Mari Luz Rojo, primera mujer policía en Jerez, se jubila: "He sido muy feliz en el Cuerpo. He tenido la profesión que soñaba"

Con 21 años recién cumplidos entró en servicio: "Ahora toca desvincularme poco a poco de formar parte de un cuerpo al que considero esencial, columna vertebral y registro histórico del pulso de Jerez"

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Mari Luz la primera mujer policía de Jerez se jubila
Mari Luz Rojo con Manuel Cabrales, Intendente, y Francisco López, Inspector. / Miguel Ángel González
M. Valero

14 de julio 2023 - 06:00

"Desde que tenía 10 o 12 años quería ser policía, pero era algo muy de película. Al empezar Bachiller le dije a mi madre que quería ser policía pero me dijo 'tú estás loca', así que estudié la titulación de perito mercantil", recuerda el día de su jubilación Mari Luz Rojo, la primera mujer de la Policía Local de Jerez.

Finalmente fue un amigo el que le llevó un día la solicitud para ser policía, sabía que era su deseo y que no daba el último paso. Se presentó y entró. Era noviembre de 1985 y Mari Luz Rojo tenía 21 años recién cumplidos. "Ya llegó el final de mi vida laboral y me voy donde empecé, en la Jefatura de Policía Local de El Almendral, a donde llegamos, como ya sólo recordarán algunos, subida encima de un camión de infraestructura junto a unos muebles que traíamos para su reutilización desde el antiguo Ayuntamiento de Madre de Dios", describe la jerezana.

"Aunque casi todos me relacionáis con labores administrativas, he pasado por casi todas las secciones, Plana Mayor, Inspección de Guardia, Sala de Radio, Policía de Barrio, Radio patrullas, y de nuevo Plana Mayor, Sala de Radio y Grupo de Violencia de Género (sólo me ha faltado Tráfico). En todas he disfrutado y he dado lo mejor de mí. Ahora toca desvincularme poco a poco de formar parte de un Cuerpo al que considero esencial, columna vertebral y registro histórico del pulso de Jerez. No será fácil asumir que ya no perteneces a una profesión y una plantilla tan especial", ha reconocido la agente en un mensaje a sus compañeros.

"Cuando entré al Cuerpo no tenía la sensación de estar rompiendo ninguna barrera ni nada parecido. Y tampoco sentí ningún recelo de mis compañeros, más bien, nos protegían. Como si fuéramos sus hijas. Procuraban ponernos en sitios donde no nos fuera a ocurrir nada, no porque no se fiaran, sino por eso de "y si le pasa algo a las niñas", subraya Rojo.

A pesar de no sentir el peso de un hito, lo cierto es que junto a sus compañeras Ana Navarro y María Mateos han sido el espejo en el que muchas otras policías han podido verse, viendo en ellas la posibilidad de alcanzar su sueño profesional.

Mari Luz desfiló el año pasado por la Quinta Avenida de Nueva York. Lo hizo en el tradicional desfile del Columbus Day, como se conoce en EEUU el Día de la Hispanidad, en el que es habitual un pasacalles de la Policía neoyorquina, al que se suman agentes de todo el mundo. En su carrera ha habido también otros momentos importantes, como el que recuerda durante una protesta de los astilleros en Cádiz: "Habían cortado el acceso a Cádiz y una niña necesitaba llegar al Hospital en ambulancia. Durante más de una hora trabajé sin descanso coordinando como pude, y con los medios que en ese momento había, para que se abriera paso en la manifestación y que la ambulancia llegara a tiempo".

Reconoce además que los servicios humanitarios han sido muy importantes también para ella, porque "éramos las personas que estábamos allí. A lo mejor en un fallecimiento yo era la que debía velar por la dignidad de esa persona que estaba tendida en el suelo. Era dar un final digno".

"Ser policía es un profesión muy fuerte. También recuerdo todo lo vivido en materia de violencia de género. No hace demasiado tiempo, no se consideraba delito la primera paliza... Recuerdo que llegábamos a pagar noches en hoteles a mujeres y sus hijos hasta que le daban un recurso público... Hubo una noche que encontramos a una mujer y sus dos hijos en la calle. El dinero que tenía la mujer sólo le había llevado hasta Jerez", relata la agente.

"He sido muy feliz en el Cuerpo. He tenido la profesión que soñaba", subraya Rojo emocionada. En este adiós, repite por última vez lo que cada día le decía a sus compañeros: "Buen servicio". "Tened cuidado ahí fuera". "Os quiero siempre de vuelta".

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