Mamachicha abre hoy en Jerez y trae de su obrador su repostería artesanal

Chantal Amorós inaugura este sábado, 24 de junio, su nuevo local en la calle Corredera: "Lo vi perfectamente, súper claro. Era un sí rotundo a Jerez"

La pastelería Mamachicha de El Puerto anuncia apertura en Jerez

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Chantal Amorós posa en su nuevo local de Mamachicha en Jerez.
Chantal Amorós posa en su nuevo local de Mamachicha en Jerez. / Manuel Aranda
M. Valero

24 de junio 2023 - 05:00

Mamachicha es olor a café recién hecho y canela. Es querer meter los dedos en sus botes de mermelada casera, comer como pipas su granola y disfrutar del crunch de su pan artesanal. Es no saber si comprar un canel rolls, su bizcocho de cabra, miel y tomillo o sus cruasanes de caramelo. Y sí, desde este 24 de junio, Mamachicha ya está en Jerez.

Chantal Amorós se ha mimetizado con su nueva tienda en la calle Corredera. Los colores pasteles, ¡no podía ser de otra forma!, decoran su coqueta pastelería que lleva el sello de su amiga y profesional, Belén Rubiales. A pocas horas de abrir sus puertas en Jerez, Chantal ultima los preparativos de su nueva aventura empresarial, a la que se lanzó en el mismo momento que pisó el local: "Entré y lo visualicé todo".

Con su grupo de amigas de Jerez siempre hablaba de tener algo en la ciudad y así unirlo a su cafetería La Chicha Yeyé y a su obrador Mamachicha (ambos establecimientos ubicados en El Puerto). "En Jerez tengo un grupo de amigas muy grande y siempre fantaseaba, más ellas que yo, con abrir algo aquí. Un día mi amiga Belén me mandó el enlace del local y de verdad que era un proyecto muy lejano... Pero lo vi y lo visualicé. Lo vi perfectamente, súper claro. Belén me mandó un martes por la noche el enlace y el jueves estaba firmando el local. Era un sí rotundo a Jerez", subraya la artesana.

Amorós, durante la entrevista.
Amorós, durante la entrevista. / Manuel Aranda

Es evidente que a Chantal le gusta su trabajo. Cómo habla, cómo disfruta metiendo las manos en las masas, cómo parece saborear cada trozo de fruta que confita cuando habla de las mermeladas. Y es que amar la cocina le viene de familia: "En mi casa siempre se ha cocinado muchísimo. Mi abuela siempre ha tenido tienda de alimentación, de comida preparada... Siempre se ha cocinado un montón y creo que bastante bien (risas). Sin embargo, yo empecé a hacer Turismo, pero apenas a medio año de terminar la carrera sabía que no era lo que quería hacer. Fui a la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla de Alabardero en 2009 y desde ese momento, aquí estoy".

"Los postres me gustan mucho porque al ir todo tan medido, tan calculado... Los procesos me parecen mucho más interesantes. Cocinar salado también me gusta y hay gente que lo hace estupendamente, pero el dulce siempre me ha llamado más", declara la pastelera. "Lo que más me gustan son las masas sin ninguna duda. Todo lo que son brioche, panes, cruasanes... Es muy gratificante trabajar las masas levadas, me parece una cosa fascinante que salga un bollo de pan de mezclar harina, un poco de azúcar y un grano de levadura. Es que no me canso de trabajar con las masas", reitera.

La pandemia por el coronavirus lo cambió todo

El obrador Mamachicha de El Puerto nació en 2018. Chantal ya tenía la cafetería La Chicha Yeyé, que tenía un obrador muy pequeñito, pero un asunto con un vecino propició acelerar el paso para abrir su gran obrador.

"Siempre he tenido muy claro que me quería dedicar a eventos (bodas, bautizos, comuniones, catering...) y sabía que en una cafetería era complicado llegar a ese sector. Hemos pasado mucho, ¡hasta una pandemia! En 2020 todo a lo que iba enfocado el negocio se canceló. Cuando abrí Mamachicha no tenía intención de abrir a la calle, pero nos dio tiempo a hacer muy pocas bodas y cuando llegó la pandemia se suspendieron los eventos", recuerda.

"Nos quedamos con una mano delante y otra detrás y con un préstamo. Había que salir de alguna manera, así que comenzamos a mandar una lista con productos de panes y bollería, dulces y salados por Whastapp. El boca a boca funcionó mucho y la lista comenzó a compartirse. Mandábamos la lista los lunes, hasta el miércoles se podía hacer el pedido y hacíamos la entrega los viernes y sábados", sigue haciendo memoria la empresaria.

Fue tal la aceptación que cuando se terminó el confinamiento, decidió abrir el obrador un sólo día a la semana, el sábado: "Yo estaba sola y la gente fue demandando más, llegó Miguel, el chico que trabaja conmigo, y abrimos 3 días al público. Ahora estamos de martes a sábado, que es el mismo horario que tendremos en Jerez".

El obrador madre seguirá siendo El Puerto pero traerá a Jerez a diario lo que se hornee. "Empezamos allí a las seis de la mañana y aquí abriremos a las 9.30 horas con las masas recién hechas. Tendremos nuestra tarta de queso, mucha bollería como nuestro cruasán de caramelo... Además vamos a tener café de especialidad, que son los mismos que tenemos en la cafetería de El Puerto, que son de mi pueblo, Utrera, y muero con ellos", cuenta Amorós.

"Tengo muchas ganas de Jerez. Es un empujón muy grande, lo he visto muy claro y todo ha ido muy rodado. Es cierto que en tres años hemos tenido una evolución muy fuerte. Hemos apostado mucho por la calidad, por productos de proximidad y la gente lo valora. Yo creo que la pandemia también ha hecho mucho el mirar al vecino, hacer más comunidad y favorecer el comercio de barrio", subraya.

¿Qué le diría a quién quiera dar el paso de abrir su negocio?: "Que la formación es esencial para saber hacia dónde ir. Es verdad que después pueden venir muchas trabas, pero sabiendo lo que haces, se puede meter menos la pata. Cuando abres una puerta no sabes si la gente va a entrar, pero yo siempre he confiado mucho en mi producto y en mi gente".

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