María Pujol, la voz poética del grabado, expone en Jerez

Jerez/La directora del taller de grabado y estampación Manera Negra en Barcelona, María Pujol, inaugurará este viernes, 18 de noviembre, a las 19 horas, la muestra 'Luces y sombras. Grabado tridimensional'.

Será en la sala de exposiciones del campus de Jerez y se podrá visitar hasta el 20 de enero.

Una muestra, comisariada por Bruto Pomeroy y organizada por la galería El viajero alado y la UCA, en la que la artista cuenta que lleva trabajando meses. "El trato con ellos es estupendo, muy de tú a tú. Y respecto a la sala, es muy bonita y muy grande, por lo que estoy trabajando mucho para vestirla muy bien. Mi intención para esta exposición es hacer un recopilatorio de las tres series que normalmente trabajo: libros de artista, grabado tridimensional y de la incisión a la luz".

Una autora con lenguaje propio, "que es lo difícil de encontrar por los artistas. Pero una vez que lo encuentras, hay que seguir investigando, no se termina aquí la cosa, para poder siempre innovar. Y ese punto de la innovación y la tradición es un concepto que a mí me interesa mucho. De ahí que esté inmersa en esa tercera serie de la incisión a la luz, fotograbados montados en unas cajas con iluminación led que se convierten en cajas de luz muy bonitas. Es la búsqueda siempre de nuevos lenguajes sin olvidar el grabado tradicional".

Hay que destacar además que María Pujol acaba de ganar el premio de la XXVII convocatoria del Museo del Grabado Español Contemporáneo de los Premios Nacionales de Grabado, en su categoría de la Universidad de Málaga, por una pieza sin título de la que el jurado destacó su "delicada factura, exquisita, desde el punto de vista del grabado, y su voz poética. Estamos muy contento de haber premiado a María Pujol".

“En tiempos en que los artistas se enfrentan a la revolución de la inteligencia artificial, son especialmente importantes los autores capaces de reivindicar la tradición sin perder de vista los avances tecnológicos. Es el caso de María Pujol. Nació a principios de los 80 y realizó su primera exposición con tan solo 15 años. Gracias a esta vocación temprana por el grabado y muchas horas de taller, ha alcanzado una maestría técnica que conmueve a todo aquel que tiene la suerte de disfrutar su obra.

La estampación es su pasión y el tórculo su mejor aliado. Con su esfuerzo diario consigue dar a conocer las técnicas más antiguas, sin renunciar a la innovación constante y a la oportunidad que ofrecen los medios digitales. Sus creaciones nacen de la esencia de los árboles, que ella nos muestra a través de sus manos y recuerdos. Sus obras conservan y transmiten vida.

Podemos pensar en María Pujol como esa artista gremial traída al siglo XXI. Una maestra virtuosa que vive por y para su obra. Que siente su taller como su verdadero hogar que acoge a todo aquel que desee aprender el oficio. Una artista que no tiene miedo al futuro y asume los nuevos retos como oportunidades para no dejar de soñar”, destaca en el catálogo de la muestra Nuria García Arias (consultora cultural y comisaria de exposiciones independiente).