Historia de un hombre que sembró el pánico
Sucesos
El homicida que puso 'bocabajo' el 'Boquerón' mató a otro en Sevilla porque le dijo que "no corriera"
José Fernando J. M. salió de permiso de la cárcel tras estar nueve años encerrado por un crimen tan vil que causa espanto simplemente narrarlo. El delito que le mantuvo casi nueve años en prisión fue apuñalar hasta la muerte a un vecino del barrio sevillano de Torreblanca porque éste le recriminó que circulara a demasiada velocidad con el coche. SE enfadaron. Había cuentas pendientes. Y las saldó. Vaya si las saldó. Lo que puede acabar con un intercambio de impresiones, acabó de la peor forma posible: con un padre de familia muerto de nueve puñaladas cerca del portal de su casa y ante la presencia de su desesperada esposa.
El hombre que fue capaz de semejante canallada es el que el pasado fin de semana fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía después de liarla 'parda' en el 'Boquerón de Plata', el más veterano de los bares del flamenco barrio de Santiago donde se celebraba una convivencia con unas guitarras, unos cantes y unos bailecitos.
Todo fue bien hasta que el homicida, que estaba incomprensiblemente de permiso penitenciario (es digno de estudio la labor llevada a cabo con él con los equipos técnicos de su prisión), decidió que había llegado el momento de desquitarse de tanto encierro. Fue entonces, tal y como narró este medio, cuando intentó abusar de una de las camareras en el WC, hirió con una navaja de 12 centímetros (arma ilegal) a la compañera que intentó ayudarla y acto seguido emprendió la huida no sin antes hacer saltar por los aires todo atisbo de fiesta desde el mismo lugar donde nacía el arte: el mismísimo tablaíllo.
Según las últimas investigaciones del Cuerpo Nacional de Policía, el hecho de que José Fernando J. M. huyera en dirección a la calle Nueva no fue casual. No en vano, en dicha calle se ha instalado un clan gitano del que reniegan los flamencos jerezanos, gente apacible que desea vivir tranquilas en sus casas tal y como lo hacen desde hace años.
Vayamos por partes, si el salvaje homicida fue a la calle Nueva es porque precisamente en dicha calle se encuentra un clan gitano procedente de Linares sin contacto alguno (al menos de forma directa con la ciudad). Curiosamente, he aquí el dato, una vez que acuchilló hasta la muerte a su víctima en el barrio sevillano de Torreblanca José Fernando J. M. huyó de la capital hispalense hasta una ciudad jiennense. Efectivamente, se trata de Linares, la ciudad de procedencia del clan recientemente instalado en la calle Nueva para desgracia de los flamencos locales.
Según pudo saber este medio de fuentes policiales, las sospechas se dirigen al clan de los 'Paquiqui', que han comenzado a instalarse en la zona "haciendo de su capa un sayo" y "renegando de todo lo que ha sido esta calle durante cientos de años".
Condenado a doce años de cárcel, volvió a ver la luz de la calle una vez cumplidos los nueve. A la vista está que lo primero que hizo en cuanto pudo salir: abusar de una mujer y apuñalar a otra.
Un detalle especialmente relevante es que durante su captura, en la que agentes del Cuerpo Nacional de Policía debieron emplearse a fondo para evitar ser apuñalados, un equipo de Televisión Española de un programa especializado en sucesos estuvo presente. La emisión del mismo, prevista para dentro de tres semanas, ha levantado verdadera expectación en el barrio.
Durante el juicio por su salvaje homicidio, el acusado afirmó que su intención era ir a arreglar las discrepancias "con el corazón en las manos". Lo que está claro es que antes de que se le conceda otro permiso (la pena se verá incrementada seriamente) va a pasar mucho, pero que mucho tiempo.
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