La Justicia pide a la hija 'secreta' que también pague deudas de Ruiz-Mateos
Un juzgado de Pozuelo de Alarcón solicita al Mercantil de Cádiz datos para localizar a la 'hija número 14' del empresario fallecido
La joven reside en Illinois, Estados Unidos

Jerez/Adela Montes de Oca, la hija 'secreta' de Ruiz-Mateos, deberá responder también por las deudas de su padre. Así se está gestionando desde órganos judiciales radicados en Pozuelo de Alarcón y Cádiz capital, que solicitan que se localice a esta joven 27 años. Adela Montes de Oca, que según tiene constancia la Justicia vive en la actualidad en Illinois (Chicago), saltó a la actualidad después de que reclamara la filiación como hija del fallecido empresario roteño-jerezano José María Ruiz- Mateos. Por tal motivo, los restos del hombre de negocios fueron exhumados en la vecina localidad de Rota y le fueron realizados una serie de análisis genéticos que determinaron, finalmente, que la joven de ascendencia venezolana era hija de José María Ruiz-Mateos con un 99,9% de posibilidades.
Lógicamente la descendiente, también conocida mediáticamente como 'la hija número 14' de Ruiz-Mateos, reclamó la parte correspondiente de la herencia que le correspondía. En este caso concreto se trata de una catorceava parte del tercio denominado de 'legítima'.
A este respecto es reseñable que un hijo, evidentemente, tiene tanto el derecho a heredar los bienes de su padre como de hacerse cargo de las responsabilidades que existiesen sin cubrir al momento de su muerte, que es precisamente el caso que se está produciendo en estos momentos.
El entramado empresarial de los Ruiz-Mateos ha acabado con numerosas empresas en procesos concursales. Es justamente en este punto donde se solicitan responsabilidades a los hijos de Ruiz-Mateos, Adela Montes de Oca incluida.
Según ha podido saber este periódico, hasta el momento no consta que la 'hija número 14' de Ruiz-Mateos haya renunciado a sus derechos de herencia, lo que le coloca en un rango de igualdad con el resto de los hijos legítimos del empresario roteño-jerezano.
Este medio tiene constancia de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz ha recibido un exhorto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) en el que se interesaba que se averiguara el emplazamiento de la tal Adela Montes de Oca. Ese mismo día el referido juzgado emplazó a esta mujer a que se presentara en los juzgados en el plazo de cinco días, plazo que expiró justamente ayer.
En este tiempo el Juzgado gaditano ha podido informar al de Pozuelo de Alarcón que Adela Montes de Oca vive en una determinada calle de Illinois (Chicago), reportando igualmente su número de pasaporte así como los datos de su abogada y los del procurador que ejerce su representación ante los tribunales de Justicia.
Fue el pasado 8 de abril cuando el referido Juzgado de Pozuelo de Alarcón ordenó desenterrar al empresario, fallecido en septiembre de 2015, por la demanda de paternidad de la joven venezolana Adela Montes de Oca.
Cabe recordar que José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada se negó en vida a someterse a la referida prueba. Ironías de la vida, su cuerpo estaba enterrado en unas instalaciones que él mismo sufragó a espaldas de la capilla de la patrona de Rota, la Virgen del Rosario. Desde allí se le trasladó al cementerio donde, en una de sus salas, se le extranjeron muestras de ADN que finalmente demostraron al 99,9% que Adela Montes de Oca era hija suya.
Casi todos los hijos han renunciado ya a sus herencias
La mayor parte de los hijos legítimos de José María Ruiz-Mateos han renunciado a sus herencias a excepción de una de las hijas. Las responsabilidades legítimas que se ciernen sobre la hija 'secreta' son enormes. No en vano, fuentes legales aseguraron a este medio que de mantenerse en su actual posición podría enfrentarse al desagradable hecho de hacer frente a una demanda económica de "decenas de millones de euros". El segundo imperio de la familia Ruiz-Mateos está en las cenizas y con nulas posibilidades de remontar el vuelo como un ave fénix, algo que sucedió con Nueva Rumasa pero que no sucederá nunca jamás.
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