Los Hurones y el abastecimiento
Arriba, el poblado del embalse de Los Hurones, con 32 viviendas, iglesia, bar y piscina; abajo, otra perspectiva de la presa.
LA provincia de Cádiz se benefició de la Ley de 31 de diciembre de 1945 que preveía la construcción del Pantano de Los Hurones para asegurar un caudal de 1.500 litros por segundo a la ciudad de Cádiz y todas las poblaciones que quedaban dentro de un radio de 45 kilómetros. Contemplaba, además, la construcción de otros dos nuevos embalses: Bornos y Arcos, que vendrían a sumarse al de Guadalcacín I, que se construyó en los años veinte. Estas obras acabarían con los problemas de abastecimiento de agua en la ciudad de Jerez así como de otros pueblos importantes de la provincia.
La redacción del plan de obras y de los proyectos necesarios para el desarrollo del Plan Nacional de Embalses del año 1.945, que comprendían la presa de Los Hurones, la conducción general hasta un gran depósito regulador en el Cerro de San Cristóbal y las conducciones y ramales correspondientes a las diversas poblaciones se encargó a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Construido en el término municipal de Algar, y próximo a las poblaciones de El Bosque y Ubrique, su construcción se inició en 1953 y fue inaugurado por el General Franco en el año 1.964. Constructivamente hablando se trata de una presa tipo 'gravedad', de 135 hectómetros cúbicos de capacidad. Ocupa aproximadamente 900 hectáreas que embalsan las aguas de los ríos Majaceite y Ubrique. El muro de la presa tiene la peculiaridad de estar recubierta de cantería del lugar, para mitigar el impacto visual.
Ejecutó la obras el ingeniero Vicente Aycart Benzo, cuyo nombre, dada su gran dedicación a las obras hidráulicas en la provincia, se le quiso poner a la presa, opción que finalmente se desestimó por parte del Ministerio de Obras Públicas. Lo apartado del lugar explica que para la ejecución de la presa se construyera un poblado en el que pernoctaban los técnicos y empleados de la obra, una verdadera joya arquitectónica, construida con mucho gusto; la calidad de la obra se observa incluso en los más pequeños detalles. Se compone de 32 viviendas, iglesia, bar, piscina y algunos enormes edificios, todo ello propiedad de la Agencia Andaluza del Agua, cuidado con esmero, con jardines y vistas maravillosas.
Paisajísticamente su ubicación presenta una posición privilegiada, puesto que limita con el sector occidental del Parque Natural Sierra de Grazalema y domina la zona noroeste del Parque Natural de Los Alcornocales. El lugar es de una belleza exultante.
La construcción de esta colosal obra de ingeniería originó una actuación importantísima en el Monte. En los años 50, el bosque de encinas y quejigos había prácticamente desaparecido, víctima de las necesidades de carbón que en los años 40 tenía el país. El Albarracín quedó prácticamente desarbolado y por sus laderas las escorrentías se llevaban tierra y piedras hasta el río. Para evitar la rápida colmatación de la reserva de agua de los Hurones, había que eliminar en su origen la erosión, y la manera de eliminarla pasaba por repoblar el Monte con la mayor presteza posible, con una especie arbórea de crecimiento rápido, que actuase de eficaz arma contra los arrastres erosivos hacia el río, uno de los principales surtidores del pantano de los Hurones.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir propuso la plantación de 500.000 pinos carrascos en el Monte de El Bosque, actuación que se llevó a cabo al final de los años 50 y principios de los 60. El paisaje se transformó en poco tiempo. La sierra, con los años, ha ido recuperando su verdadera naturaleza: encinas, quejigos, algarrobos, lentiscos, empiezan a enseñorearse ya de muchas zonas del Albarracín, al mismo tiempo que los pinos carrascos van cediendo terreno, una vez cumplida su importantísima misión regenerativa y afianzadora del suelo.
Como ya se ha dicho, éste embalse es la pieza fundamental del abastecimiento a la Zona Gaditana que sirve, desde su sede en Jerez a Cádiz capital y a 14 municipios: Algar, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Chipiona, Conil de la Frontera, El Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera, Medina Sidonia, Paterna de Rivera, Puerto Real, Rota, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda, Trebujena con las últimas incorporaciones de Vejer de la Frontera, Barbate y Alcalá de los Gazules, con un total de 850.000 habitantes, que en verano superan el millón.
Hasta ellos llega a través de una conducción principal de 100 kilómetros y los depósitos principales están en el cerro de San Cristóbal. Cuenta con dos Estaciones de Tratamiento de Aguas Potables, una en el término municipal de Jerez, la de Cuartillos que recientemente ha visto incrementada su capacidad de tratamiento, y la del Montañés, en Puerto Real.
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