Horarios comerciales

COMIENZA de nuevo la campaña, por parte de algún sector de la prensa escrita, de un tema recurrente, el de los horarios comerciales. Y conviene aclarar algunos puntos para poder afrontar este tema, que tanto interesa en estos momentos, casi tanto como el de la prohibición de fumar en los bares o el de limitar la velocidad a 110 km. / hora. En primer lugar, sería de locos no tener en cuenta la situación de bajada del consumo en un importante porcentaje, lo que nos debe llevar a preguntarnos, de manera inmediata, si esta medida de aumentar los horarios comerciales está en línea con la situación actual. Todos estaremos de acuerdo, bueno, casi todos, en que aumentar el horario supone indudablemente un aumento de costes, de forma tal que "a más horas de apertura, mayor coste para la empresa". Y me pregunto: ¿Es ahora el momento, con una bajada en ventas del 4,3% durante el periodo de rebajas? Para conseguir estos índices de ventas, el comercio en general ha tenido que sacrificar márgenes comerciales y estar en rebajas y promociones casi todo el año. ¿Es lógico por tanto introducir ahora un elemento de mayor coste para las empresas en esta situación? Segundo factor a tener en cuenta: ¿Quién solicita esto? ¿A quién interesa? Los comerciantes de nuestra comunidad ya tienen libertad total de apertura desde el año 2004 y son pocos los casos en que se ha hecho uso de ella, para aumentar horarios de apertura, luego, ¿a quién interesa? El tercer factor a tener en cuenta es que la mayor amplitud de horarios debería ser cubierta mediante la contratación de más trabajadores que, por cierto, algo tendrán que decir a este respecto. Pero… si todos los formatos comerciales, y sobre todo los de mayor tamaño, han reestructurado sus plantillas prescindiendo de trabajadores, han acudido a la movilidad, etc.… ahora, con la promulgación de estas medidas ¿van a aumentar de verdad sus horarios y por tanto a contratar a más gente? Lo dudo. El comercio lo que de verdad necesita es que se aumente el consumo, punto. Este aumentará cuando haya un mejor nivel de vida, cuando la gente no esté asustada porque puede perder su puesto de trabajo, cuando los bancos vuelvan a prestar dinero y dar tarjetas de crédito, en vez de lamerse sus propias heridas o meterse en trabajos que no les corresponden; cuando baje el paro, cuando haya una seguridad y cuando se reestablezca un nivel de crédito; eso es lo que marca el sentido común. Todo lo demás debería hacernos sospechar ¿quién y para qué se quiere esta medida de ampliación de horarios?