Jerez conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil con el Lazo Dorado en el Ayuntamiento

Jerez/La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha expresado este jueves el apoyo de la ciudad al Día Internacional del Cáncer Infantil, con motivo de la instalación en la fachada del Ayuntamiento del Lazo Dorado. Este acto simbólico ha contado con la participación de la Asociación Por una Sonrisa, la Asociación Española contra el Cáncer, y Ortopedia Cuatro Caminos. Con este evento, la ciudad se suma a una jornada en la que se conciencia a la comunidad sobre la importancia de esta problemática y se reivindica la necesidad de un diagnóstico inmediato y un tratamiento adecuado para los pacientes oncológicos infantiles.

La regidora ha agradecido a los medios su apoyo a esta convocatoria, y en nombre de la ciudad, ha expresado su compromiso con esta causa, “que nos toca a todos. David es hoy el gran protagonista de esta jornada, él ha colocado hoy ese Lazo Dorado para que todos nos comprometamos, investiguemos, nos concienciemos, visibilicemos, cuidemos, y ayudemos a las asociaciones que trabajan contra el cáncer infantil, y hoy desde el balcón del Ayuntamiento hemos lanzado con David un mensaje de esperanza, ilusión, y compromiso”.

Tras la colocación del Lazo Dorado, se ha dado lectura a dos manifiestos, por parte de la Asociación Por una Sonrisa, y la Asociación Española contra el Cáncer. Noelia Barroso, madre de David, ha leído el primer manifiesto, en el que ha destacado que “las asociaciones dedicadas al cáncer infantil desempeñamos un papel crucial, promovemos apoyo nacional, información, recursos financieros, y asistencia práctica a las familias afectadas, y jugamos un papel fundamental en la concienciación de la opinión pública sobre el impacto del cáncer infantil, y en la recaudación de fondos para las investigaciones”.

El voluntario de la AECC, Pepe Soto, ha dado lectura al manifiesto de esta entidad, que expresaba que “en nuestra provincia se continúan diagnosticando casi treinta casos de cáncer infantil cada año. Aunque los porcentajes de supervivencia son altos, los tratamientos son largos e implican mucho aislamiento y una interrupción de la vida habitual de un niño”.