brandy de Jerez y el pisco, el 2 de diciembre, el cónsul de Perú en Sevilla, Humberto urteaga, dará 'Una visión de Pisco y Moqueua'. Asimismo, el 4 de diciembre Esteban Cosano hablará de sobre 'Erotismo y cerámica de Perú: Los guacos eróticos'. Pilar Chico explica que "nos hermanamos con la ciudad de Pisco por la cosecha de uva. Allí se vendimia en marzo y es una fermentación de uva tratada en alambique de cobre".

Tanto Pisco como Moqueua están situados al Sur de Lima, en la costa del Pacífico. "El nombre de Pisco en quechua -cuenta la presidenta de Albatros- significa pájaro. Allí no se conocía la uva, pero en 1535 llegaron las primeras plantaciones de viñedos llevadas desde Canarias por la necesidad que tenían de vino para la consagración. Encontraron tierras propicias y hubo una buena producción. En 1640 se fundó Pisco y en esta fundación intervinieron varios personajes de la provincia de Cádiz. Pisco ya aparece en el siglo XVI en los mapas y tiene aproximadamente 54.000 habitantes".

En cuanto a Moqueua, es una región de tres provincias, con una arquitectura del virreinato. En 1540 llegaron los españoles y la fundaron en 1541. Esta localidad cultiva también el olivo.