Indignación vecinal en La Constancia por un nuevo derrumbe de un techo
La vivienda fue apuntalada ayer de forma urgente ante el riesgo de que se caigan otras del bloque La asociación vecinal anuncia movilizaciones si la Junta no firma ya un convenio de rehabilitación
Empleados de Infraestructuras del Ayuntamiento tuvieron que apuntalar ayer uno de los últimos pisos del bloque 6 de la plaza Lagartijo en la barriada de La Constancia, pendiente de rehabilitación desde hace años, tras el derrumbe de gran parte del techo de la vivienda, en la que afortunadamente no vive nadie. La familia de la propietaria del piso se encontró con la desagradable sorpresa y ante el alarmante estado del techo los propios vecinos se pusieron en contacto con la delegación de Urbanismo. El derrumbe, según contaban ayer algunos residentes del bloque, pudo producirse hace ya varios días, ya que el inquilino que vive en el piso de abajo sintió un ruido al que en principio no dieron más importancia. Curiosamente, según contó José Manuel Fernández, yerno de la propietaria, hace unos días una arquitecta de la Junta estuvo viendo la vivienda para elaborar un informe sobre su estado. "Al parecer no le debió dar mucha importancia y ahora ha pasado esto", se lamentaba Fernández, recordando que si su suegra dejó el piso fue porque "había filtraciones de agua y por los crujidos que se oían. De eso hay denuncias puestas en todos lados. ¿A qué está esperando la Junta, a que se muera alguien? ¿En qué piensan estos señores políticos? ¿Cuándo va a cumplir la Junta los compromisos que firmó?".
El suelo del salón y del cuarto de baño de la vivienda aparecía ayer lleno de cascotes del techo de escayola, que dejaba al descubierto el estado preocupante de una de las vigas. Aunque en un principio, los vecinos del bloque, donde viven seis familias, barajaban la posibilidad incluso de que tuviesen que desalojar el edificio, finalmente los técnicos de Urbanismo que acudieron a revisar el estado del inmueble, junto con agentes de la Policía Local, decidieron que era suficiente con apuntalar el techo de la vivienda, aunque se tendrán que hacer inspecciones periódicas para determinar si es necesario apuntalar también las tres viviendas de los pisos inferiores.
Los vecinos del bloque 6 no ocultaban su alarma y preocupación por un posible derrumbe escalonado de los pisos y advertían que la vivienda de la otra mano del último piso, también desocupada, se encuentra igualmente en mal estado. Lola, la vecina que vive abajo y una de las más antiguas del bloque, recordaba cuando llegó hace 57 años a unas viviendas entonces nuevas. "A mi no me gustaría marcharme de mi casa, pero si esto es un peligro..". Pilar Mateos, otra vecina, hacía memoria de los años que llevan esperando una rehabilitación que no llega. "Cada tres o cuatro meses vienen y nos dicen que los arreglos van a empezar pronto. Luego llega otro arquitecto y nos dice lo mismo y así llevamos años".
La asociación de vecinos de La Constancia mostró su hartazgo por la situación en la que se encuentra la barriada, y su vicepresidente, Juan Miguel Payán, señaló que si en diez días no se firma al menos el convenio para la rehabilitación de uno de los bloques, los vecinos saldrán a la calle. Refiriéndose a la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés y al delegado territorial, Manuel Cárdenas, instó a que "estos señores se bajen ya de la bicicleta y rehabiliten las viviendas. Que se dejen de carril-bici y se invierta ese dinero en las viviendas, sobre todo en las que se caen. Sólo estamos pidiendo lo urgente, lo que supone un peligro, no pedimos que las pinten o las pongan bonitas". Payán agregó que ya "estamos hartos de promesas, sin que se haga nada".
La indignación de los vecinos se dirigía ayer a los responsables de la Junta y más en concreto al delegado territorial de Fomento, que hace escasas fechas manifestó públicamente que la rehabilitación de La Constancia es una prioridad para su delegación. El propio Cárdenas reconocía que desde 2009 existe ya un convenio firmado por la Junta para la rehabilitación de 36 comunidades en dos años y un segundo acuerdo en 2011, junto con el Ministerio de Fomento, para ampliar la actuación durante cuatro años. Desde entonces sólo tres bloques han sido objeto de arreglos. Cárdenas señaló en diciembre que se actuará en primer lugar sobre las emergencias, aunque sin dar fechas concretas. Lo que ocurre es que después de años de abandono las viviendas están cada vez más deterioradas y en los últimos meses se han sucedido varios derrumbes de techos.
La asociación de vecinos ha remitido ya a la Junta un informe en el que se especifica la urgencia del arreglo de al menos 12 bloques, que son los que se encuentran en peor estado y donde hay siete pisos apuntalados.
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