Muere Juan Romero Pantoja 'El Guapo', santo y seña del cante de Jerez
Obituario
El cantaor del barrio de Santiago, nombrado Saetero Mayor de la Semana Santa por la Cátedra de Flamencología en 1990, ha fallecido a los 97 años de edad
Jerez/Juan Romero Pantoja, 'El Guapo', Saetero Mayor de Jerez, ha fallecido esta tarde a los 97 años de edad. Nacido en el año 1924, en el seno de una familia gitana en el número 28 de la calle Nueva, hijo de María Pantoja y Perico Cochocho, ha vivido durante los últimos 80 años en La Plata. Reconocido como Saetero Mayor en su Jerez natal, ha sido una de las figuras del flamenco añejo de Santiago.
Juan ha sido conocido como El Guapo desde siempre, y contaba que "fue enterarse todo el mundo de que mi madre iba a tener un niño y toda la calle Nueva se congregó allí en mi casa, los niños y todos los de la zona de aquel tiempo. Y cuando nací, todos dijeron 'Oh, qué guapo'. Y cuando me conocieron los niños de chico, venían a ver a 'el guapito'. Y tanto guapo, guapo y se me quedó 'El Guapo".
Romero Pantoja contaba que vivió en una familia humilde y sin ir a la escuela, aprendió a leer en la calle: "Cuando venía por la calle Nueva en el barrio de Santiago, había un colegio allí de monjitas que cogían un palillito y cantaban: 'la M con la A, MA, la M con E, ME...' y así aprendí yo a leer. Y lo aprendí de escuchar a las monjas".
También recordaba que "desde los cinco años estaba metido en la Iglesia de Santiago, porque las Iglesias entonces estaban abiertas todo el santo día, no entraba nadie a llevarse nada. Yo además era muy amigo de los sobrinos del cura don Francisco Corona Jumani".
Juan empezó a trabajar muy joven porque "en la calle Nueva había una fragua, que era el casero de la casa. Cuando yo tenía 7 años, él le dijo a mi madre que me iba a llevar para que fuelle. Y me daba tres reales, que no llegaban ni a la peseta. Y así ayudaba a mi madre para pagar el alquiler de la casa. Él pasaba por mi puerta y me iba con él todos los días, a las seis de la mañana. Había veces que yo me quedaba dormido dándole a los fuelles. Yo trabajaba mucho, porque me levantaba a las seis de la mañana y eran las diez de la noche y estaba todavía preparando para el otro día el carbón que se gastaba. Y las postas que se hacía con arcos de botas que eran de hierro, rajados por medio".
Cuando era joven, Juan Romero Pantoja comenzó a trabajar en el campo porque su padre "nos enseñó lo que era estar en el campo, lo que eran los hongos, las tagarninas, las yerbas del campo, las dos clases de espárrago todo, a hacer picón. Todo. Otras veces íbamos a por coquinas. Habitualmente íbamos a trabajar en un campo de la Sierra San Cristóbal con un tío de nosotros".
Cuando fue un poco más mayor "tenía un cuñado que trabajaba con Álvaro Domecq que era el manijero del cortijo, el que llevaba a la gente a trabajar en el campo. Entonces mi padre habló con él y me fui allí a guardar cochinos. Ya más tarde estuve trabajando en Garvey".
Juan Romero llegó a ser mozo de espadas porque "con el que yo estaba de ayudante de camión, José Parra García, en Garvey, era hermano del torero Luis Parra. Me lo presentó y me dijo que yo iba a ir con su hermano de mozo de espadas. Y quedamos en la calle Larga, en un lugar para hablar de este tema. Entonces allí se metió el torero para hablar y me dijo: Juan a tal hora te vas allí, que me van a vestir de torero para que tu veas cómo se visten'. Y lo vestía como era él".
Pero sin duda, la faceta en la que deslumbró el Guapo fue el cante: "Yo nací cantando". En la calle Nueva cantaba y bailaba todo el mundo en aquella época y Juan siempre trataba con Paco Laberinto y con su cuñado Terremoto, "nos hemos criado juntos".
Con ambos y con otros muchos artistas de Jerez, El Guapo trabajó mucho en las bodegas jerezanas, que llamaban a aquellos numerosos cuadros para las fiestas o visitas privadas que habitualmente llegaban a ellas.
Porque para El Guapo "el cante tiene que pegar, tiene que doler. Como un fandango que tengo yo mío: En la calle Nueva yo nací/ y en el campo yo me crié/ en la calle Nueva yo nací/y tengo el orgullo de ser/ gitano de Santiago/y del pueblo de Jerez. Y yo saco los fandangos. Esto es muy complicado. Ya no cantan las letritas que duelen".
El arte le viene de su madre porque "mi madre cantaba y bailaba, de ahí vienen los Pantoja". Su primera saeta fue con siete años. "Íbamos unos cinco o seis niños dando una vuelta y cogimos la calle Ancha que está muy cerquita de nuestro barrio y yo iba canturreando. Era la Semana Santa, un Viernes Santo que salía la Victoria, la Soledad. Y junto a la Iglesia, había una escuela. Y allí estaba un señor en la puerta con unos galones y unas cosas... y me llamó: ¡Niño! ¿Quieres venir aquí a cantar al balcón? Y enseguida compuse la letra: Hermanos míos llevarla mis cuadrilleros/en el barrio la Virgen al compás/que es la Reina de los Cielos/Madre de la Soleá. Y la canté de otra forma. Lo que hay que saber cuándo y cómo. El santo que tú tienes delante, según vaya él, así tienes que decirle las palabritas a él".
El Guapo le ha cantado a todos los pasos que ha visto. "Sólo tenía que venir el paso". Juan Romero asegura que él ha sido distinto, "nunca he sido de ir contratado. Y he cantado de todo".
En su día, Juan de la Plata aseguraba que el Guapo era "el mejor cantaor de saetas que tiene y ha tenido Jerez, desde los tiempos de Manuel Torre, el que cuando le cantaba al Cristo la gente se rompía las camisas de pura emoción".
Juan Romero Pantoja se reconocía como gitano, no como flamenco. Un día lo invitaron en la Plaza San Juan a un acto de la Cátedra de Flamemcología. “Íbamos cuatro o cinco cantaores. Juan de la Plata, Pepe Marín, Juan Salido…Y en el ciclo me preguntó uno si yo era flamenco. Y yo le dije que los flamencos de dónde son, porque en Flandes no se canta. Hay unos pájaros que tienen los picos y las patas muy largas pero no hacen nada. Y yo soy gitano, se lo dije. De aquí del barrio Santiago, en la calle Nueva".
Explica que su padre se llamaba Pedro Romero Rodríguez aunque "los apellidos no venían bien con los gitanos y como a mi abuela le llamaban la Cochocha, mi padre era Perico Cochocho".
Juan Romero Pantoja recibió muchos homenajes aunque el más llamativo fue el nombramiento por parte de la Cátedra de Flamencología con el título de Saetero Mayor en 1990 y otro homenaje organizado en la Feria del Caballo en 2002. Con esta institución estuvo permanentemente en contacto, participando en numerosos actos, como los Cursos Internacionales de Arte Flamenco que se crearon en los años 60. El último reconocimiento al cantaor tuvo lugar en 2014 cuando el Ayuntamiento, con Antonio Montero en la delegación de Cultura, le entregó una nueva distinción y la Federación Local de Peñas Flamencas le nombró 'Presidente de honor'.
Las exequias por su eterno descanso se celebrarán este martes 24 de agosto en el Tanatorio a las 17 horas.
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