Manuel Misa, grande del jerez
EL REBUSCO
El pasado año Bayona, que no Jerez, celebró el centenario de su nacimiento Alarcón dedicó un soneto a su vino 'Abolengo'
EN 2015, la villa real de Bayona (Pontevedra), de la que era originario Manuel Misa Bertemati (1815-1904), celebró el bicentenario de su nacimiento con la presentación del estudio 'D. Manuel Misa y Bertemati, filántropo y empresario bodeguero en Jerez, Primer Conde de Bayona y Primer Marqués de Misa', trabajo biográfico elaborado por el investigador Salvador Fernández de la Cigoña en homenaje al que fuera, junto a su hermano Ventura, gran benefactor de la localidad.
Fueron variadas las aportaciones altruistas que los hermanos Misa hicieron a Bayona a lo largo de la segunda mitad del XIX. Por parte de Manuel, hay que destacar el alumbrado público -los faroles de gas se conservaron hasta los inicios del siglo XX-, además de la escuela que funcionó en la finca donde hoy se ubica la Cofradía de Pescadores, como la financiación de la restauración de la antigua colegiata. En la misma línea, su hermano Ventura regaló a la villa los terrenos del parque de A Palma y el palco; participó también en la iluminación de las calles y asumió la rehabilitación de fuentes públicas.
En Jerez, sin embargo, donde consolidaron su posición en el sector vinatero como bodegueros de éxito, este acontecimiento pasó completamente desapercibido. Ni un mínimo recuerdo por parte del Ayuntamiento, teniendo en cuenta que la corporación municipal les dedicó en su momento sendas calles, como el reconocimiento, a Manuel, el 25 de mayo de 1895, de los títulos de Hijo Adoptivo y Predilecto, por sus contribuciones de carácter filantrópico.
Bayona, Jerez, Londres
Como hemos dicho, el origen de los hermanos Misa lo encontramos en Galicia, emparentados con otra familia del lugar, los Bertemati, que volverían a entroncar cuando las dos ramas se reencontraron en Jerez como comerciantes de vinos unos, y banqueros, los otros. El mayor, Ventura, nació en 1802, trasladándose a Jerez atraído por la floreciente industria del vino. Una vez afianzado y con una bodega en auge en 1840, llama a su hermano que con veinticinco años se ha doctorado en Derecho por la Universidad de Santiago, relegando sus pretensiones marineras.
Hacia 1844, y después de varios años dedicado a la venta de los vinos en los mercados extranjeros, Manuel se independiza creando su propia bodega, logrando así grandes beneficios en el mercado inglés. Se instala en Londres y en 1867 se une en matrimonio con Helen Busheroy Blake. De esta unión nacerían Buenaventura (1868-1944), unido con Yola Davies y Penfold; Francisca, que a su vez, lo haría con Manuel José de Bertemati y Pareja, Marqués de Bertemati; y Manuela.
Para apreciar el status económico de Manuel Misa baste saber que durante su estancia en Jerez, en 1885, contrató los servicios, como tutor, del prestigioso hispanista escocés James Fitzmaurice-Kelly, con el fin de que su hijo tuviera la mejor educación.
La tercera generación de los Misa en Inglaterra, Enrique Ventura Misa Davies, nacido en 1893 y casado con otra inglesa, Andrey Fanshawe, sería el último en heredar, en 1944, los títulos nobiliarios, ya que moriría sin descendencia en 1967 (?). Todos ellos están enterrados en el mausoleo familiar del cementerio londinense de St. Mary, la parte católica de Kensal Green.
Por su parte, Ventura, que se había casado en Jerez con Josefa Bertemati Troncoso, quedaría relegado a un segundo plano, eclipsado por la fulgurante carrera de su hermano. Fallecería sin descendencia, el 23 de enero de 1885.
Conde y Marqués
Manuel Misa iría ascendiendo posiciones en el plano social, político y económico. En 1874 alcanzaría el segundo puesto en la exportación de caldos jerezanos, y en 1877 era considerado uno de los más importantes contribuyentes.
Cabe destacar que en Jerez aportó importantes cantidades para la construcción de los cuarteles de Infantería y Caballería, el Instituto Provincial, la creación de las escuelas de Mundo Nuevo, con el fin de contrarrestar la influencia de la capilla y el colegio protestante de aquella zona.
Durante su estancia en Inglaterra sufragó con seis millones de reales la creación de la Cámara de Comercio de España en Londres, siendo su primer presidente y presidente de honor. Formó parte de los patrocinadores que iniciaron la construcción de la catedral católica de Westminster de Londres, costeando con 500 libras las vidrieras que la decoran; y su casa de Londres, actual Embajada de España, la donó al Estado español. También costeó con medio millón de pesetas la instalación en Londres de una exposición permanente de productos españoles.
Por todos estos méritos la corona española le otorga en 1875 el título de Conde Bayona, y en 1889 el de Marqués de Misa, con Grandeza de España de primera clase. Siendo condecorado con la Gran Cruz de Carlos III y la Gran Cruz y comendador de Isabel La Católica. En el aspecto político fue diputado a Cortes durante el reinado de Amadeo I, así como senador electo del Reino en 1881 y por Derecho Propio a partir de 1891.
El soneto de Alarcón
Por las bodegas de Misa pasaron reyes, reinas y altos dignatarios de España y Europa, pero aquí vamos a recordar uno en particular, al escritor granadino Pedro Antonio de Alarcón. Y para conocerlas mejor nos quedamos con la descripción que hace de esta visita el escritor portuense José Navarrete en un artículo titulado 'Conferencia vinícola'. En el mismo nos narra con detalle este hecho ocurrido en agosto de 1877.
Ambos escritores contaron con la guía del mismo José Bertemati, ya que Manuel Misa se encontraba en esos momentos en Londres, recibiendo una detallada información por parte del que era jefe de escritorio D. Francisco Trillo y del capataz D. Antonio Ruiz: "Diez bodegas de distintos tamaño componen el soberbio establecimiento de extracción del Señor Don Manuel Misa, siendo la mayor de todas la llamada Bodega grande, que de altura mide 15 metros por el centro y 7 por los costados, de longitud 136 metros y de ancho 38.
....desde los portales de la Bodega grande vimos la mañana de nuestra visita varios vagones de barriles sobre la vía férrea.
La Bodega grande contenía ocho mil botas, de 26 arrobas cada una. Otra de las bodegas por las que se pasearon fue la llamada Antigua, construida en 1824, de 67 metros de largo por 36 de ancho, tiene seis naves con andanas de cuarta, hay en ella colocadas 3.000 botas de vinos finos y amontillados. Y finalmente, la bodega La chica, donde se conservaban los vinos más viejos de la casa, amontillados y olorosos, de 32 metros de largo por 24 de ancho, y su cabida, en cuatro naves y ocho andanas, de 800 botas".
Tan impresionado quedó Alarcón por uno de sus vinos que le inspiró el conocido soneto al que él bautizó ese día con el apelativo de 'Abolengo':
¡Deténte Pasajero! Aquí reposa/ el Adán de los vinos jerezanos,/ padre de tantos ínclitos ancianos/ como duermen en torno de su fosa./ ¡Enterrado está el sol bajo esta losa!/ Pero no se lo comen los gusanos,/ sino que vida y alma los humanos/ aun piden a su llama generosa./ 'Abolengo' se llama aqueste vino,/ y en cada gota concentrado encierra/ de mil generaciones el destino.../ Si las cuitas del mundo te hacen guerra,/ cátalo media vez, ¡oh peregrino!/ y jurarás que el cielo está en la tierra.
Una tentación a la que tampoco pudo resistirse, en 1899, otro renombrado poeta español Gaspar Núñez de Arce, que dedicó otro poema a los vinos de Misa.
Las bodegas del Marqués de Misa acabarían en la órbita de Rumasa a finales de los 70.
Para un mejor conocimiento de esta saga familiar se puede considerar fundamental el rescate de los fondos documentales de las desaparecidas bodegas de Misa por parte del historiador Antonio Cabral. En la actualidad estos se pueden consultar en el Archivo Municipal jerezano, donde los donó la familia cuando este falleció. Este artículo es un humilde tributo a su memoria.
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