La Laguna de Torrox: entre la supervivencia y la convivencia

La Laguna de Torrox vuelve a ser noticia. Un grupo de vecinos de la zona advierte de que “hay una veintena de gatos que llevan unos años viviendo allí, cazan y matan a muchas aves insectívoras y además, aniquilan a las crías de las distintas especies de patos que habitan y nidifican en este lago, especies muchas que se encuentran protegidas bajo la figura de Interés Especial (Ley 8/2003 de 28 de octubre de Flora y Fauna Silvestre de Andalucía)”.

Ante este escenario, recientemente, y a través de la denuncia de un particular, el Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad, desde su Delegación Territorial de la CAGP y DS en Cádiz, “ha dado traslado de estos hechos al área de medio ambiente del Ayuntamiento de Jerez”.

“A día de hoy, los gatos siguen estando allí y el Ayuntamiento no hace nada al respecto. Eso sí, no hace mucho dotó con diez mil euros a distintas ‘asociaciones felinas’ para que los castren y les lleven comida en bandejitas y platitos. Comentar que estos utensilios que les ponen a diario a los gatos en el contorno de las rocas de todo el lago, suelen terminar todos en el agua sin que nadie los recoja, basura que va directa al río Guadalete. Además, un gato castrado va a cazar aves igualmente”, denuncia Alejandro Fernández, portavoz del grupo vecinal.

“Esta laguna es un espacio natural recuperado, y así se ha publicitado desde la propia corporación municipal. Constituye un hábitat de interés para numerosas aves acuáticas que nidifican o se alimentan en sus aguas y, por lo tanto, no es una zona adecuada para que habiten gatos”, remarca.

Por su parte, la Asociación Protectora Colonia Felina Torrox, denuncia que “¿qué hacen los ecologistas para frenar el abandono? ¿Para frenar la población de gatos urbanos? Nosotras llevamos 4 años trabajando, gastando 5.000 euros anuales y hemos conseguido disminuir la población felina de 133 a 15. 15 gatos castrados, vacunados y desparasitados”. “El proyecto CER es el único método ético avalado por expertos científicos de todo el mundo para controlar las poblaciones de gatos urbanos y así lo hemos demostrado”, remarca la presidenta Rebeca Gascón.

“Por otro lado la Laguna de Torrox está catalogada como un parque periurbano, no es un parque natural ni un espacio protegido. Si molestan los gatos a las aves, entonces también molestan los perros, las bicicletas, los niños... En un espacio protegido estarían prohibidos cualquier tipo de mobiliario urbano, farolas, fuentes, bancos... ¿Hay mobiliario urbano en Doñana o en Ordesa? La Laguna de Torrox es un parque para todos y la convivencia es la clave”, remarca Gascón.

“Estamos ya muy cansadas de que se diga que somos nosotras las que queremos gatos por todas partes. Eso es mentira. Por eso los castramos y a muchos de ellos les buscamos hogar. También estamos hartas de que ciertas personas les quiten la comida a los gatos, y más en pleno confinamiento, con una instrucción del ministerio de Sanidad permitiendo su alimentación para prevenir problemas de salubridad”, critica la asociación. Asimismo, Gascón añade que “este verano ha habido un baby boom de aves. En 4 años nunca habíamos visto algo igual, el confinamiento de humanos ha hecho que las aves se reproduzcan más, y los 15 gatos que hay en esas 4 hectáreas no han impedido su supervivencia”.