Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
La caída de la recaudación que está sufriendo el Ayuntamiento de Jerez por el impuesto de plusvalía continúa confirmándose mes a mes. La sentencia del Tribunal Constitucional emitida el año pasado que anuló el sistema de cálculo de este tributo —su nombre oficial es el Impuesto sobre Incremento Valor de los Terrenos Urbanos— provocó que el Gobierno central tuviera que realizar una reforma exprés de la Ley de Haciendas Locales. Sin embargo, con la aplicación del nuevo procedimiento no se están alcanzando los niveles de ingresos que tenían los ayuntamientos por esta vía.
Teniendo en cuenta las cifras recogidas en el avance de ejecución presupuestaria del año pasado a fecha de 2 de diciembre, el Ayuntamiento jerezano había obtenido unos 2,4 millones de euros en derechos reconocidos por este tributo. De este importe, en ese momento ya había recaudado, es decir, cobrado casi 1,1 millones de euros.
Estos importes son notablemente inferiores a las registradas en la contabilidad municipal en ejercicios precedentes. Se da la circunstancia de que, a pesar de que el sistema de cálculo de la plusvalía se invalidó en el último trimestre del pasado año, 2021 fue uno de los de mayor recaudación en los últimos tiempos. Tal y como arroja la liquidación de ese año, este impuesto que grava las transmisiones patrimoniales supuso unos derechos reconocidos para el Consistorio jerezano de más de 13,3 millones de euros, de los que había cobrado 8,4 millones en el momento del cierre contable.
En el presupuesto municipal de este año que, que se presentó en abril pero que no entró en vigor hasta mediados de octubre tras recibir el visto bueno del Ministerio de Hacienda, ya se recogía una notable reducción de la previsión de ingresos por la plusvalía al aplicarse el nuevo cálculo, pues se fijó una estimación inicial de 4,7 millones. Teniendo en cuenta los datos de la ejecución presupuestaria a 2 de diciembre, se antoja complicado que el Ayuntamiento alcance esa cifra, aunque esta circunstancia se confirmará o no una vez se conozcan los datos de la liquidación correspondientes al pasado año.
Al poco de conocerse el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda y de la Agencia Tributaria, realizó una estimación del impacto que iba a tener la anulación del anterior sistema de cálculo. Así, para el caso del Ayuntamiento de Jerez estimó que podría perder una cuarta parte de los ingresos por esta vía impositiva (unos 2,5 millones de euros aproximadamente), una previsión que se ha quedado bastante corta a tenor de los resultados de avance de ejecución presupuestaria que se han ido conociendo hasta ahora pues el porcentaje de pérdida a esas alturas del año rondaba el 80% en comparación con lo ingresado en 2021, que fue especialmente favorable en este aspecto.
Teniendo en cuenta los ingresos obtenidos hasta el mes de diciembre por la vía tributaria por parte del Ayuntamiento, la mayor caída se ha producido en el Impuesto sobre Incremento Valor de los Terrenos Urbanos. Pero a esta hay que sumarle que hasta ese momento del año se había producido una disminución de unos dos millones de euros los derechos reconocidos netos por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), el tributo que pagan las empresas que tienen un volumen de negocios superior al millón de euros anuales.
Por el contrario, el Ayuntamiento vio incrementado notablemente los ingresos obtenidos por las tasas de ocupación del suelo por parte de empresas, de puestos o por instalaciones fijas y espectáculos. Por estos conceptos, hasta el mes de diciembre el Consistorio había percibido unos 1,6 millones de euros más que en todo 2021.
También, en ese momento ya había superado los ingresos por el impuesto de construcciones (ICIO) en comparación con el ejercicio precedente. En lo que va de 2022, por esta vía impositiva las arcas municipales habían obtenido ya más de 6,2 millones de euros.
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