Merino Aranda cierra el ciclo 'Jerez, Siempre' con una última conferencia sobre la Hermandad del Santo Crucifijo

Academia Hoy

Será este martes, 6 de febrero, en la sede de la Academia, a las 19,30 horas

En torno al jerez

José Miguel Merino Aranda.
José Miguel Merino Aranda.
R. D.

06 de febrero 2024 - 05:00

Jerez/Este martes, 6 de febrero, se clausura en la Academia el ciclo 'Jerez, Siempre' que desde hace 38 años se iniciara bajo la presidencia de Francisco Fernández García Figueras, ciclo dedicado a la historia, el arte, la religiosidad y la vida de la sociedad jerezana.

En este curso ha sido dedicado al 450º aniversario de la erección de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud y Mª Santísima de la Encarnación, habiéndose programado cuatro ponencias desarrolladas en las cuatro últimas semanas.

En esta última, José Miguel Merino Aranda, médico especialista en Obstetricia y Ginecología y anterior hermano mayor de la misma, intervendrá con la conferencia titulada: '1928-1938. D. Juan de Mata y el Marqués de Domecq, de la reorganización de la Hermandad del Santo Crucifijo a la fundación de la Unión de Hermandades de Jerez'.

Se aborda en ella el proceso de refundación de la hermandad que había caído en postración a lo largo del s. XIX y su resurgimiento en 1928 gracias a la tenacidad de un grupo de cofrades liderados por dos figuras señeras de la sociedad jerezana de la primera mitad del s. XX, Juan de Mata y Pedro Domecq Rivero.

Para ello, se presenta el fondo documental del propio archivo de la hermandad de cómo se desarrolló todo el proceso y datos de los numerosos artículos que al respecto fueron publicados en los libros Jerez en Semana Santa que editó la hermandad entre 1997 y 2008.

  1. Juan de Mata y Pedro Domecq Rivero son los dos referentes no sólo del resurgimiento de la hermandad, sino de la transformación de las celebraciones de Semana Santa en la ciudad, a ellos se deben la importación de los gustos y estilos sevillanos en la conformación de las cofradías, así como la reordenación de las manifestaciones públicas de estas en la calle, mediante el establecimiento de itinerarios regulados, horarios de obligado cumplimiento y recorrido oficial para la estación de penitencia en la por entonces Real e Insigne Iglesia Colegial.

Todo ello se consiguió mediante la fundación en 1938 de un organismo regulador como fue la Unión de Hermandades, gracias también al decidido apoyo de Francisco Carlos Corona Humanes, en la fecha Arcipreste de nuestra ciudad.

Documento también todo el proceso de fundación de esta institución, los actores participantes por las distintas hermandades y las actividades desarrolladas por la misma en su primer año de funcionamiento.

Por tanto, se ha completado en este ciclo un recorrido por la existencia de nuestra hermandad en estos 450 años transcurridos, las diferentes sedes canónicas donde radicó, incluso el desarrollo urbanístico de nuestra ciudad en la época, el análisis de las ordenanzas que rigieron estas corporaciones y los distintos avatares que conformaron su existencia en las diferentes épocas de la historia.

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