Inician el trámite para la declaración ZAS de las calles Algarve y Remedios

El Ayuntamiento ha iniciado el procedimiento para la declaración de las calles Algarve, Remedios y Santa Ana como Zona Acústicamente Saturada (ZAS), medida que responde a las denuncias presentadas por los vecinos frente a los incumplimientos en materia de ruido, veladores y horarios de cierre por parte de algunos de los establecimientos hosteleros ubicados en estas vías peatonales del centro histórico, en las que se registran, además, grandes aglomeraciones de jóvenes los fines de semana y festivos, así como en sus vísperas, hasta bien entrada la madrugada.

El informe emitido al hilo de las inspecciones realizadas por la Policía Local y la Delegación municipal de Medio Ambiente avala la existencia de indicios de contaminación acústica, por lo que recomienda la tramitación de la declaración de zona ZAS, durante la que el Ayuntamiento suspenderá la concesión de nuevas licencias de apertura o de modificación y ampliación de las ya existentes para la instalación de veladores, organización de conciertos o cualquier otra actividad que puedan aumentar el índice de ruidos.

Las medidas complementarias entrarán en vigor tras la publicación en los próximos días en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) del inicio del procedimiento, decisión que el gobierno local ha trasladado los responsables municipales a las asociaciones de vecinos del centro, establecimientos afectados y asociaciones de comerciantes y hosteleros.

La resolución del expediente de declaración de Zona Acústicamente Saturada puede extenderse durante dos o tres meses, explica Jaime Espinar, teniente de alcaldesa de Medio Ambiente y Servicios Públicos, quien detalla que durante la tramitación se realizarán las pertinentes mediciones acústicas en las tres calles, si bien esperarán hasta el próximo mes de enero por la suspensión de los niveles acústicos permitidos durante la época navideña.

En función de los resultados de las mediciones y las nuevas inspecciones, que se realizarán sin previo aviso, el gobierno local decidirá si aprueba la declaración ZAS de Algarve, Remedios y Santa Ana, si bien Espinar puntualiza que “no queremos fastidiar a nadie, simplemente aplicar lo que está recogido en la ley”.

En caso de aprobarse, la normativa permite la aplicación de distintas medidas que pueden adaptarse a las necesidades de cada caso, entre las que el responsable municipal cita la reducción de horarios, prohibición de nuevas licencias y establecimiento de mesas de diálogo con los implicados, siempre con idea de reducir los niveles de ruido con su colaboración para restablecer la convivencia entre su actividad económica y el derecho al descanso de los vecinos.

Cuando hablamos de una Zona Acústicamente Saturada, el ejemplo que tenemos en la cabeza es el de la calle San Pablo, pero en Algarve y Remedios no tienen por qué aplicarse las mismas medidas, indica Espinar, quien recuerda que los establecimientos tanto de San Pablo como de las plazas Vargas y del Clavo siguen sujetos a limitaciones por sus respectivas declaraciones ZAS que siguen en vigor, y que toca revisar en próximas fechas.

Refuerzo de la presencia policial

Tras la última reunión mantenida con vecinos, empresarios hosteleros y responsables del sector, el Ayuntamiento ha reforzado la presencia policial y la vigilancia en la zona, donde efectivos del 092 llamaron la atención el pasado fin de semana a clientes y propietarios de bares por el consumo de alcohol en la calle.

Durante la temporada de zambombas, el Ayuntamiento tiene igualmente prevista la puesta en marcha de una campaña de control de las licencias de los establecimientos hosteleros y veladores en la zona centro.

En el caso de Algarve y Remedios, llama la atención que desde que la asociación de vecinos de esta última calle presentó denuncia en Urbanismo hasta la fecha se han abierto hasta cuatro establecimientos hosteleros en la zona, sin que el anterior gobierno socialista mediara para poner cerco a la proliferación de este tipo de negocios que han contribuido a agravar el problema de ruidos y aglomeraciones que impiden conciliar el sueño a sus residentes.