Luces y sombras de don Hipólito
Reconocimiento
Defendido y criticado, el Centro de Estudios Históricos celebra los días 3 y 4 de noviembre un congreso para analizar la figura de este historiador.


¿Conoce usted a Hipólito Sancho de Sopranis? Si su respuesta es sí, seguro que no lo sabe todo sobre él; si su respuesta es no, debería acercarse a la figura de este peculiar historiador, al menos, por curiosidad... Y porque el tipo da mucho que hablar, tanto es así que los próximos días 3 y 4 de noviembre Jerez y El Puerto acogerán un congreso dedicado a su persona en el que se congregarán numerosos investigadores que darán buena cuenta de quién fue realmente el personaje, que se ganó a lo largo de su vida tantos seguidores como detractores. El morbo histórico está servido.
Antonio Aguayo, coordinador de dicho encuentro, defiende que Hipólito (El Puerto 1893-1964) "se merece unas jornadas por una razón muy sencilla: fue el investigador que nos abrió las puertas a todos los investigadores". Desde los años 20, hasta que falleció en 1964, publicó más de 500 escritos referidos a la zona de Cádiz, Jerez y El Puerto. "Todo aquel que quiera aproximarse a la historia, al arte, a la heráldica, a la genealogía de aquí debe pasar por él". En 2014 se cumplió el 50 aniversario de su muerte, "que pasó un poco desapercibido y en el Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ) pensamos que Hipólito Sancho se merecía una puesta en valor. No queremos decir que era perfecto, ni que era maravilloso, porque tuvo muchos fallos, pero sí tuvo muchos aciertos. No podemos denostar la figura de una persona que realmente se esforzó para dejar un legado tan importante. No pretendía hacer una historia definitiva, pero sí quería allanar el camino a los que vinieran detrás".
Hipólito Sancho publicó numerosos documentos y archivos en los que se han basado muchos historiadores, "que no negamos tampoco que carecieran de errores o estuvieran cojos, pero realmente si queremos acercarnos a la historia y al arte, sobre todo, de Jerez, tenemos que pasar por Hipólito Sancho", insiste Aguayo. Como ejemplo, la obra 'Historia del Puerto de Santa María', para muchos "el mejor escrito que hay", aunque para realizarlo no consultara el Archivo de Medinaceli, "un fallo imperdonable, que no quita que hiciera, al fin y al cabo, una historia muy válida". Destacan, por ejemplo, las aportaciones que hizo en arte, "y es que -dice Aguayo- relacionó cosas que entonces eran impensables. Se da cuenta de que hay maestros portugueses trabajando en Jerez, relaciona el claustro de Santo Domingo con los Jerónimos de Lisboa, con la Torre de Belén; el mudéjar con Burgos... Cosas que hemos visto muchos años después que son ciertas. Tenemos que agradecerle esas intuiciones". De Sopranis perteneció al CEHJ. Vino a Jerez a diario, en sus últimos 25 años, para investigar sobre la ciudad, publicó más de 40 monografías con esta entidad y fue el alma y el motor del Centro durante los años 40 y 50 del pasado siglo XX. "Si olvidamos a esta figura nos estamos olvidando de nuestra historia. Fue hijo de una época, una metodología y una mentalidad".
El congreso, que se celebrará entre los Claustros jerezanos y el Castillo de San Marcos de El Puerto, reunirá a cerca de una veintena de especialistas en historia, arte y archivística. "Vienen para reivindicar la figura de Hipólito, aunque no hay que negar que algunos serán muy críticos. Se situará a Hipólito en su justa medida". A este respecto, hay que poner como ejemplo la restauración que hizo de dicho Castillo de San Marcos, que lo levantó de nuevo. "Una parte de él se lo inventó, como la capilla y la torre del homenaje. Lo bueno es que lo que ya había quedó dentro. Lo reedificó a su manera, tal como creía que debía de existir". Tanto es así que en el congreso se aportarán las cartas que se cruzaron Romero de Torres e Hipólito Sancho en las que el primero le cuestionaba dicha intervención. "Habrá de todo, otros muchos historiadores lo defenderán, como Juan Clemente, Manuel González Jiménez... Pero los que pongan 'en solfa' su obra serán los menos, cuestiones que ciertamente también hay que exponer en un foro científico como éste. Todo historiador tiene sus luces y sus sombras, y también hay que mostrarlas", precisó el presidente del Centro, Juan Félix Bellido.
Respecto a Jerez, Aguayo subraya obras de Hipólito como 'Historia de Jerez de la Frontera desde su incorporación a los dominios cristianos', que es "fundamental"; así como 'La introducción a la arquitectura en el siglo XVI en Jerez'. "Es cierto que escribe mal algunas obras y cita a autores que probablemente nunca existieron aquí, pero te da una visión de conjunto muy importante". Un hombre que se consideraba "un filósofo de la historia, capaz de analizar el arte en función de la mentalidad de la época y de su creencia cristiana. Pero dentro de sus limitaciones y de su ideología, era el gran impulsor de la historiografía moderna", resalta Aguayo.
De estirpe noble, nunca sujeto a una disciplina, Hipólito era un autodidacta. Licenciado en Derecho y Filosofía y Letras, dio clases en el Coloma, que abandonó por no soportar estar sujeto a un horario. Un hombre peculiar, soltero, vivía su vida, no se hacía notar. Desde que falleció ha pasado sin pena ni gloria. Enterrado en El Puerto, el único libro dedicado a él fue el que escribió Toscano de Puelles en el centenario de su nacimiento, y una pequeña sinopsis biográfica. Ahora, también se le recuerda en este congreso, para bien o para mal.
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