Jerez, muy presente en los cien años de la radio

Jerez/Los vecinos del madrileño Paseo del Rey rindieron días atrás un homenaje al centenario de la primera emisión de una programación diaria de radio en España, realizada el 12 de mayo de 1924 por Radio Ibérica, desde un taller sito en el número 18 de ese paseo de la capital.

En un sencillo acto conmemorativo, los vecinos de la zona, junto a la Estación del Norte, han recordado esta efeméride "tan señalada para la historia de la radiodifusión española", cuando Radio Ibérica "inauguró la radiodifusión en España, unos meses antes que Radio Barcelona".

La estación, creada por el jerezano Antonio Castilla y los hermanos De la Riva Tayán (Jorge, Adolfo y Carlos), estrenó sus emisiones diarias antes de ser aprobado el Reglamento para emitir, sin disponer de ninguna licencia oficial, más allá de la antigua autorización con la que contaba la empresa propietaria para realizar las pruebas de las estaciones construidas para el Ejército y la Marina española.

Las emisiones surgieron del acuerdo de colaboración entre la empresa Radio Ibéricay una corporación de comerciantes de equipos de la capital -la Corporación Radio Madrid- al que en pocas semanas se sumó también el diario 'La Libertad', según recoge el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Manuel Fernández-Sande en su libro 'Orígenes de la radio en España' (editorial Fragua).

El objetivo principal de estas emisiones era estimular la actividad comercial en el sector radioeléctrico. Radio Ibérica mantuvo sus emisiones hasta finales de 1926, aunque nunca logró encontrar la viabilidad económica a su esfuerzo radiodifusor. Sumida en conflictos continuos con los comerciantes madrileños, y debilitada por la competencia de Unión Radio, la emisora cesó de forma definitiva su actividad en marzo de 1927. La primera emisora en comenzar las emisiones con licencia oficial en España fue Radio Barcelona, el 15 de octubre de 1924, aunque la inauguración oficial no tuvo lugar hasta el 14 de noviembre. El Ayuntamiento de Madrid colocará una placa en el edificio que vio nacer la radio, según apunta TeleMadrid.

La sorpresa de los vecinos

Marta Arroyo, organizadora del homenaje de hace unos días e inquilina del edificio, admite que se enteró por un amigo de Palma de Mallorca amante de las radios que leyó en una publicación que la "cuna" de esta plataforma en España estuvo en su casa. Para ella, como periodista que inició además su carrera en las ondas, "es un orgullo" vivir en el mismo edificio que dio origen "a la magia de la radio en Madrid" y desea "larga vida" a este medio de comunicación.

Y es que los vecinos de Paseo del Rey, 18, un edificio de viviendas centenario de siete plantas, no salen de su asombro cuando se les pregunta si saben que en uno de los bajos estuvo la primera emisora de radio en España.

“¡No me digas!”, dice al ser preguntado, uno de los vecinos más antiguos del inmueble, donde reside desde hace 41 años. “Si nos ponen una placa, como la que tiene Paco de Lucía a dos manzanas de aquí, haremos historia”, remata.

La moradora más antigua del inmueble, Alicia Villanueva, que lleva viviendo en el 18 del Paseo del Rey desde hace 53 años, tiene 86, desconocía que una emisora de radio hubiera estado allí.

“Es un descubrimiento muy bonito porque la radio siempre ha sido buena compañera” dice Alicia, y apunta que tiene “al lado de la pila” una radio de su madre, “que es del año de la pera”.

La breve historia de Radio Ibérica

La historia de Radio Ibérica es la de sus fundadores, Antonio Castilla y los hermanos Carlos y Adolfo de la Riva. Castilla dirigía en 1923 la Compañía Ibérica de Telecomunicación, que fabricaba equipos de comunicaciones, y Carlos de la Riva estaba al frente de la Sociedad de Radiotelefonía Española.

De la fusión de ambas entidades surgió Radio Ibérica, con los hermanos de la Riva encargándose de la dirección técnica en lo que era un taller de fabricación de válvulas electrónicas instalado en un bajo del Paseo del Rey, 18, desde donde empezaron las emisiones que, durante esos primeros meses, fueron esporádicas para probar materiales y componentes electrónicos.

Aún sin licencia oficial, el 12 de mayo de 1924 comenzaron las emisiones diarias y eso alimentó lo que entonces era el negocio principal de la compañía de Antonio Castilla y los hermanos de la Riva: la venta de los receptores de radio de galena y de válvulas que fabricaban con la marca Iberia y que por su coste no eran accesibles para la mayoría de la población.

Esos aparatos empezaron a ser comprados por los madrileños para escuchar conciertos desde el Teatro Real o el sorteo de la Lotería de Navidad que el 22 de diciembre de 1923 emitió Radio Ibérica desde la Casa de la Moneda.

La programación fue consolidándose poco a poco aunque problemas económicos y de competencia con otras emisoras provocaron que Radio Ibérica dejase de emitir en 1926.

De Radio Ibérica al anuncio de Tío Pepe en Sol

Los hermanos de la Riva y Antonio Castilla, los tres ingenieros industriales, son pioneros de la Radio en España, aunque muy pronto sus caminos tomaron rumbos diferentes, ya que su formación les permitió conocer los fundamentos que sirvieron para el desarrollo de lo que comenzó con la Telegrafía Sin Hilos y evolucionó hasta la Radio que conocemos hoy.

Mientras que los de la Riva continuaron en la radio hasta la llegada del cine sonoro, cuando fundaron el primer estudio de doblaje cinematográfico en Barcelona y más tarde en Latinoamérica, Castilla creó una empresa de anuncios de neón y su primer trabajo fue para las bodegas González Byass, en la Puerta de Sol, cartel que unos años más tarde evolucionó al luminoso de Tío Pepe, que ahí sigue en 2024, como la Radio.

Sobre Antonio Castilla

Antonio Castilla López nació en Jerez de la Frontera, en el número 7 de la calle Pollo, el 12 de enero de 1886, según consta en su partida de bautismo de la iglesia de San Miguel. Su padre, Manuel Castilla, era un maestro de primaria, con intereses en sector del vino. Estaba casado en segundas nupcias con Rosario López, según cuenta el investigador jerezano José Luis Jiménezen un artículo publicado en este Diario en 2020, gran defensor además de la figura de este jerezano desde hace 20 años.

Antonio Castilla realiza sus estudios en el Instituto Provincial de la ciudad, donde da muestra de ser un joven de inteligencia despierta. Con 18 años se incorpora a la Estación Telegráfica de Cádiz. De Cádiz lo destinan a Madrid, para pasar a Barcelona, donde permanecerá ocho años.

Al poco tiempo de su regreso a la capital, en 1915, realiza productivos viajes a países como Francia, Inglaterra e Italia. En Estados Unidos obtiene el título de ingeniero en radioelectricidad, llegando a colaborar con el mismo Lee de Forest (1873-1961), considerado el padre de la radioelectrónica e inventor del triodo.

El año 1917 será un gran año para nuestro paisano. Con el apoyo de socios capitalistas de Bilbao constituye en Madrid la Compañía Ibérica de Telecomunicación, la primera que estableció la industria de Radio Electrónica, fabricando los primeros tubos electrónicos y los equipos transmisores y receptores hechos en España. Entre 1917 y 1924 registrará 21 nuevas patentes.

En 1922 su fábrica, instalada en el Paseo del Rey, produce también micrófonos, y a finales de 1923 salen al mercado los famosos receptores de la marca Iberia. En ese mismo año se inicia lo que es considerado oficiosamente las primeras emisiones de la primera Radio en España, Radio Ibérica, que por cuestiones burocráticas recibirá el indicativo de identificación EAJ 6, correspondiendo el de EAJ 1 a Radio Barcelona. En un principio la programación de Radio Ibérica se hará con la emisión de programas de música, conferencias culturales e información del tiempo, para más adelante ofrecer boletines de noticias, conciertos y apartados infantiles.

En un último intento por remontar la crisis y buscar su lugar en el sector construye y gestiona él mismo Radio Castilla, que recibirá el indicativo EAJ 4, iniciando sus emisiones el 19 de octubre de 1925. Las instalaciones serán inauguradas unas semanas más tarde por el mismo general Miguel Primo de Rivera. Tanto el dictador como el terrateniente jerezano, Francisco Moreno Zuleta, Conde de los Andes, favorecieron los proyectos de su paisano.

Establece su última residencia en la calle Evaristo San Miguel 20 de Madrid, donde fallece el 30 de abril de 1965. Contaba 79 años de edad.