Informe oficial: los Griesemann fallecieron por la falta de oxígeno tras la despresurización de la cabina
La Oficina Federal de Investigación de Accidentes de Alemania concluye su investigación sobre el jet privado que había salido del Aeropuerto de Jerez y se estrelló en el Mar Báltico
Un jet privado que había salido del Aeropuerto de Jerez se estrella en el Mar Báltico
Peter Griesemann, piloto del avión que salió de Jerez y se estrelló en el Báltico, un entusiasta del Carnaval
Quick Air, empresa de Peter Griesemann, especialista en aviones medicalizados
"Ante una caída de presión hay que hacer un descenso de emergencia, una situación de mucho estrés"
Jerez/Los detalles del accidente del avión privado que el pasado 4 de septiembre despegó en Jerez de La Frontera con destino a Colonia con Peter Griesemann a los mandos y acabó estrellándose en el mar Báltico tras 3.500 kilómetros de travesía sin control han salido a la luz pública tras conocerse el informe provisional publicado hace unas semanas por la Oficina Federal de Investigación de Accidentes de Alemania y reproducido por la prensa alemana, y del que se ha hecho eco el diario El Mundo.
Como se recordará, el 4 de septiembre y al poco tiempo de despegar desde Jerez se produjo el único contacto con el piloto, que informó de un problema con la presión de la cabina.
Según la web de seguimiento de vuelos flightradar el aparato partió de Jerez, atravesó España, Francia, Alemania y se adentró en el mar Báltico. El contacto se perdió tras superar las costas de Polonia, el enclave ruso de Kaliningrado y las costas de Lituania hasta entrar en la zona marítima más cercana a Letonia.
En torno a las siete de la tarde, el avión cruzó el espacio aéreo sueco, y sobre las siete y media comenzó a perder altura y velocidad, estrellándose un cuarto de hora después.
Antes, aviones de combate españoles y franceses habían despegado para comprobar la situación en el avión privado, pero los pilotos no pudieron distinguir a nadie en la cabina según informó 'Bild'.
Ya en Alemania, un avión de combate Eurofighter despegó de la base aérea de Rostock para hacer el seguimiento del avión Cessna, pero tampoco pudo obtener información.
Más tarde, un avión de combate F-16 danés asumió la escolta del aparato y los pilotos pudieron ver cómo el avión viraba y se estrellaba frente a Letonia alrededor de las 19:45 horas.
En el jet privado viajaban el empresario alemán Peter Griesemann, de 72 años y quien pilotaba el aparato, su esposa Juliane, la hija de ambos, Lisa, y su pareja, Paul Föllmer, quienes fallecieron debido a la falta de oxígeno tras la despresurización de la cabina.
Así se desprende del informe provisional de la Oficina Federal de Investigación de Accidentes de Alemania, en el que se secuencia lo sucedido en las cuatro horas y 48 minutos que el avión estuvo en el aire. Esta es la reconstrucción de su recorrido según ha publicado El Mundo:
14.57 [hora alemana] del 4 de septiembre de 2022. Peter Griesemann y su familia, quienes habían pasado unos días en su chalé en la playa de Los Alemanes, en Zahara de los Atunes, despegan del aeropuerto de Jerez de la Frontera con destino a su ciudad de origen, Colonia.
Los numerosos negocios que poseía el alemán –dueño del grupo empresarial Griesemann, con 1.200 trabajadores en 12 sedes en Europa–, incluían una firma de vuelos medicalizados, Quick Air, de ahí que dispusiera de avión privado y que estuviera formado como piloto.
15.30. La aeronave, un Cessna 551 Citation II de 1979 con 7.935 horas de vuelo, alcanza la altitud de crucero. Griesemann contaba con una experiencia de 1.700 horas de vuelo, 100 de ellas en el modelo de avión que manejaba ese día. La nave que acabaría estrellándose en concreto la había pilotado un total de 68 horas, sólo 9 horas y 22 minutos en 2022, repartidas en cuatro vuelos.
15.30.26. Griesemann se comunica con la torre de control de Madrid. Se presenta y da las buenas tardes. Todo parece en orden.
15.42. El piloto vuelve a contactar con el controlador. Se dirige a él en inglés. «Hay un problema con el aire acondicionado, solicitud de descenso directo», le dice. «¿Directo a dónde, por favor?», pregunta el controlador. «Problemas con el aire acondicionado, eh, presurización, solicitamos descenso rápido», insiste Griesemann mientras de fondo se escuchan ruidos. El controlador le pide a que confirme su solicitud de descenso pero ya no obtiene ninguna respuesta.
16.06. Los controladores españoles avisan a sus colegas franceses en Burdeos: han perdido contacto por radio con el Cessna 551 y éstedirige hacia su espacio aéreo.
16.22. Los dos cazas que Francia envía para tratar de averiguar qué le pasa al avión alcanzan el aparato. Los pilotos militares no aprecian ningún daño externo en la nave. En las fotografías que realizan se ve al piloto aparentemente inconsciente en su asiento y la máscara de oxígeno colgando en la cabina. Posteriormente se comprobaría que el avión contaba con el sistema de seguridad necesario para afrontar una caída de presión. Las máscaras habían sido sometidas a una inspección en marzo de 2022, seis meses antes, y funcionaban correctamente. El tanque de oxígeno que las abastecía se había llenado por última vez hacía un año, el 29 de septiembre de 2021.
Según el manual de vuelo, ante una despresurización, lo primero que el piloto (y el resto de pasajeros) debe hacer es colocarse la máscara de oxígeno. A esos niveles de altura, en ausencia de oxígeno, una persona pierde la consciencia en unos 15 segundos.
17.28. El avión entra en el territorio alemán y un escuadrón de la Luftwaffe se hace cargo de escoltarlo. Continúa en rumbo al aeropuerto de Colonia, donde debería aterrizar, por lo que se presume que viaja con el piloto automático puesto. Como se temía, sobrevuela Colonia y continúa en dirección al mar Báltico.
18.50. El Cessna 551 deja el espacio aéreo alemán. Aviones suecos y daneses primero y un escuadrón de la OTAN después lo siguen.
19.45. Tras realizar un par de virajes, el avión desciende en espiral y se estrella frente a Ventspils, en Letonia. Golpea con virulencia en la superficie del mar y queda completamente destruido.
Los equipos de Salvamento de Letonia recuperaron fragmentos del fuselaje de las alas, del tren de aterrizaje y de la cola. También algunos restos de los cuerpos de los cuatro miembros de la familia Griesemann. Los restos del avión quedan en el fondo del mar a 62 metros de profundidad y esparcidos en un espacio de 100 metros por 150, según se comprueba con un robot.
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